El Salón Náutico Internacional de Barcelona ha cerrado este domingo su 60ª edición con más de 50.000 visitantes, 279 expositores, más de 700 embarcaciones y 80 novedades, según ha informado Fira de Barcelona. El certamen se ha desarrollado a lo largo de cinco días en el Moll de la Fusta, en el Muelle de España y en la Marina Port Vell de la capital catalana y ha contado con un 22% más de oferta respecto a ediciones anteriores y con un 40% más de espacio expositivo.
“La edición de este año ha vuelto a poner Barcelona en el mapa de la náutica nacional e internacional. Asimismo, hemos actuado como elemento dinamizador de ventas en unos momentos de tanta incertidumbre como los actuales”, ha destacado el presidente del Salón Náutico, Luis Conde. En paralelo, el director del certamen, Josep Antoni Llopart, ha explicado que este año “se ha dado un paso adelante en la apuesta por dar a conocer la innovación enfocada hacia la sostenibilidad, con el objetivo estimular la transición ecológica del sector”.
El salón de Fira de Barcelona ha contado con la presencia de 400 compradores clave internacionales, que han podido conocer de primera mano 28 catamaranes de gran eslora y 14 embarcaciones candidatas al premio Mejor Barco Europeo del Año. Además, esta edición ha servido para fomentar la sostenibilidad del sector, dando a conocer diversos tipos de embarcaciones eléctricas o híbridas que contribuirán a acelerar la electrificación de las motorizaciones.
En el aspecto más deportivo, la feria ha sido el escenario de presentación a los visitantes de la Copa América que se celebrará en 2024 en las aguas de la costa de Barcelona. Así, la feria ha contado con la presencia del equipo organizador neozelandés y con la visita miembros del conjunto suizo Alinghi, que ya están entrenando en la capital catalana.
Según la organización, “ha sido una de las mejores convocatorias de los últimos años gracias a la gran afluencia de público registrada, a la calidad de la oferta y a los contactos de negocio establecidos”, lo que contribuye a reforzar el salón como el evento líder y de referencia del sector náutico en España.
Presentación de innovaciones
Durante los cinco días de feria, en el espacio Innovation Dock, 15 empresas emergentes de siete países han presentado sus proyectos para una náutica más digitalizada y menos agresiva con el entorno marino. Se ha podido ver, por ejemplo, una embarcación de pequeña escala y de aspecto similar a un coche, que hace la función de taxi. Se trata del proyecto de la empresa Seabubble, que este año ha traído al salón su primer prototipo de taxi marítimo. Aunque es una idea que ya se había visto en anteriores ediciones, la propuesta de esta compañía viene marcada por su sostenibilidad, puesto que la embarcación es eléctrica.
Uno de los impulsores de este taxi marítimo y eléctrico, Joan Company, ha explicado en declaraciones a ACN que la propuesta pasa por “el ahorro de tiempo y de energía”. La embarcación puede operar en aguas tranquilas y su principal propósito es conectar poblaciones o áreas cercanas, donde el recorrido marítimo puede ser más corto que el terrestre. A modo de ejemplo, Company señaló que esta embarcación podría conectar el Hotel W de Barcelona con el Port Vell. Lejos de ser un dispositivo dirigido al ocio marítimo, el proyecto está enfocado “al gran público” y con la idea clara de fomentar “la conectividad”.
Otra de las propuestas innovadoras que se han visto este año en el Salón Náutico es la de la empresa valenciana Proteus, que ha desarrollado un salvavidas dirigido remotamente con el propósito de “llegar tan pronto como se pueda” a una persona que se esté ahogando en el mar. “El socorrista, si ve a una posible víctima, no hace falta que se meta dentro del agua, puede enviar el dispositivo y ver en qué situación se encuentra la persona”, destaca el consejero delegado de la compañía, Miguel Ángel Sánchez. De hecho, el salvavidas lleva incorporado un micrófono y un altavoz a través de los que la víctima y el socorrista podrían comunicarse. Además, también incorpora un control que la persona afectada podría utilizar, de poder, para dirigirse hasta un lugar seguro.
Por su parte, SeatMó ha llevado a la feria una embarcación cien por cien eléctrica que ya lanzó como novedad este verano en la isla de Menorca con el propósito de fomentar la movilidad sostenible y compartida. Se trata de una pequeña embarcación, enfocada al público de ocio, que puede alquilarse por días o semanas, y que es fruto de una colaboración con la empresa Rebot Yachts, que se dedica a electrificar embarcaciones tradicionales.
Regeneración de los fondos marinos
Entre los proyectos sostenibles que se han presentado en el Náutico figura el de Underwater Gardens, una iniciativa con sello catalán para la regeneración de los fondos marinos y que cuenta con la colaboración de la Comisión Europea, en el marco del programa Horizone Europe . El proyecto busca garantizar la conservación de los ecosistemas marinos y lo que hace es evaluar y proporcionar soluciones de acuerdo a las características de cada ecosistema concreto. Este conjunto de soluciones es lo que llaman toolbox, una caja de herramientas diseñada con un consorcio de científicos internacional. Entre las soluciones, la subdirectora científica de la compañía, Laura Busquera, explica que se encuentra, por ejemplo, la plantación de fanerógamas o hacer una replantación in situ en las propias rocas ya existentes. Según apunta, la idea es ofrecer una “regeneración integral”, que implique a los litorales costeros, los litorales terrestres, así como la alta profundidad marina.
El fundador del proyecto, Marc Garcia, añade que la idea surge a raíz de ver cómo los recursos que ofrece el mar se están quedando “al límite”, debido al cambio climático principalmente. A esto, se le suma el hecho de que “la administración no es ágil” a la hora de tomar soluciones, según Garcia. “Debemos empezar a regenerar, restaurar y multiplicar la capacidad del mar para que nos pueda dar servicio”, concluye el director de Underwater Gardens.
