Josep Santacreu Cambra de Barcelona
El presidente de la Cámara de Barcelona, Josep Santacreu. © Aina Martí/ACN

Barcelona y su área metropolitana concentran el 83% de las filiales extranjeras de Catalunya

Los 35 municipios tienen asignaturas pendientes como aumentar la transferencia tecnológica y reducir la pobreza

Hay vida más allá de la ciudad de Barcelona, aunque siempre sea ésta la que acapara los titulares. El conjunto del área metropolitana concentra el 55% del PIB catalán, es decir, casi 150.000 millones de euros, según se desprende de un estudio elaborado por primera vez por la Cámara de Comercio de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). “Esto significa que, de cada euro generado en el país, más de la mitad se produce aquí. El desarrollo de esta metrópolis tiene un impacto en la totalidad del territorio”, sostiene el presidente de la Cámara de Barcelona, Josep Santacreu.

A nivel de tejido empresarial, el Barcelonès, el Baix Llobregat y el Vallès Occidental acogen el 45% del total de Catalunya, con más de 110.200 compañías. Eso sí, el 80% están en Barcelona (67%) y las ciudades que le rodean, quienes siguen a la capital catalana a mucha distancia, L’Hospitalet de Llobregat (5%), Badalona (4,5%), Cornellà de Llobregat (2%) y Sant Cugat del Vallès (3%). En el mismo sentido, las tres comarcas concentran el 83% de las filiales extranjeras ubicadas en Catalunya, pero, el 61% se quedan en el Barcelonès.

Las tres comarcas emplean a 1,8 millones de trabajadores, cifra que representa el 52% de los empleados catalanes. La inmensa mayoría están en el sector servicios y tan solo el 9% en la industria. “La única opción de reindustrializar el país es dentro del área metropolitana. Si queremos competir tenemos que hacerlo con un pensamiento metropolitano”, defiende el teniente de alcalde de Economía de Barcelona y vicepresidente del Área de Desarrollo Social y Económico del AMB, Jordi Valls. Según el informe, las zonas más dinámicas para desarrollar la nueva industria son el Besòs, el Delta del Llobregat, el Eje Llobregat y el corredor de la B-30. “El Besòs es la gran oportunidad que tenemos dentro del área metropolitana”, remarca Valls.

Jordi Valls, vicepresident de l’Àrea de Desenvolupament Social i Econòmic de l’AMB
El teniente de alcalde de Barcelona y vicepresidente del AMB, Jordi Valls.

Para el concejal, también hay que aprovechar la fortaleza de los diferentes puntos calientes de investigación e innovación que están repartidos por el área metropolitana. Desde el Parc Científic de Barcelona (PCB) y el Barcelona Supercomputing Center (BSC) en Barcelona, zona donde también se prevé que se instale el Hospital Clínic, y el futuro recinto ferial ampliado de Gran Via, el Hospital de Bellvitge y el Institut Català d’Oncologia (ICO) en L’Hospitalet de Llobregat, hasta el Sincrotrón Alba de Cerdanyola del Vallès o el Institut de Ciències Fotòniques (ICFO) de Castelldefels. “Somos la capital científica más importante de España y del sur de Europa. Ocupamos la cuarta posición en publicación de papers de toda Europa, pero en transferencia estamos en la undécima posición”, señala Valls.

Con una superficie de más de 600 kilómetros cuadrados y una población de 3,3 millones de habitantes, el área metropolitana de Barcelona tiene un PIB per cápita de casi 39.000 euros, lo que la sitúa por encima del conjunto de Catalunya y el resto de España, además de en una posición similar a capitales europeas como Berlín, Milán, Innsbruck y Amberes. A pesar de este indicador, los municipios del AMB tienen una tasa de riesgo de pobreza de más del 21%, por encima de los resultados que se obtienen en el conjunto de España y en la Unión Europea. “Quien nos puede ayudar a resolver el riesgo de pobreza es un éxito en el ámbito de las startups y los visitantes de calidad. Es una bendición tener sectores tan exitosos”, valora Santacreu.