Árboles en suspensión, acompañados por arbustos y plantas colgantes, cubrirán la pared que quedó desnuda cuando desapareció el antiguo restaurante La Pèrgola, detrás del recinto ferial de Montjuïc y justo antes de llegar al CaixaForum. La naturaleza sustituirá a los grafitis que han invadido esta medianera en los últimos años gracias a la intervención que realizará el equipamiento cultural, coincidiendo con la celebración de su 20 aniversario. “Será único en el mundo”, defiende la directora general adjunta de la Fundación La Caixa, Elisa Durán.
La entidad dará así un paso más en los jardines verticales que ha ido desarrollando, primero en Madrid y luego en el CosmoCaixa. Por primera vez, los protagonistas serán los árboles. “Consigue integrar muy bien arquitectura, paisaje y biodiversidad”, subraya la teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz. Además, Sanz pone en valor que lo hace encajando perfectamente con la transformación que la administración proyecta para esta zona de la ciudad. Para hacerlo posible, el CaixaForum ha trabajado de la mano de Fira de Barcelona en el diseño del proyecto. Su director de servicios de recintos e infraestructuras, Marc Serra, señala que esta intervención supone una oportunidad para dignificar una fachada que había quedado en mal estado tras el derribo de La Pèrgola.
Con una inversión de un millón de euros, la empresa de jardinería vertical y cubiertas verdes Babilon será quien desarrolle el proyecto, con la colaboración de L’Obrador Arquitectura i Paisatge, Vidal i Solanes Arquitectes y Most Enginyers. Se prevé que el nuevo bosque vertical esté listo a finales de este 2022. Sus integrantes ya han empezado a crecer en invernaderos, a la espera de ser trasplantados a esta pionera instalación, que tendrá una superficie de más de 500 metros cuadrados, con 50 metros de ancho y 12 metros de alto. Una estructura autoportante, hecha de acero galvanizado y con un peso de 45 toneladas, cubrirá la antigua pared del Palacio de la Metalurgia y será el apoyo para los árboles, arbustos y plantas que crecerán en ella.
La instalación verde ideada por el CaixaForum estará formada por 15 árboles de grandes dimensiones y 22.000 plantas, entre trepadoras, arbustivas y colgantes. Se repartirán en cuatro niveles, con una altura de 2,5 metros cada uno. Los árboles quedarán recogidos en jardineras, engalanadas con esculturas hiperrealistas que imitarán sus raíces, con el objetivo de ver lo que nunca se ve a través del arte. “Naturaleza y cultura no se pueden separar”, remarca Durán. También habrá mallas verticales que servirán de apoyo a las plantas guía. En la zona central del bosque, se incluirá un elemento de gran formato que explicará la formación geológica de los acantilados en Montjuïc.
Para poblar este bosque innovador, se ha seleccionado un total de 40 especies diferentes, todas ellas autóctonas o adaptadas al clima mediterráneo. En esta criba, se han priorizado especies con un alto valor melífero, con el objetivo de alimentar a las poblaciones de abejas, mariposas o sírfidos. También se han buscado especies que den sus frutos en diferentes momentos del año, pero, especialmente, en el invierno, estación en la que las aves tienen más problemas para encontrar sustento y calor. Hasta se han incluido especies que atraen insectos que depredan o ayudan a controlar las invasiones de plagas, ideando un refugio para vertebrados e invertebrados de todo tipo.
Algunas de las especies botánicas que se incluirán serán la festuca, la vinca, la salvia, la lavanda, la hiedra o la milenrama. También habrá plantas como el jazmín o la lonicera, y árboles como el algarrobo, el olivo, el granado, el avellano, el zalce o el álamo blanco. Códigos QR repartidos por el mural vegetal darán información sobre cómo interactúan entre ellas las diferentes especies y la diversidad de la fauna local, así como los usos culinarios, curativos, decorativos y económicos de estas plantas, arbustos y árboles.
El conjunto se completará con un sistema de riego, integrado por dos bombas de agua y 500 metros lineales de tuberías. Se ha diseñado para poder consumir las aguas pluviales y reaprovechar el agua de regar, con 13 depósitos para almacenarla. Se calcula que podrán cubrir hasta 15 días de autosuficiencia de riego, cifra que bajará a los siete en los meses más secos.