Los edificios que se empezarán a construir, de color beige, estarán al lado del Campus Ciutadella de la UPF.

La primera piedra de ‘La Ciutadella del Coneixement’ se pondrá este verano

La iniciativa, que quiere transformar y dinamizar el Parc de la Ciutadella y su entorno, arrancará en junio con el inicio de las obras del primer complejo de investigación e innovación que se construirá en el solar del antiguo mercado central del pescado, de la mano de la Universitat Pompeu Fabra, el CSIC y el BIST

El Parc de la Ciutadella y sus alrededores hace años que esperan una transformación que este verano empezará a cristalizar. Las excavadoras invadirán uno de los espacios que acogerán La Ciutadella del Coneixement, una iniciativa que convertirá esta zona de Barcelona en un complejo de investigación científica e innovación. Las obras arrancarán en el aparcamiento que hay junto al Campus Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), justo al lado de la salida de la parada de metro Ciutadella – Vila Olímpica.

En este parking, que acogió el Antiguo Mercado Central de Pescado de la ciudad hasta los años ochenta, es donde la UPF, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) construirán tres edificios que iniciarán la transformación de la Ciutadella y constituirán el primer complejo de investigación del proyecto, con una superficie de 7.500 metros cuadrados y 46.000 metros cuadrados de techo edificable. Los trabajos supondrán una inversión de 92,8 millones de euros y se prevé que empiecen en junio y acaben a finales de 2024.

El edificio que ocupará más espacio en este nuevo complejo será el del BIST, que también será el más alto, con ocho plantas, y el más costoso, con una inversión de 54,9 millones de euros. Este proyecto, que es el que está más avanzado, servirá para ubicar algunos de los centros que integran el BIST, del ámbito de la biomedicina, y estará dedicado a la medicina de precisión, con la genómica y la bioinformática como ejes fundamentales.

En la zona donde ahora hay el parking es donde se construirán los edificios del BIST, la UPF y el CSIC.

El edificio del CSIC se destinará al Institut de Biologia Evolutiva (IBE), en el que también participa la UPF. Actualmente, el IBE tiene un par de sedes dispersas por la ciudad y el nuevo edificio servirá para reunir a sus 23 grupos de investigación, con la previsión de crecer hasta los 35. Se centrará en la investigación de la biodiversidad y colaborará con su vecino, el Zoo de Barcelona, para la creación de dos programas científicos.

Por último, el de la UPF estará dedicado al bienestar planetario, concepto que hace referencia a la mejora de la salud y el bienestar de las personas, la sociedad y el medio ambiente, y que se abordará desde las diferentes disciplinas que se estudian en la universidad, como el derecho, las humanidades, la economía, las ciencias políticas o la comunicación.

Maqueta de los futuros tres edificios del CSIC, la UPF y el BIST. A la izquierda y en la parte superior, de color azul, el que será el del CSIC; a la izquierda y en la parte inferior, de color blanco, el de la UPF, y a la derecha, de color azul, el del BIST.

A la espera de los últimos trámites

Según fuentes del proyecto, la previsión es que el Ayuntamiento de Barcelona apruebe definitivamente en febrero el Plan Especial Urbanístico y de Mejora Urbana de esta zona junto al Campus de Ciutadella, después de que en julio de 2020 el consistorio acordara su aprobación inicial. Una vez se supere este trámite, se dará paso a la reparcelación del espacio y se podrán solicitar las licencias de construcción de los nuevos edificios, teniendo el mes de junio como horizonte temporal previsto para dar el pistoletazo de salida a las obras.

La empresa municipal B:SM, que es quien gestiona el actual parking, será la encargada de empezar las obras, excavando este terreno para construir otro aparcamiento, pero que se situará por debajo de los futuros edificios de la UPF, el CSIC y el BIST. Con un coste de 11,3 millones de euros, tendrá entrada y salida por el passeig de la Circunval·lació y contará con más de 300 plazas, una cifra similar a las que hay ahora en el parking a nivel de calle.

Una vez se apruebe definitivamente el Plan Especial Urbanístico y de Mejora Urbana, se dará paso a la reparcelación del espacio y se podrán solicitar las licencias de construcción de los nuevos edificios, teniendo el mes de junio como horizonte temporal previsto para dar el pistoletazo de salida a las obras

En paralelo a las tareas de excavación y construcción del nuevo parking, el CSIC, la UPF y el BIST irán definiendo sus edificios. El CSIC y la UPF convocarán un concurso conjunto durante este año, con el objetivo de mantener una estética compartida, y se espera que los trabajos se inicien en 2023. Por otro lado, el BIST ya convocó un concurso internacional el año pasado y ahora se encuentra en el proceso de valoración de cinco propuestas, después de escogerlas entre las 30 que recibió. La institución liderada por el exconseller Andreu Mas-Colell decidirá cuál escoge antes del verano, empezando las obras entre finales de este año y principios del que viene.

Los tres futuros edificios en el terreno del Antiguo Mercado de Pescado quedarán integrados en un continuo verde, con espacio peatonal, árboles y bancos en la calle Villena —la que los separa del Campus de Ciutadella—, en línea con el diseño seguido en el conjunto del complejo universitario. Asimismo, entre los tres edificios, habrá un espacio público compartido, también con lugares en los que sentarse y pasear, y donde se proyectará una instalación artística, aún por concretar.

Entre los tres edificios habrá un espacio denominado Ágora que será de acceso público.

Primer impulso a la Ciutadella del Coneixement

Los edificios que construirán la UPF, el CSIC y el BIST serán el primer paso de la gran transformación que se prevé para el Parc de la Ciutadella. Esta iniciativa científica, cultural y urbanística quiere crear un polo de conocimiento en el centro de la ciudad y frente al mar, con un total de 300.000 metros cuadrados. El objetivo es destinar este espacio a la investigación del bienestar planetario; abrir el parque a la ciudad, tanto a través de los muros que lo separan del campus universitario como los obstáculos que hay de camino al mar; reutilizar algunos de los edificios históricos que hay en el parque, ahora olvidados, como el Castell dels Tres Dragons y el Hivernacle; y reorientar el Zoo de Barcelona, convirtiéndolo en un centro de estudio y conservación de la diversidad biológica.

Así será el futuro Parc de la Ciutadella, abierto a la ciudad y al mar. En rojo, la zona integrada por los tres primeros edificios, los de la UPF, el BIST y el CSIC.

Con la aspiración de que se convierta en una nueva área de centralidad de Barcelona, contará con la participación de una treintena de instituciones de la zona. Además de las ya mencionadas, esta iniciativa integrará a la Universitat de Barcelona (UB), la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el Institut de Ciències del Mar, el Hospital del Mar, el ISGlobal, la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), la Fundació Pasqual Maragall, el Parlament de Catalunya —ubicado en el interior del parque—, el Museu del Disseny, el Museu de Ciències Naturals, el Museu de Cultures del Món, el Museu Picasso o el Born Centre Cultural, entre otros.

Mapa con las diferentes instituciones que apoyarán a la Ciutadella del Coneixement.

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LA HISTORIA QUE HAY DETRÁS DEL PARKING

El aparcamiento junto a la Pompeu no solo servía para el personal de la universidad —demasiado caro para los estudiantes— sino que también lo utilizaban los visitantes del Zoo. Antes de acoger coches, este espacio ha tenido múltiples historias que empiezan con la Exposición Universal de Barcelona de 1888, episodio histórico que sirvió para revitalizar y transformar la zona del actual Parc de la Ciutadella, donde se celebró.

Este espacio se convirtió durante la Exposición Universal de Barcelona en uno de sus edificios secundarios, la Galería de Máquinas. Obra de Adrià Casademont, se construyó en el límite perimetral del recinto y sirvió para enseñar a los visitantes una amplia muestra de la maquinaria más avanzada de finales del siglo XIX, con una presencia destacada de máquinas de ferrocarril. El edificio, de ladrillo, estaba formado por tres naves cubiertas por una estructura metálica de hierro. Los cronistas de la época remarcaban que se había construido así para resistir el impulso continuo de las máquinas, que hacían un ruido atronador, a través de innumerables émbolos, engranajes, correas, pistones, palancas…

Interior de la Galería de Máquinas durante la Exposición Universal de 1888.

Cuando acabó la Exposición Universal y llegó el silencio de las máquinas, este edificio secundario fue parcialmente derribado. Años después, en 1931, fue elegido para acoger el mercado mayorista de pescado, que no tenía ninguna sede permanente en la ciudad. El edificio fue reformado y ampliado en los años cincuenta, mejorando la equipación con una superficie total de 4.500 metros cuadrados y una cámara frigorífica de 1.600 metros cúbicos, con una altura de techo de 3,5 metros. El nuevo recinto incorporaba también una instalación de agua salada, muelles de descarga y oficinas para los gremios. En el exterior, destacaba una torre en uno de los extremos donde figuraba el nombre del mercado.

El Mercado Central de Pescado cerró sus puertas en octubre de 1983, cuando se trasladó a las nuevas instalaciones de Mercabarna, en la Zona Franca. A partir de este momento, el edificio sirvió de depósito municipal donde dejar vehículos robados, abandonados o bajo custodia judicial. Finalmente, el edificio fue derribado en 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos y la construcción de la Vila Olímpica. Desde 1996, con la inauguración de la Pompeu, el solar ha estado ocupado por un parking al aire libre que, a día de hoy, tiene las horas contadas.

Imagen del Mercado Central de Pescado en 1983, cuando se trasladó a Mercabarna.
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