El talento y la tecnología. Son los dos elementos que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, identifica como grandes fortalezas y fuentes de riqueza de la ciudad. Y apuesta por potenciarlas siempre sobre una base democrática, que ha defendido después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya confirmado este mismo lunes su continuidad al frente del Ejecutivo después de cinco días de reflexión sobre su futuro político. Para Collboni, este episodio ha representado un “toque de alerta y de atención sobre la deriva que está teniendo el debate democrático y político”. Ha llamado a actuar “siendo fiel a la verdad”, como ha dicho en una conversación en CASA SEAT con el editor de The New Barcelona Post, Guillem Carol.
“Nos hemos acostumbrado a convivir con demasiada facilidad con la estrategia que siguen algunos sectores políticos, sobre todo la extrema derecha, de difamar, tergiversar, explicar mentiras y construir el debate político sobre esta base”, ha criticado Collboni en el encuentro, que ha contado con la colaboración de CASA SEAT, Giny, Must Media Group y Barcelona Global, al que ha acudido la responsable de Innovación y Business Partnership de Seat y Volkswagen en España, María Antonia Fontiverio, y la teniente de alcalde Laia Bonet.
Bajo este marco democrático, el alcalde ha insistido en su defensa del talento y de la tecnología como activos por los que debe apostar la ciudad, a través de una receta: “Una administración que, de entrada, dice sí, y no una administración que de entrada diga no”. Esta actitud proactiva y este talante que asegura que caracteriza a su equipo son clave para los sectores más dinámicos de la ciudad, como los emprendedores, empresarios e investigadores. Son representantes del talento que ensalza Collboni, que cree que debe atraerse y retenerse en la ciudad a través de oportunidades y gestionando las posibles contradicciones que puedan generarse por diferencias entre la capacidad económica del talento internacional y la de barceloneses que trabajan en otros sectores. “Tenemos que saber gestionar los conflictos, pero sin matar a la gallina de los huevos de oro, que es la tecnología y el talento, y que también viene de fuera”.
Collboni ha asegurado que, desde que empezó su mandato el pasado julio, ha gobernado con la “voluntad de crear consensos y grandes acuerdos de ciudad”, y ha sostenido que han actuado de este modo en ámbitos como las pacificaciones del espacio público y la conexión del tranvía: “El tono ha cambiado”. Con una eventual ampliación de su Gobierno en el aire desde que asumió el cargo, el alcalde ha asegurado que en estos meses se ha generado la percepción de que el Ayuntamiento “tiene como objetivo solucionar y reconocer los problemas y retos de la ciudad”.
Todo ello en un contexto en el que Barcelona será próximamente el escenario de la Copa del América, como ha recordado Collboni. Según el alcalde, grandes eventos como este “proyectan una imagen positiva de la ciudad al mundo” y contribuyen a que los barceloneses se reconozcan como ciudadanos de una urbe ambiciosa e innovadora, capaz de “convocar al mundo en torno a grandes eventos culturales, científicos y de todo tipo”.
Un Presupuesto de “impulso”
Con la previsión de que los Presupuestos diseñados por su Gobierno municipal se aprueben automáticamente este jueves, Collboni ha subrayado que las cuentas, de 3.800 millones de euros, representarán “un impulso en proyectos y transformaciones de ciudad”. El Presupuesto se aprobará transcurridos 30 días desde que Collboni perdió la cuestión de confianza en el Ayuntamiento y se abrió el periodo para que la oposición pudiera plantear una moción de censura que no ha materializado, hecho que evidencia que “no hay alternativa en el Ayuntamiento”.
Dentro de la futura transformación de la ciudad, el alcalde hace especial énfasis en un sector en particular: las ciencias de la salud
Al margen del Presupuesto para 2024 y con una mirada a más largo plazo, Collboni ha recordado que durante la próxima década Barcelona recibirá más de 10.600 millones de euros de inversión pública, la cifra más importante desde los Juegos Olímpicos. Entre los proyectos que se impulsarán figuran obras vinculadas al transporte público, como la finalización del tramo central de la L9 de Metro, y la conexión de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) entre Plaça Espanya y Gràcia. Como ha destacado Collboni, también se incluye la construcción de la estación de la Sagrera y la urbanización de su entorno, que incluirá 15.000 viviendas. Entre los futuros proyectos de la ciudad, Collboni ha destacado la transformación de Montjuïc, con la renovación de los pabellones de Fira de Barcelona y la transformación de su entorno, incluido el Palau d’Esports de la calle Lleida y la ampliación del MNAC.
Dentro de la futura transformación de la ciudad, el alcalde ha hecho especial énfasis en un sector en particular: las ciencias de la salud y la salud pública. Y es que las décadas venideras estarán marcadas por proyectos que están arrancando ahora, como la ampliación del Hospital Vall d’Hebron y el nuevo Hospital Clínic, así como la ampliación del Parc Científic de Barcelona (PCB) como infraestructura científica pionera.
La puesta en marcha de la Ciutadella del Coneixement también remará en este sentido, en una Barcelona que ya ejerce de sede del hub de I+D de AstraZeneca. Collboni ha recordado que se ubicará en el reformado Edificio Estel, después de años de abandono: “Es un paradigma y un ejemplo de lo que está haciendo la ciudad, que es encontrar su camino”.
La vivienda, el principal reto
El alcalde ha situado el acceso a la vivienda como el principal reto que afronta la ciudad. Tras recordar que ha puesto a disposición de la Generalitat 27 solares, ha avanzado que su Gobierno municipal está ultimando un plan para movilizar suelo para vivienda protegida y dar respuestas estructurales a esta problemática, en una estrategia que presentará después de las elecciones europeas y que cree que debe diseñarse pensando en la región metropolitana de los cinco millones. “Si queremos más capacidad de vivienda protegida, tenemos que ir más allá”, algo para lo que también es clave el transporte público, especialmente el ferroviario, según él.
Una de las medidas que defiende Collboni para movilizar vivienda pasa por eliminar los pisos turísticos en zonas como Ciutat Vella: “Los pisos se construyeron para que la gente viviera en ellos. Toda actividad que no sea residir de forma habitual, creo que debe ser revisada”, ha aseverado. En este sentido, el alcalde ha recordado su apuesta por gobernar el modelo de turismo: “Somos una ciudad con turismo, no una ciudad turística”, ha puntualizado. Collboni ha recordado que Barcelona es la ciudad del Estado con menos paro, con un 6%, y “es porque tenemos una economía que genera empleo y riqueza, y tenemos que mantener esta diversificación”, más allá precisamente del turismo. El alcalde, que ha destacado la importancia del sector turístico, se ha reafirmado en su apuesta de potenciar el turismo de calidad, algo que cree que pasa también por que Barcelona ejerza más de base de cruceros que de escala, ya que implican un uso más intensivo del espacio público y menos retorno para la ciudad.
En este sentido, ha puesto en valor la utilidad de la tasa turística como mecanismo de control y retorno del turismo para Barcelona y los barceloneses. “Somos la ciudad del Estado con la tasa más alta, y lo digo con orgullo”, ha reivindicado. Y es que la tasa permite impulsar proyectos como el plan Clima Escola para climatizar las 170 escuelas públicas de la ciudad en seis años, entre muchas otras iniciativas, y dentro del conjunto de medidas enmarcadas también en el cambio climático. Collboni ha ido más allá en este sentido: “Tenemos que cambiar la concepción del espacio público en un escenario de cambio climático”. Por ello, el Ayuntamiento trabaja en medidas como generar zonas de sombra en una veintena de juegos infantiles, y buscar agua freática para combatir la sequía: “El cambio climático es también una forma de transformación de la ciudad”.
Collboni considera que Barcelona “es una ciudad del mundo con todos los atractivos y oportunidades que implica, y a la vez es a escala humana”
En este contexto, el transporte público está llamado a ser un elemento clave en esta transformación, para conectar la metrópolis y para garantizar la “dimensión humana” que Collboni considera que caracteriza a Barcelona. Dentro de esta visión, ha señalado que también tiene cabida el transporte privado, priorizando las modalidades descarbonizadas: “Se debe encontrar la fórmula y que la política haga compatibles todas las modalidades de transporte”. Todo ello enmarcado en una región metropolitana y “pensando cómo será la gran metrópolis dentro de diez o veinte años y cuáles serán sus centros neurálgicos”. Y con una convicción de base: el beneficio no debe ser hacia Barcelona de la región metropolitana, sino que tiene que ser bidireccional.
Esta determinación de enfocar Barcelona desde la perspectiva metropolitana se conjuga con la visión de la capital catalana desde una doble dimensión: “Es una ciudad del mundo con todos los atractivos y oportunidades que implica, y a la vez es a escala humana, lo que la convierte en la mejor ciudad para vivir y para trabajar”, ha proclamado el alcalde.