Les Tres Xemeneies
La central térmica de Sant Adrià, imagen icónica, se construyó en los años 70 y funcionó hasta 2011.

Las Tres Xemeneies de Sant Adrià, un nuevo icono de la Gran Barcelona

Las Tres Xemenies de Sant Adrià se salvaron de la piqueta porque de alguna manera encajaban con un imaginario skyline de la futurible Gran Barcelona. Nueve años después de su clausura se ha puesto en marcha la ambiciosa transformación urbanística de toda la zona.

El skyline barcelonés es un work inprogress. En buena medida se ha ido construyendo a trompicones, e incluso uno de sus hitos más emblemáticos, la Sagrada Familia, tiene una silueta en evolución permanente. Algunos de los iconos más reconocibles ahora en cualquier souvenir turístico, como la Torre Glòries (antes Agbar) o el hotel W, han nacido en pleno siglo XXI. El caso de las Tres Xemeneies de Sant Adrià, una estructura destinada a integrarse en este skyline tan disperso y cambiante, se trata de un vestigio industrial del desarrollismo tardofranquista, que se construyó en los años 70 y funcionó hasta 2011. Una central térmica que embadurnaba de hollín la ropa tendida en Sant Adrià y Badalona, que calentaba las aguas próximas con sus emisiones (cosa que atraía a los peces y hacía las delicias de los pescadores de domingo) y que tuvo que crecer de sus 180 metros de altura iniciales hasta los 200 metros, para evitar así el nivel de la capa de inversión térmica en la costa barcelonesa, que hacía que hasta entonces los gases contaminantes se quedaran metidos al nivel de la misma superficie.

Pese a sus funestos efectos ambientales, su fealdad brutalista y su ominosa silueta, se ganó el corazón de la población de Sant Adrià de Besòs, que decidió en una consulta popular en 2008 por una agobiante mayoría que la estructura se tenía que conservar una vez dejara de tener una utilidad práctica.

Las Tres Xemeneies se ganaron el corazón de los adrianenses, que decidieron en el 2008 que la estructura se tenía que conservar una vez dejara de tener utilidad.
Las Tres Xemeneies se ganaron el corazón de los adrianenses, que decidieron en 2008 que la estructura se tenía que conservar una vez dejara de tener utilidad.

Después de unos años de debates e indecisiones, la Comisión Territorial de Urbanismo del Ámbito Metropolitano de Barcelona aprobó finalmente este pasado verano el Plan Director Urbanístico (PDU) de las Tres Xemeneies, un ambicioso reordenamiento del frente litoral metropolitano que afectará 32 hectáreas repartidas entre los municipios de Badalona y Sant Adrià de Besòs. Las emblemáticas Tres Xemeneies se convertirán en el icono de una de las áreas de nueva centralidad de una metrópoli en expansión, que aspira a llegar por fin a convertirse en una Gran Barcelona que abrace en vez de enfrentar a sus municipios limítrofes.

En conversación con The New Barcelona Post, el alcalde de Sant Adrià, Joan Callau (PSC), valora la aprobación del PDU: “Estos procesos de transformación urbana son a largo plazo. El próximo año se tiene que hacer la aprobación provisional, después la definitiva. Pero se tiene que empezar a andar. Las líneas generales no creo que se alteren. Estamos trabajando para que en la sala de turbinas de la central se pueda implantar un hub internacional de conocimiento para el desarrollo sostenible y la paz. El proyecto está liderado por Màrius Roviralta, al frente de un grupo de expertos”.

Este pasado verano se aprobó el PDU de Las Tres Xemeneies, que reordenará 32 hectáreas del frente litoral metropolitano.
Este pasado verano se aprobó el PDU de Las Tres Xemeneies, que reordenará 32 hectáreas del frente litoral metropolitano.

Al municipio de Sant Adrià le toca un 10% de aprovechamiento, y los proyectos de vivienda de protección oficial serán impulsados desde el ayuntamiento. Callau resalta la transparencia que ha seguido todo el proyecto: “Se ha trabajado mucho y el proceso ha sido muy transparente. Se han hecho sesiones participativas, y se acaba de hacer una sesión especial para debatir el proyecto económico. Es un proyecto complejo, pero creo que la propuesta es muy buena”.

“Estos procesos de transformación urbana son a largo plazo. El próximo año se tiene que hacer la aprobación provisional, después la definitiva. Pero se tiene que empezar a andar. Las líneas generales no creo que se alteren”, explica el alcalde de Sant Adrià, Joan Callau

La llegada del Hard Rock Hotel, que reavivará la actividad del Port Fòrum, hoy por hoy bastante paralizada, y la consolidación de la presencia del campus de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) son otros de los vectores de transformación de la zona. Sobre la llegada del campus de la UPC, Callau afirma: “Ha significado un revulsivo para la zona. Hemos dado licencias para construir viviendas en solares privados, se está construido un apartahotel y hemos dado una licencia para una residencia de estudiantes fuera del ámbito estricto del campus. Es muy positivo porque su llegada a medio y largo plazo está creando un tejido de actividad con mucho futuro. Las cosas van a buen ritmo y se está dinamizando la zona”.

La semana pasada también se confirmó que Sant Adrià de Besòs acogerá el primer puerto digital de cables submarinos de fibra óptica de alta capacidad en Catalunya, el Barcelona Cable Landing Station (CLS), que empezará a operar en 2022. Una nueva infraestructura que convertirá a Catalunya en puerta de entrada y enlace de cables procedentes de Asia, África y el Mediterráneo con Estados Unidos.

 Imagen virtual de la futura sede de la Barcelona Cable Landing Station.
Imagen virtual de la futura sede de la Barcelona Cable Landing Station.

Un conjunto de buenas noticias y promesas de futuro que en estos momentos se encuentran emborronadas por las consecuencias de la pandemia, y que ha obligado al consistorio de Sant Adrià a atender urgencias inmediatas, que en un municipio con un índice de paro y una renta por debajo de la media catalana son especialmente urgentes. “Intentamos ayudar a mantener la actividad del pequeño comercio, de los autónomos y combatir la desocupación, porque desgraciadamente siempre hemos tenido unos índices superiores a la media. Ahora la prioridad es evitar que la gente acabe sufriendo. Pero esto pasará y somos optimistas de cara al futuro”, indica Callau.

Las 32 hectáreas de franja litoral entre el ferrocarril y el mar y desde la desembocadura del río Besòs hasta el final del espacio de las Tres Xemeneies son el núcleo duro del plan, que también impactará en un espacio más amplio, de 98 hectáreas, que actualmente ocupan almacenes y áreas industriales. Un proceso que culminará con la creación de equipamientos y zonas verdes, calles y la futura recuperación de las playas. Y la creación de nuevas viviendas contará con el compromiso de destinar el 40% a vivienda social. El tranvía se prolongará hasta el puerto de Badalona y se mejorarán las comunicaciones viarias entre municipios, teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad. Un sueño que, una vez se haga realidad, conseguirá transformar una zona largamente degradada en un pulmón de crecimiento y futuro para la futura Barcelona metropolitana.

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UN ENTORNO EN TRANSFORMACIÓN

Fuera del área estricta de ampliación del PDU de las Tres Xemeneies también están cambiando cosas. Tres proyectos ya en funcionamiento o en proceso de construcción contribuirán a dinamizar la zona en un punto de nueva centralidad. La construcción del nuevo hotel Hard Rock, la torre de apartamentos de lujo Antares y el campus de la UPC del Besòs son tres hitos que están cambiando la fisionomía de la zona.

Hard Rock Hotel

Las obras ya están en marcha, y si todo continúa según lo previsto el Hard Rock Hotel Barcelona, con 504 habitaciones y una inversión de 200 millones de euros, abrirá sus puertas a principios de 2022.

Se trata de un proyecto conjunto de HardRock International y la gestora de inversiones de capital riesgo ASG, que se está levantando justo ante el Port Fòrum, un complejo que seguro verá reavivar su actividad con este elemento dinamizador, y que puede recoger también la demanda de ocio que quedará huérfana con el cierre de la oferta de restauración y ocio del Port Olímpic de Barcelona.

Así se verá el futuro Hard Rock Hotel Barcelona, que se prevé que abra sus puertas en 2022.
Así se verá el futuro Hard Rock Hotel Barcelona, que se prevé que abra sus puertas en 2022.

Las dimensiones del nuevo hotel y su situación ante el mar lo posicionan como un nuevo futuro competidor para los otros grandes hoteles marítimos de lujo de la ciudad, como el Arts y el W. El nuevo complejo incluirá una espectacular terraza con piscina, restaurantes especializados, y las habitaciones contarán con balcones al Mediterráneo. Muy bien comunicado con el centro por metro y tranvía, su ubicación cerca del Parc del Fòrum y el Parc de la Pau, sede habitual de grandes festivales musicales, hará de este hotel el punto de alojamiento favorito para los turistas musicales de alto poder adquisitivo. Los efectos de la pandemia de la Covid-19 en los planes de construcción y apertura del hotel, crisis que está afectando de manera especialmente directa a la industria turística, son todavía inciertos. La empresa se ha negado a hacer ningún comentario al respecto, de forma que hay que suponer que todo continúa adelante sin alteraciones.

Torre Antares

Otro edificio candidato a convertirse en icono de la nueva Barcelona es Antares, la espectacular torre de apartamentos de lujo diseñada por la prestigiosa arquitecta francesa Odile Decq. Es el primer gran proyecto de arquitectura a cargo de una superarquitecta femenina en la ciudad, después de la frustración de un proyecto diseñado por Zaha Hadid, una torre en espiral en la misma zona que nunca se acabó materializando. El proyecto ha reconvertido el esqueleto de una de las torres de Diagonal Mar inicialmente destinada a oficinas en un complejo residencial muy exclusivo. Con una altura de 28 pisos y 89 viviendas, la guinda del pastel es un espectacular penthouse adquirido por un industrial ruso por casi nueve millones de euros. El apartamento más económico vale 850.000 euros.

Recreación virtual de las vistas desde la Torre Antares.
Recreación virtual de las vistas desde la Torre Antares.

Se trata del primer proyecto residencial de la arquitecta francesa, impulsado por Shaftesbury Asset Management Group. El edificio dispone de una amplia colección de servicios para los residentes: una terraza común con piscina infinity, un piso con gimnasio, sala de yoga, piscina cubierta y sauna, zonas de relax y salas de masaje, amplio jardín privado y aparcamientos.

“El rojo para mí es representativo de Barcelona, y de su pasión y energía arquitectónicas”, explica la arquitecta Odile Decq

Lo más característico del edificio son sus balcones ondulados que combinan el blanco y el rojo. Una elección cromática llamativa pero elegante. “El rojo para mí es representativo de Barcelona, y de su pasión y energía arquitectónicas”, explica Decq. El edificio mengua en anchura en cada piso recurriendo a la técnica de la éntasis, muy usada en las columnas de los templos griegos, que implica una ilusión óptica que mejora la esbeltez de la construcción. “Los griegos utilizaban la éntasis en sus columnas, mientras que yo la he aplicado en el edificio entero”, añade. Los apartamentos tienen superficies de entre 98 metros cuadrados (m²) y 386 m², y sus terrazas privadas van de los 16 m² hasta los 160 m². Suelos de bambú y domótica de última generación. Toda una exhibición de lujo y elegancia a pocos centenares de metros de una de las zonas más deprimidas económicamente de la ciudad, el barrio de La Mina, un contraste que pone de manifiesto los retos que todavía afronta la ciudad.

Uno de los futuros apartamentos de lujo de la Tore Antares.
Uno de los futuros apartamentos de lujo de la Tore Antares.

Campus Diagonal-Besòs de la UPC

La Escola d’Enginyeria de Barcelona Est (EEBE) es el principal motor del Campus Diagonal-Besòs, un espacio de innovación y conocimiento, situado entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs. En funcionamiento desde 2016, y ubicada en el cruce de las calles Sant Ramon de Penyafort y Eduard Maristany, la EEBE es el núcleo principal del nuevo Campus Diagonal-Besòs y está suponiendo un vector de dinamización muy poderoso para la zona. Un proyecto que implicó una inversión de casi 100 millones de euros. El Institut Català del Sòl (Incasòl) anunció en agosto la creación de un nuevo edificio destinado a la investigación dentro del campus. Un nuevo equipamiento con una inversión de 20 millones que quiere acoger centros y grupos de investigación, en una superficie de más de 10.000 m², y que será el sexto edificio en funcionamiento del complejo.

El campus Diagonal-Besòs de la UPC ha supuesto un revulsivo para Sant Adrià © Eduard Maristany
El campus Diagonal-Besòs de la UPC ha supuesto un revulsivo para Sant Adrià © Eduard Maristany