Nueva etapa en uno de los hoteles más emblemáticos de Barcelona. El hasta ahora conocido como Hotel Rey Juan Carlos reabre este miércoles después de que la covid asestara el golpe definitivo a una operativa afectada por una abultada deuda de 180 millones de euros. Bajo la marca del Grupo Meliá, el establecimiento se ha sometido a una profunda rehabilitación que no solo ha renovado su interior, sino que también se ha llevado su nombre, con una figura protagonista ahora menos popular que cuando se inauguró durante los Juegos Olímpicos de 1992. A partir de ahora, se llamará Torre Melina, tomando el nombre a una masía del siglo XII en cuyos terrenos se encuentra enclavado el complejo.
El Hotel Torre Melina empieza esta segunda vida integrado en la marca de lujo Gran Meliá, que engloba los establecimientos de mayor categoría del grupo familiar de Baleares, convirtiéndose en el primero en ostentar este título en Barcelona. Meliá refuerza así su apuesta por la ciudad, donde a finales de 2021 inauguró un cinco estrellas, el ME by Meliá, en la calle Casp. En la capital catalana, también explota el hotel rascacielos Barcelona Sky, el Meliá Sarrià y los hoteles Condal Mar y Apolo.
El nuevo propietario del activo inmobiliario, Tyrus Capital, quien evitó que el establecimiento acabase en liquidación tras suspender pagos, ha acometido una inversión de 40 millones de euros para el lavado de cara y el reposicionamiento del hotel. En los planes del fondo de inversión, se contemplaba reincorporar el 100% de los cerca de 300 empleados del complejo que todavía seguían en ERTE desde su cierre en 2020. Cuando el hotel funcione a pleno rendimiento, la plantilla crecerá hasta los 400 trabajadores.
Con la reapertura del Palau de Congressos de Catalunya el pasado mes de octubre, también cerrado desde 2020, el Torre Melina quiere posicionarse en el cada vez más creciente turismo de reuniones y congresos (MICE por sus siglas en inglés) en Barcelona. En ese sentido, no extraña la elección de la fecha para su apertura, a un mes de la celebración de la principal feria que acoge la ciudad, el Mobile World Congress (MWC), días marcados en el calendario de diferentes agentes económicos para inaugurar la temporada turística, desde los hoteles hasta los taxis y los locales de restauración y ocio. Antes del MWC, el hotel podrá probar su éxito entre este nicho de público con el Integrated Systems Europe (ISE), la mayor feria audiovisual de Europa. Una fecha destacada del renovado complejo hotelero y de congresos será la reunión anual del Cercle d’Economia. El encuentro abandonará su ubicación en las últimas ediciones, el Hotel W, y se trasladará este año al Palau de Congressos de Catalunya.
Menos habitaciones y nuevos restaurantes
Con un total de 391 habitaciones, unas 40 menos que en la etapa anterior, el Torre Melina incorpora un ático de 300 metros cuadrados, con terraza propia, así como algunas suites pensadas para largas estancias, con dormitorio, cocina y salón. Más de 14 tipos de habitaciones que tendrán precios a partir de los 300 euros la noche. La oferta de restauración estará formada por cinco propuestas, entre las que destacan Beso Pedralbes, junto a la piscina del hotel y con una apuesta por las brasas vascas; Erre de Urrechu Barcelona, en el vestíbulo y liderado por Íñigo Urrecho, con una carta formada por verduras ecológicas de temporada, pescados salvajes, carnes nacionales e internacionales y más de 200 vinos, y Chroma, dirigido por el bartender Erik Lorincz. Todo ello, rodeado por más de 25.000 metros cuadrados de jardín.