La Ciutadella del Coneixement ha echado a andar. La iniciativa que tiene que transformar esta zona de la ciudad en un nuevo polo científico ha colocado este jueves su primera piedra en lo que hace años fue el antiguo Mercado Central de Pescado de la ciudad con una amplia representación institucional, sumando a representantes del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno. Se da así el pistoletazo de salida a las obras de los tres primeros centros de investigación que se han proyectado, el germen que se espera que revitalice un parque que ha quedado un poco olvidado. Con una inversión de 104 millones de euros, superior a la prevista inicialmente, de unos 93 millones de euros, se prevé que las obras acaben a finales de 2025.
Las instituciones encargadas de desarrollar esta primera fase son la Universitat Pompeu Fabra (UPF), el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El Instituto de Biología Evolutiva (IBE), impulsado por la UPF y el CSIC, desarrollará un centro dedicado a la investigación sobre la biodiversidad. La universidad también desarrollará un centro dedicado al bienestar planetario, además de reforzar su campus anexo, en el que se encuentran las facultades de Derecho, Economía, Ciencias Políticas y Humanidades. Por último, el BIST, con el edificio más grande y el más alto, se centrará en la medicina de precisión.
Más de 1.200 investigadores se concentrarán en este complejo de investigación, conocido como Mercat del Peix. Se cimentará sobre un terreno de 7.500 metros cuadrados que en los últimos años había estado ocupado por un aparcamiento al aire libre. Los trabajos para edificar los tres nuevos edificios se han ido retrasando. La empresa municipal B:SM, quien gestionaba el párking, será la encargada de empezar las obras, excavando este terreno para construir otro aparcamiento que se situará por debajo de los futuros edificios de la UPF, el CSIC y el BIST. Será el primero que desarrolle bajo un nuevo concepto que integra servicios de movilidad más allá de plazas para coches, como zonas de estacionamiento para bicis y patinetes, cargadores para coches eléctricos o taquillas para recoger pedidos comprados por Internet.
Otra pieza que ya está definida es cómo serán los centros de investigación, después de haber resuelto los respectivos concursos arquitectónicos. El estudio barcelonés Barozzi Veiga se encargará del edificio del BIST, con una superficie de 24.700 metros cuadrados distribuidos en ocho plantas. Acogerá unos 800 investigadores y unos sesenta grupos de investigación de cuatro centros, concretamente el Centro de Regulación Genómica (CRG), el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC), el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2) y el Instituto de Investigación Biomédica (IRB).
Los edificios del IBE y la UPF irán a cargo del equipo formado por el estudio californiano ZGF Architects y los despachos barceloneses Mirag y Double Twist, y estarán cofinanciados por el Govern. El del IBE, con 6.500 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, agrupará a 250 investigadores, expandiendo la plantilla hasta ahora repartida en dos centros, mientras que el de la UPF, con 7.300 metros cuadrados y tres plantas, aglutinará a unos 150 investigadores. El Incasòl se encargará de su construcción y la urbanización de la zona entre los tres edificios, invirtiendo 18 millones de euros.
Hace unas semanas, antes de escenificar el inicio de las obras, una de las instituciones implicadas, el CSIC, definió una nueva pata de la Ciutadella del Coneixement con el anuncio de ubicar dos institutos muy cerca de este primer complejo de investigación. El Gobierno prevé construir un edificio en un terreno de la Delegación del Gobierno de Catalunya, en la calle Doctor Trueta, donde hay una sede del Parque Móvil del Estado, organismo encargado de la gestión de los vehículos para la representación de altos cargos del Gobierno y la Jefatura del Estado. También habrá un centro de servicios científicos y de oficinas de la Delegación del Gobierno. Para hacerlo posible, queda pendiente la modificación del Plan General Metropolitano. Actualmente, el terreno está calificado como zona verde.
Abrir el parque a la ciudad y hacerlo más verde
La investigación no será la única manera de revitalizar el parque y sus alrededores. La Ciutadella del Coneixement aspira a crear una nueva centralidad en esta zona de la ciudad frente al mar, incidiendo en un total de 300.000 metros cuadrados. Se quiere promover el conocimiento, pero también abrir el parque a la ciudad, tanto a través de los muros que lo separan del campus universitario como de los obstáculos que hay de camino al mar, y hacerlo más verde; rehabilitar los edificios históricos que hay en el parque, como el Hivernacle; el impulso del Zoo de Barcelona como un centro de estudio y conservación de la diversidad biológica, y la construcción de la nueva biblioteca pública estatal al lado de Estación de França.
Por ello, el acto de arranque de las obras ha contado con la participación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el ministro de Universidades, Joan Subirats, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, así como se ha sumado a otras instituciones más allá de las implicadas en la construcción del primer complejo de investigación. Este jueves han participado la Universitat de Barcelona (UB), la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Fundación Pasqual Maragall, pero la iniciativa también interpela a otras ya instaladas en la zona, como el Institut de Ciències del Mar, el Hospital del Mar, el ISGlobal, la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), el Parlament de Catalunya, el Museu del Disseny, el Museu de Ciències Naturals, el Museu de Cultures del Món, el Museu Picasso o el Born Centre Cultural.
