El ecosistema científico de Barcelona y su entorno es clave para una investigación que impacte de forma determinante en la sociedad, la economía y el conocimiento. Así lo han transmitido relevantes investigadores de este ecosistema en el BIST Forum, el encuentro anual de la comunidad compuesta por profesionales de los principales centros de investigación catalanes, bajo el paraguas del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).
“Hace dos décadas, poca gente pensaba que Catalunya podría tener un ecosistema de investigación del nivel que tenemos y una fuerte economía basada en el conocimiento”, ha destacado el director general del BIST, Eduard Vallory. Y muchos ahora siguen viendo el sistema de investigación del entorno barcelonés como algo estático, sin tener en cuenta su crecimiento y evolución y, sobre todo, su impacto. “Nuestro reto es lograr que los ciudadanos entiendan que la investigación es una inversión clave”, ha añadido Vallory, que ha enaltecido la visión de los científicos ante el mundo. La ha descrito como la visión de la curiosidad y la emoción de un niño al descubrir el mundo y tratar de entenderlo; es tratar de encontrar el sentido de la vida a través de algo que tiene sentido para uno mismo.
“Esto es algo totalmente humano de la ciencia, y debe formar parte de cómo la compartimos y explicamos a la sociedad”, ha añadido. Vallory lo ha dicho conversando con la científica Núria Montserrat. La investigadora del Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC) y profesora de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) ha destacado el impacto de la ciencia en la sociedad a través de investigaciones como la suya, centrada en las células y los cambios que experimentan. Sus avances van dirigidos a la regeneración de células y tejidos dañados por la edad o por enfermedades, una meta hacia la que camina enclavada en el ecosistema científico barcelonés.
Los siete centros que conforman el BIST aúnan a 2.600 profesionales y han creado más de 50 spin-off desde su fundación en 2015
Ante los asistentes al acto, en La Pedrera, la prestigiosa investigadora ha animado a encarar la vida desde la misma perspectiva con la que se diseñó el emblemático edificio que ha acogido el acto. Gaudí miraba hacia sus proyectos con la naturaleza como base y desde un ángulo multidisciplinar. Montserrat cree que es el mismo punto de vista debe regir la ciencia y, en particular, la ciencia de frontera, aquella que genera nuevo conocimiento que contribuye a cambiar paradigmas y modelos existentes.
“Nuestra obligación es garantizar que los futuros investigadores encuentren el entorno apropiado” para desempeñar su labor, ha agregado Montserrat. Y este entorno ya es clave para el desarrollo de multitud de avances científicos que serán determinantes en ámbitos como la salud y el medio ambiente. Así lo han constatado diversas investigadoras, en una jornada con ponentes mayoritariamente femeninas. “Disponer de una estructura para colaborar y crecer es crucial”, ha remarcado Maria Lluch desde Pulmobiotics, startup que combate enfermedades respiratorias a través de bacterias. “Crear convenios y estructuras con universidades e instituciones de investigación es muy importante”, ha continuado.
El intercambio de ideas para amplificar el impacto hacia un mundo mejor es otra de las ventajas que brinda el ecosistema científico barcelonés, según Cristina Horcajada, que estudia el cáncer desde el IRB Barcelona. Así, este ecosistema es clave para los investigadores y, a la vez, los recursos y la financiación son clave para este ecosistema, como ha recordado Silvia Carrasco del Institut de Ciències Fotòniques (ICFO). Desde LuxQuanta, Vanesa Diaz ha aplaudido el talento y el entusiasmo que alberga este ecosistema: “Preparaos para lo que está por venir, porque será maravilloso”.
Pertenecer a este ecosistema ha sido clave también para los investigadores Katherine Villa, Gerard Ariño y Maria Escudero. Desde el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), Villa desarrolla nanomateriales y micromotores con gran potencial en ámbitos como la terapia fotodinámica. Nacida en Colombia, impulsa su investigación desde Barcelona, después de un periplo internacional que la ha llevado a países como República Checa. Del mismo modo, la cercana Alemania y la lejana California han sido las bases de la investigación de Gerard Ariño hasta su regreso a Catalunya hace cuatro meses. Ahora, promueve su investigación para mejorar la detección del cáncer desde el Institut de Física d’Altes Energies (IFAE). ¿Su objetivo? Crear una versión reducida de los habituales escáneres, con el fin de dar acceso a más pacientes a tecnologías que facilitan el diagnóstico.
California también ha jugado un papel clave en la carrera de Maria Escudero, cuya investigación pivotó entre Stanford y Dinamarca hasta que se estableció de nuevo en Catalunya, a través del ICREA. Escudero estudia ahora el metano verde como combustible alternativo, especialmente para la aviación, a través de un grupo de investigadores que ha consolidado dentro del ecosistema científico catalán. De este, ha destacado la importancia de equipamientos como el Sincrotrón Alba, así como la capacidad de atracción de talento internacional, y la “atmósfera de apoyo a la investigación”.
Una atmósfera científica y de investigación que el BIST ha incentivado desde su creación en 2015, cuando se fundó como partenariado público-privado para combinar y multiplicar el impacto y excelencia de los siete centros que lo forman. Son el CRG, el IBEC, el ICFO, el ICIQ, el ICN2, el IFAE y el IRB Barcelona, que aúnan a 2.600 profesionales y que han creado más de 50 spin-off.
Representantes de esta comunidad se han dado cita en este foro, que ha abierto el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Ha citado proyectos como la Ciutadella del Coneixement y el futuro centro de producción de chips Innofab en Cerdanyola del Vallès, como elementos que contribuirán a consolidar el rol científico de Catalunya. Para ello, ha apostado también por incrementar los recursos financieros para este ámbito, mejorar las condiciones laborales de los científicos y reducir la carga burocrática que dificulta su trabajo.
Jaume Collboni pide a la comunidad científica que se implique en el debate sobre la ampliación del Aeropuerto
También ha mencionado proyectos como el de la Ciutadella el alcalde, Jaume Collboni, quien ha cerrado el foro defendiendo la “capitalidad científica” de Barcelona. Tras elogiar al presidente del patronato del BIST, Andreu Mas-Colell, el alcalde ha puesto el colofón a la jornada lanzando una doble petición a la comunidad científica. Le ha rogado cuidar la cuestión de género en el ámbito de la investigación por un lado y, por el otro, que se implique en el debate sobre la ampliación del Aeropuerto del Prat: “Es trascendental tener una buena conectividad para la transmisión de conocimiento y la atracción de talento”. Son dos aspectos en los que ya destaca Barcelona y su entorno y en los que debe seguir avanzando de la mano del ecosistema científico gestado en sus instituciones y centros de investigación, a través de sus profesionales. Como ha sentenciado Anabel Sanz del CRG sobre alcanzar la excelencia en la investigación y la ciencia: “Tenemos muchos elementos para lograrlo; logrémoslo”.
