En 2018 Elisabeth Álvarez, psicóloga y experta en dermoestética, decidió crear un concepto de centro de belleza en Barcelona inexistente hasta el momento. El lugar al que ella iría sin dudarlo. Con tratamientos que fusionan estética y wellness, precios competentes y asumibles (ella asegura que no vende nada que no pagaría), la última aparatología que ella misma escoge en el mercado internacional y protocolos propios para que sean lo más efectivos posibles.
Al acabar la carrera de psicología empezó a trabajar como adjunta de dirección en una clínica de estética, pero el nacimiento de su primer hijo marcó un antes y un después. “Quería volver a trabajar, pero necesitaba un proyecto apasionante que valiese la pena. En ese momento en Barcelona solo había dos tipos de centros: los estéticos, con buena aparatología pero inalcanzables a nivel económico, y los de terapias manuales, buenos para relajarse pero con efectividad limitada. Faltaba un espacio con muchísima tecnología a precios razonables que fusionase la medicina estética con el bienestar. Son necesarias la una para la otra. “Sólo medicina es demasiado, pero solamente estética se queda corto”, explica Elisabeth Álvarez, consejera delegada de InOut en una entrevista con The New Barcelona Post.
En 2018 nació InOut y, a los tres meses de su apertura, ya contaba con una lista de espera de cuatro meses. Uno de los secretos de su éxito fue transformar la imagen de clínica estética del momento. “Todas eran blancas, iguales, con equipos médicos altivos… Quería crear un espacio diferente, dinámico, cálido, con interacción de los doctores de tú a tú. Entran y supervisan la piel y los tratamientos sin necesidad de coger cita previa con ellos. Todo muy integrado, cómodo y fácil”, comenta Álvarez.
El antiguo InOut estaba en la Avenida Diagonal 384 (a un minuto del nuevo). Empezaron con dos cabinas, y crecieron hasta llegar a las 16 con una plantilla de 25 trabajadores. El nuevo InOut se encuentra en Diagonal 392 y ha supuesto una inversión de dos millones de euros. El centro cuenta con tres plantas, una superficie de 1.000 metros cuadrados, 40 cabinas, ventanas y paredes insonorizadas, dos entradas independientes para los que buscan privacidad, salas de espera individuales y baños con tocadores. El centro cuenta también con una zona de 300 metros para el personal, con salas de descanso, formación y grandes vestuarios. El equipo, formado por una plantilla de 50 personas, cuida de sus clientes desde que entran hasta que se van, con seguimiento personal incluido vía WhatsApp.
Los tratamientos combinados han posicionado a InOut como un centro de referencia. “Todos mis protocolos son personalizados e incluyen aparatología. En InOut una higiene facial nunca es solamente eso, porque la combino con diferentes tipos de láseres, radiofrecuencia o punta de diamante. Estas combinaciones nos posicionaron muy rápidamente”, destaca la empresaria.
Álvarez asegura que disponer de esta maquinaria punta no es algo sencillo. “La mayoría de la aparatología la traigo de fuera con todos los problemas que eso conlleva: tramitación, permisos, licencias médicas y muchos viajes para detectar qué es lo último en el mercado. La inversión en aparatología es incalculable. Tenemos nueve láseres diferentes y todas las tecnologías que puedas imaginar tanto en faciales como en corporales”, subraya.
La fundadora de InOut también pone el énfasis en los precios, que considera que son “ajustados”. “Tenemos un láser que solo lo tiene en España otro centro de Madrid y ellos ponen la sesión a 900 euros y nosotros a 150 euros”, asegura. Pero, ¿cómo rentabiliza entonces esta inversión? “Con la cantidad de clientes y el número de sesiones. Si fueran carísimas no se harían más de una. Los precios los pongo en función del resultado, y siempre pienso en lo que yo pagaría”, indica Álvarez.
Experta en el manejo de redes sociales
El boca a oreja funcionó al principio, pero Elisabeth Álvarez ha sabido utilizar las redes sociales de forma magistral. “Cuando abrimos tuvimos mucho éxito con las depilaciones Soprano. Empezaron a venir futbolistas del Barça con sus mujeres y el efecto llamada fue imparable”, recuerda la consejera delegada. Tanto desde la cuenta de InOut (con 126.000 seguidores), como desde la suya propia (con 90.000), Álvarez se ha convertido en una influencer con entidad propia que analiza y aconseja sobre rutinas de belleza.
“Nuestros protocolos son tan diferentes que teníamos que enseñarlos. Pero nunca pensé que InOut fuera a crecer tanto, ¡ni mi propia cuenta! No utilizo las redes para monetizar nada ni acepto colaboraciones de ningún tipo con marcas. Es una vía de divulgación para hablar de lo que me gusta y de la importancia del cuidado en casa. Sin esa constancia, los tratamientos en cabina son absurdos”, advierte. “Además —añade Álvarez—, soy muy partidaria de las pieles reales y ahora hay una obsesión importante con las pieles irreales. Lo vivo día a día. Nuestros clientes quieren pieles sin poros, y eso no existe. Nunca pongo imágenes de cuerpos delgadísimos haciéndose corporales o pieles tratadas con Photoshop promocionando tratamientos. Son las cosas que hacen daño al sector. Hay que cambiar el diálogo y buscar pieles sanas. Eso hago desde mi cuenta”.
Son muchas las celebrities que visitan InOut y viajan específicamente a Barcelona para tratar su cuerpo y rostro en el centro: actrices, cantantes, modelos y las influencers más conocidas a nivel nacional. ¿Sus tratamientos más famosos? La redensificación labial Harmony lips, el premiado Oxylight y su último lanzamiento facial, Glossy Skin, que mezcla la tecnología de la crioterapia con punta de diamante.
Nuevos proyectos de crecimiento
El olfato empresarial de Elisabeth Álvarez la lleva a buscar nuevas oportunidades de negocio. Dentro de muy poco abrirá cuatro espacios de venta de productos de belleza en la T4 del Aeropuerto de Madrid. “La cosmética es mi otra gran pasión y en los viajes, por las limitaciones de líquidos, no puedes llevarte casi nada. Es un espacio diferente planteado por las necesidades de la piel. Los productos estarán expuestos por necesidades (piel grasa, madura o con manchas), y no por marcas. Lo dividiremos en tipo de piel, necesidades y pasos de rutina. Empezamos en Madrid y me gustaría llegar a Barcelona”, avanza.
Y esto no es todo. Ahora prepara el lanzamiento de su propia línea cosmética con la marca Elisabeth Álvarez. “Hace dos años que trabajo en este proyecto y si llego a saber lo que cuesta, no lo hago. Ya tenemos todas las formulaciones aprobadas y los permisos hechos. Son productos efectivos en los que creo. No lanzo retinoides ni solares porque no he logrado conseguir fórmulas mejores de las que hay en el mercado”, concluye.
