Poder escuchar a Susan Sarandon después de ver Thelma & Louise en los cines Verdi era uno de los momentos más esperados de la séptima edición del Festival Internacional de Cinema de Barcelona-Sant Jordi (BCN Film Fest), como demuestra que las entradas volaron en el primer minuto que se pusieron a la venta. Con la emoción de ese salto hacía la libertad aún a flor de piel, un micrófono ha empezado a desfilar entre el público cuando la actriz estadounidense ha entrado a la sala, recibida con los aplausos que permitían un mar de móviles enfocándola.
Ella ya hacía un rato que miraba la película desde la entrada. Ha aparecido en la última escena, su favorita, según ha reconocido luego, sin que nadie se diera cuenta. Tampoco le ha sorprendido el largo aplauso que ha dedicado la audiencia al film cuando han aparecido los títulos, al principio tímido y luego sonoro, olvidando por una vez esa censura tonta de no poder hacerlo con las películas que se lo merecen. Los espectadores lo han hecho sin saber que Sarandon ya estaba ahí. Ella estaba a su aire, bailando la canción de los títulos, sin darse cuenta, o queriéndose olvidar, de que un cine entero la esperaba.
Cuando ya ha cruzado el cine, como buena estrella de Hollywood, ha hecho todo lo que se esperaba de ella, sabiendo que no bastaba con sentarse y esperar que los aplausos cesaran. Era consciente de que, para calmarlos, tenía que levantarse y volver a saludar. Tenía hasta la arma secreta de soltar bromas cinéfilas como decir “To be continued” entre pregunta y pregunta para ganarse a la audiencia.
La primera que se ha hecho con el micrófono ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de estrangis en el patio de butacas como una más. Ha preferido no preguntar y simplemente le ha dado la bienvenida a la ciudad. Sarandon ha aprovechado para agradecerle su ejemplo y su defensa de las causas por las que trabaja. Hasta Sarandon ha entrado en campaña.
Luego, hechos los honores, han empezado las preguntas, aunque muchos han perdido la oportunidad que se les brindaba y han preferido comentar el color del vestido de Sarandon o lo bien que la veían, como habiendo olvidado de golpe la película que acaban de ver. A pesar de todo, una profesional sabe cómo sortear al público, regalándoles secretos del rodaje de Thelma & Louise. Como que el beso final no estaba en el guión. O que originalmente su personaje se casaba con su novio. Y que le dejaron escoger entre Thelma y Louise, y ella prefirió la segunda, aunque fuese más aburrida, porque ya había interpretado a chicas divertidas y sabía que sería un reto: “Tenía que conducir el coche y la película”.
Sarandon también ha tenido buenas palabras para su compañera, Geena Davis, con quien se conoció en el rodaje y siguen siendo amigas, y para el director, Ridley Scott. A pesar de ser “un macho”, les escuchó y integró sus propuestas —como el beso—. “Para alguien que no era conocido como un director de mujeres, fue muy generoso”, ha remarcado. Aunque no ha dejado de recordar que, según sospecha, la principal razón por la que Scott quería grabar la película era para hacer un explotar un camión en medio de la nada.
Una película que se mantiene vigente más de 30 años después, no sólo en cuestiones feministas, como los abusos sexuales y la sororidad como mejor defensa, sino también racistas. “El buen cine no envejece”, ha sostenido Conxita Casanovas, directora del BCN Film Fest. Sarandon, rechazando profetizar, ha asegurado de que no eran conscientes cuando la grabaron de la fuerza que iba a tomar: “Lo siento por decepcionaros. Solo queríamos pasar un buen rato, no era muy común que dos mujeres trabajaran juntas sin que les hicieran representar que se odiaban. Solo jugamos a hacer de cowboys“. De si los tiempos han cambiado o no, simplemente ha recomendado, como en la película, no pasar por Texas.
En su visita en Barcelona, Sarandon recibirá este martes el Premio de Honor de los 67º Premios RNE Sant Jordi de Cinematografía. Los galardones, que se entregarán en el Teatre Lliure, también premiarán al actor francés Omar Sy, conocido por su papel en Intocable. Sy también visitará el BCN Film Fest para presentar Padre y soldado, un drama bélico ambientado en la Primera Guerra Mundial que pone cara a los invisibles del conflicto, los soldados senegaleses. La lista de premiados de los Premios RNE Sant Jordi de Cinematografía la completan As bestas, de Rodrigo Sorogoyen, como mejor película española; Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa, como mejor ópera prima; Luis Zahera y Anna Castillo como mejores intérpretes españoles por As bestas y Girasoles silvestres, y Alcarràs como mejor película española según el público.