Todo el mundo tenía la sensación de que el Mobile World Congress (MWC) de este año había superado las expectativas y los números lo han confirmado. El salón tecnológico ha vuelto a situarse por encima de la frontera de los 100.000 congresistas, una meta que consiguió por primera vez en 2016 y que había perdido con la pandemia. Con una participación de casi 101.000 asistentes de un total de 205 países y regiones, se ha superado sobradamente los registrados de hace un año, cuando se situaron en los 88.500 congresistas, así como las previsiones que tenían los organizadores a un mes vista, cuando se esperaban a 95.000 participantes. Los días más fuertes tradicionalmente han sido el lunes y el martes, pero ha habido expositores que han notado que este año no había bajado el ritmo el miércoles, incluso este mismo jueves, último día del congreso en el que muchos congresistas acostumbran a haber vuelto a casa.
“Ha sido la mejor edición de la historia del MWC”, ha valorado su cara más visible, John Hoffman, poco después del cierre de puertas del recinto ferial de Gran Via. Más allá de la cifra total, la GSMA ha aplaudido la calidad de los congresistas, con un 51% de los asistentes de nivel directivo, entre los cuales un 21% eran C-suite (consejeros delegados y directivos con poder de decisión). Además, el programa ministerial ha estado formado por más de 180 delegaciones de 140 países, incluidos dos jefes de estado y más de 70 ministros. “Esto es único. Es la edición en la que se ha generado más negocio y más actividad”, ha sostenido el director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga. Solo el centenar de empresas catalanas que han participado este año han generado más de 18 millones de euros de volumen de negocio, por encima de los 15 millones de euros de hace un año, según ha detallado la secretaria de Polítiques Digitals del Govern, Gina Tost.
El regreso de los congresistas asiáticos ha impulsado el crecimiento del MWC 2024. El congreso se consolida año tras año como una plaza neutra en la batalla tecnológica entre Estados Unidos y China, lo que atrae a compañías de ambos países. “Esto no pasa en ningún otro lugar del mundo, solo pasa aquí”, ha remarcado Serrallonga. Huawei ha vuelto a ser el expositor que más espacio ha ocupado en el Mobile, acaparando casi mucho más que la mitad del pabellón 1. Algunas compañías asiáticas como Chuangwei han regresado para volver a encontrar clientes después de haber dejado de participar por la pandemia.
Otras se han estrenado como China Telecom Global. Según ha señalado su director, Shijia Wu, “han sido unos días muy buenos y llenos de actividad, donde hemos podido conocer a líderes de la industria”. Hasta ahora, habían participado como asistentes, pero, después de su primer año, en el que han detectado que han venido más empresas de su país, tienen claro que volverán. También ha sido el primer año de la japonesa KDDI, quien ha querido participar “para expandirse globalmente”, ha valorado su presidente, Makoto Takahashi. “La presencia de congresistas asiáticos ha sido muy mayor en comparación con los años anteriores y han venido con mucho interés”, ha remarcado el socio de Telco en NTT Data, Fernando Rex, quien ha indicado que también se han encontrado con muchos asistentes de Oriente Medio.
En una edición marcada por la inteligencia artificial (IA), presente en casi todos los estands, el MWC se ha confirmado como un salón que va más allá de su origen, los móviles, reafirmándolo como el principal evento tecnológico a nivel mundial. Un año más, más de la mitad de los asistentes trabajan en industrias adyacentes a las telecomunicaciones, reflejando la digitalización que afronta toda la economía, desde la industria y la salud hasta el entretenimiento. Incluso se ha aumentado la proporción, pasando del 57% de 2023 hasta el 59% este año. Entre los 2.700 expositores, había compañías ajenas a las telecos como Airbus o Harman Automotive. Incluso uno de los integrantes clásicos del Mobile, Xiaomi, ha preferido poner el foco en su modelo de coche autónomo. Y, sin duda, la estrella de la feria ha sido la robot Ameca. Expuesta por la compañía estatal de telecomunicaciones de los Emiratos Árabes, Etisalat &, se ha convertido en la parada obligatoria de la feria y todo el mundo quería hablar con ella, aunque inquietasen un poco sus miradas penetrantes y gestos completamente humanos.
“Barcelona ha cumplido de nuevo”, ha rematado Hoffman, ya pensando en la edición del año que viene, que se celebrará una semana más tarde de lo habitual, la primera de marzo. El congreso tendrá que adaptarse a un recinto ferial en el que ya ocupa casi todos los rincones de exposición, a la espera de que se inaugure el nuevo pabellón, donde las grúas seguían trabajando estos días, ajenas al trajín de congresistas que se vivía a pocos pasos. Prevista su inauguración para el Mobile de 2027, Fira de Barcelona tendrá que buscar fórmulas para aprovechar el máximo el espacio disponible en las próximas dos ediciones, con estructuras externas entre pabellones como las que se vieron en 2019 o volviendo a ocupar el recinto de Montjuïc, vacío desde que el Four Years From Now (4YFN) se mudó a L’Hospitalet de Llobregat y aceleró su crecimiento.
