Desde hace algunas semanas, se trabaja con intensidad en las obras de remodelación del antiguo Hotel Juan Carlos I de Barcelona. Todo tiene que estar listo para Navidad, ya que el objetivo del nuevo operador del complejo, el Grupo Meliá es abrir el hotel en enero de 2024 bajo la marca Gran Meliá Miranda de Pedralbes. Será el primer hotel de su sello de más alta categoría que el grupo hotelero balear tendrá en Barcelona, ciudad donde dispondrá de un total de siete establecimientos; catorce en el conjunto de Catalunya, aunque esta cifra crecerá en 2024 con el estreno de un hotel en Lloret de Mar. Meliá se ocupará de reabrir también el Palacio de Congresos de Catalunya —que forma parte del mismo complejo—, el próximo mes de octubre.
Cerrado desde hace tres años como consecuencia de la pandemia, el lavado de cara y reposicionamiento de este hotel cinco estrellas supondrá una inversión de 40 millones de euros, una cifra que será asumida por el nuevo propietario de este emblemático activo inmobiliario, el fondo Tyrus Capital, que rescató al hotel de acabar en liquidación tras suspender pagos como consecuencia de su abultada deuda, que ascendía a 180 millones de euros. Según Manuel Juste, director del área fiscal de Tyrus, gracias al fondo se podrán reincorporar el 100% de los cerca de 300 empleados del complejo que todavía siguen en ERTE —acumulan ya siete expedientes— y, cuando el hotel funcione a pleno rendimiento, la plantilla crecerá hasta las 400 personas, por lo que se crearán un centenar de puestos de trabajo.
“Estamos seguros de que este proyecto, que hemos confiado a Meliá, será un éxito. Queremos convertir a este resort en el mejor hotel de Barcelona y tenemos al mejor gestor para conseguirlo”, asegura Juste. Según el abogado, el consejero delegado de Tyrus, Tony Chedraoui, “se enamoró del activo cuando lo vio”, por lo que destaca que se trata de “una apuesta personal del CEO” y también en favor de la ciudad de Barcelona. “Nuestros planes no pasan por desinvertir de forma rápida; para nosotros este hotel tiene un valor emocional, creo que será una inversión a largo plazo”, subraya.
En esta línea, sí que figura en los planes de Tyrus explorar, cuando llegue el momento, la posibilidad de alargar la concesión municipal, que expira en 2040. Ese fue el plazo que fijó el Ayuntamiento de Barcelona, dueña del terreno, a la empresa que promovió el antiguo Juan Carlos I con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos. Según el acuerdo, una vez vencida esta fecha, el inmueble, que diseñó el arquitecto Carles Ferrater, debe revertir al consistorio. Juste explica que la inversión que ahora se efectúa deberá amortizarse antes de que expire la concesión dentro de 17 años, pero vincula futuras inversiones en el complejo —que considera que serán necesarias para mantener el hotel en lo más alto— a una eventual ampliación del periodo concesional.
Una reciente sentencia judicial, ha dado vía libre al contrato de gestión que firmó en enero Tyrus con Meliá, aunque el anterior operador, Fairmont (Grupo Accor), que reclama mantener el contrato o que se le indemnice, ha anunciado que prevé recurrir la sentencia. Juste asegura que “no tiene miedo” a que el juez de la instancia superior tumbe el acuerdo, porque considera que el proyecto de reapertura que están impulsando es lo mejor para el futuro del hotel y de la plantilla. “No nos dedicamos a pelear, nos gustaría que Fairmont no recurriera. Es una gran cadena, pero no tuvo la capacidad de reacción y la velocidad que neceistábamos para sacar adelante el activo, no nos daba el confort que necesitábamos como inversores”, señala el ejecutivo de Tyrus, tras contraponer que en Meliá encontraron rápidamente todo el apoyo que buscaban.
Hay que recordar que hasta que presentó concurso de acreedores en 2022, la sociedad propietaria del hotel, Barcelona Project’s, pertenecía a una rama de la familia real saudí, concretamente a los descendientes del fallecido príncipe TurkiBen Nasser. Tyrus Capital, que era el mayor acreedor al ser titular de una deuda de 90 millones, se encargó de liderar la reestructuración del pasivo financiero, que se capitalizó en acciones, por lo que la familia saudí dejó de ser la propietaria y la empresa quedó íntegramente en manos de los acreedores. Tras esta operación, Tyrus pasó a controlar una amplia mayoría del capital de Barcelona Project’s y la sociedad pudo superar el concurso de acreedores el pasado mes de junio, lo que ha permitido empezar las obras para la reapertura del hotel.
¿Y qué proyecto tiene previsto Meliá para el establecimiento? El grupo presidido por Gabriel Escarrer tomó en primer lugar la decisión de cambiarle el nombre del hotel. A comienzos de año, anunció que lo reabriría como Miranda de Pedralbes —“por ser un gran mirador sobre la ciudad de Barcelona”— y ahora ha dado más detalles, como la intención de reducir de 432 a 391 el número de habitaciones, lo que permitirá ganar espacio para habilitar un total de 65 suites. Una de ellas, la Penthouse Suite Red Level, dispondrá de más de 200 metros cuadrados repartidos en tres plantas (14, 15 y 16) y se comercializará con un precio mínimo de 2.000 euros por noche.
También habrá un grupo de 108 habitaciones que integrarán el denominado RedLevel Lounge, un área VIP con servicios exclusivos para los huéspedes. Otra novedad es que el Miranda de Pedralbes dispondrá de 30 habitaciones con un equipamiento especial para clientes de larga estancia (RedLevel Suite Long Stay), un servicio que aseguran que cuenta con una demanda creciente.
En total, habrá nueve tipos distintos de habitaciones —todas están siendo ahora reformadas— y, durante el primer año, se prevé alcanzar una ocupación media del 65%, según avanza Alberto Lalinde, director de operaciones de Meliá en Catalunya. Según el ejecutivo, el precio medio de las habitaciones oscilará en función de la temporada del año y de la ocupación, pero se espera que se sitúe en los 300 euros.
Para dirigir el nuevo Gran Meliá Miranda de Pedralbes, el grupo hotelero ha elegido a Ramón Vidal Castro, que fue durante seis años el director del Meliá Castilla de Madrid y, hasta ahora, dirigía el complejo de Hotel y Palau de Congressos de Palma de Mallorca. “Para mí es un honor enorme asumir este proyecto”, afirma Vidal, convencido de que tiene entre manos “el mejor complejo de reuniones y hotelería de Europa”. “No hay nada similar, estoy muy feliz”, ha detallado en su primer encuentro con la prensa.
Según Vidal, el Miranda de Pedralbes será “un oasis urbano” a solo unos metros de la Diagonal gracias a sus centenarios jardines de 25.000 metros cuadrados —ahora también en fase de recuperación—, que albergan dos piscinas y un lago. Precisamente, una de las principales intervenciones de las obras de remodelación será abrir el lobby del hotel a los jardines, lo que supondrá derribar la parte inferior del muro trasero para que el hotel quede totalmente conectado con los espacios exteriores.
La estrella de esta parte exterior será un beach club de 2.000 metros cuadrados que dispondrá de una espectacular piscina y de un restaurante. También se renovará totalmente la zona del pool bar, donde además de la segunda piscina del hotel se encuentra el spa, que actualmente explota el Real Club de Polo, aunque la gestión pasará también ahora a manos de Meliá.
El otro gran atractivo del Miranda de Pedralbes, asegura Vidal, será el rooftop, una terraza situada en lo alto del hotel que ofrecerá unas vistas privilegiadas de 360º y que podrá acoger eventos para 250 personas. El director del hotel destaca también que la reapertura supondrá “una revolución en la oferta gastronómica”, en buena parte gracias a la inauguración del restaurante Erre Barcelona Winery & Grill, que liderará el chef vasco y maestro parrillero Iñigo Urrechu, que en 2021 se convirtió en el propietario del mítico restaurante madrileño Zalacaín.
Finalmente, según Vidal, antes de reabrir en octubre el Palacio de Congresos de Catalunya, se renovará todo el mobiliario, se cambiarán las moquetas y se dotará al complejo de la última tecnología para que sea un referente destacado dentro del emergente sector de los congresos y convenciones en Barcelona. “Ya tenemos una buena cartera de eventos confirmados para octubre, noviembre y diciembre”, asegura.