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La piscina de la Escullera del CNB, una obra de art déco, se inauguró en 1924. ©CNB

El CNB recupera la piscina de la Escullera con ambición olímpica

El Club Natació Barcelona quiere que la histórica piscina estilo art déco, inaugurada en 1924 y clausurada en 2007, vuelva a ser un referente deportivo de la ciudad. Esta iniciativa se inscribe dentro del proyecto global de remodelación de las instalaciones del club en la Barceloneta, con un presupuesto de 12 millones de euros.

“Barcelona formará más deportistas en la disciplina olímpica de saltos de trampolín gracias a la recuperación de la piscina de la Escullera”. Con esta contundencia se expresa Bernat Antràs, presidente del Club Natació Barcelona (CNB), al explicar el proyecto de remodelación integral de las instalaciones de la centenaria entidad deportiva.

La piscina de la Escullera “está en el imaginario de muchos barceloneses, muchos aprendieron a nadar en ella”, hasta que fue clausurada en 2007. Inaugurada en 1924, fue la primera piscina cubierta de España y la primera del mundo con agua de mar templada, y “la recuperamos para que vuelva a ser un referente deportivo de la ciudad”, añade Antràs. Cuando acabe la reforma, previsiblemente a finales de 2023, será la única piscina cubierta de saltos de la ciudad de Barcelona, ​​ya que en la actualidad esta disciplina deportiva sólo se puede practicar en las Piscinas Municipales de Montjuïc a cielo abierto, o en el Centro de Alto Rendimiento deportivo de Sant Cugat, si es a cubierto.

La propuesta del CNB es que la instalación dé un nuevo impulso a las secciones deportivas del Club Natació, desde el waterpolo, natación, sincronizada,… y especialmente en la modalidad olímpica de los saltos de trampolín, convirtiéndose en un sitio para la práctica de este deporte en todas sus vertientes: iniciación, promoción, entrenamientos y competición.

Pero también quieren abrirla en la ciudad y su área de influencia. “Estableceremos acuerdos de colaboración con entidades deportivas de Barcelona y otras poblaciones para que los federados puedan hacer uso de la instalación para sus entrenamientos”, como ha ocurrido a lo largo de la historia de la piscina y del club.

“Como en casa”

Esto despierta la nostalgia de socios y no socios que se formaron como deportistas en la piscina de la Escullera, que tiene 33 metros de largo por 14 metros de ancho, con opción de cerrarla para que quede una piscina de 25 metros para algunas competiciones y una menor de 14 metros de largo. Nadadores como Pepi Solé y Esther Eroles explican que “la piscina, y con ella el CNB, fue durante muchos años nuestra segunda casa”.

Club Natació Barcelona piscina de l'Escullera
El CNB es una entidad abierta a la ciudad, donde se han impartido diversas disciplinas deportivas a lo largo de su historia. ©CNB

“Todos llevamos esta piscina en el corazón, en ella hemos volcado todos nuestros sentimientos”, explica la nadadora Pepi Solé, hija de uno de los entrenadores de natación del Club Natació, que aprendió a nadar en esa piscina, donde también se entrenó y con ocho años empezó a participar en los campeonatos de natación de Catalunya, llegando a ser campeona de España en 4×100 estilos, en 1958. Compitió durante cerca de 16 años y posteriormente –después de un impasse personal— fue monitora de cursos de natación y más tarde entrenadora de deportistas olímpicos como Iñaki Aguilar, Adrià Delgado y Anna Godoy. Por tanto, “he estado toda mi vida vinculada a la piscina de la Escullera”.

La nueva instalación será la única piscina cubierta de la ciudad para la disciplina de saltos de trampolín

“Como éramos el único club de la ciudad que tenía una piscina cubierta despuntamos en muchas disciplinas deportivas y tuvo mucha actividad”, comenta Solé y explica que se convirtió en un lugar imprescindible para muchos deportistas de élite.

Por su parte, la deportista paralímpica Esther Eroles, que ganó cuatro medallas de plata en los Juegos Paralímpicos de Seúl, en 1988, entró en el CNB a partir de 1992 cuando la entidad inició la sección de natación adaptada. Ya en el club continuó en las competiciones nacionales e internacionales hasta 1995, con el Campeonato Europeo de Perpiñán. “Desde entonces mi vinculación con el club se ha mantenido porque empecé como deportista y cuando se acabó mi carrera asumí tareas de monitora en la misma piscina de la Escullera”, manifiesta Eroles, que lo ha podido compaginar con su profesión de ingeniera, “gracias a las relaciones personales y de amistad con otros socios del club”. “Si lo miras fríamente, todas las oportunidades laborales de mi vida han surgido gracias al Natació Barcelona”. Se ha vinculado a muchas tareas como el primer campeonato de España de natación adaptada que se llevó a cabo en el club en 2008.

Club Natació Barcelona
Las instalaciones del Club Natació Barcelona (CNB), con acceso a la Playa de San Sebastián, ocupan un espacio de 24.000 metros cuadrados. ©CNB

“El Club Natació despierta un sentimiento de pertenencia; hay socios que por las mañanas llegan antes de que abra, hay familias enteras que disfrutan de las instalaciones, que pasan el fin de semana…”, explica esta medallista paralímpica.

Ahora, Eroles está involucrada en otro trabajo: reunir a muchos deportistas de las secciones de agua del Club. Están organizando, para el próximo 26 de marzo, una fotografía con todos los deportistas de la entidad que hayan competido para el CNB y hayan hecho uso de la piscina de la Escullera, ya sea el caso de secciones como el waterpolo, natación, natación adaptada, saltos, ballet acuático (ahora natación artística) o triatlón entrenando y compitiendo, como la sección de atletismo, formando parte del Atleta Complet.

Club Natació Barcelona piscina escullera
La piscina de la Escullera fue la primera cubierta de España y la primera del mundo con agua templada. ©CNB

Entre Fluidra y Myrtha

En el primer trimestre de 2022 se desvanecerá una parte del futuro de la nueva piscina de la Escullera, cuando se elija la empresa que debe construir la nueva instalación. En competencia, por ahora, la catalana Fluidra y la italiana Myrtha Pools, que ya tiene una vinculación con el CNB desde hace años porque, entre otras actuaciones, fue la encargada de la construcción de la piscina olímpica Nova Escullera, de 50 metros de largo, en 2003. La firma escogida será la encargada de todas las obras que sean necesarias en las cinco piscinas que tiene el club, dentro del proyecto de reforma global de sus infraestructuras en el Paseo de Joan de Borbó, que prevé una inversión de 12 millones de euros en colaboración con el grupo británico Green Track.

Las firmas internacionales del sector de las piscinas Fluidra y Myrtha han presentado sus proyectos

Criterios técnicos y económicos determinarán quién saca adelante la reforma, que también tiene una parte importante de obra civil, para la que también se llevará a cabo una puja. Sobre la mesa de la junta directiva del CNB hay tres propuestas. Se han presentado las constructoras Rubau, Construcia y, una UTE constituida por VOPI 4 y Certis.

Entre las condiciones se incluye mantener el estilo art déco con que el arquitecto Jaume Mestres –que durante los años 20 del siglo pasado era vicepresidente del CNB– proyectó la piscina de la Escullera. Todo un diseño avanzado en esa época y que gracias al ingeniero Manuel Folch, de la empresa Erebus, calentaba el agua de la piscina. El Club Natació Barcelona tiene sus orígenes en 1907 cuando un grupo de nadadores, encabezado por Bernat Picornell, lo fundó en el Gimnàs Solé y, pocos años más tarde, consiguieron en alquiler los Banys d’Orient i de San Sebastián de la Barceloneta, y después que la Junta de Obras del Puerto de Barcelona les cediera el uso de un local al inicio de la escollera de Levante, detrás de los históricos talleres Nuevo Vulcano. Allí, en 1920, Jaume Mestres proyectó la piscina de la Escullera, porque Barcelona quería optar a organizar los Juegos Olímpicos de 1924 que, finalmente, se celebraron en París.

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Edificio del arquitecto Jaume Mestres donde se ubica la antigua piscina de la Escullera. ©Fons Jaume Mestes/Arxiu Històric del COAC.