Catalunya ha presentado al Gobierno un proyecto para recibir fondos europeos Next Generation para financiar la construcción de una fábrica de diseño y prototipado de microchips avanzados en unos terrenos situados junto al Sincrotrón Alba, en Cerdanyola del Vallès. Así lo ha anunciado este martes por la tarde el president de la Generalitat, Pere Aragonès, durante su participación en la reunión anual del Cercle d’Economia, que se celebra en el Hotel W de Barcelona.
Según Aragonés, el proyecto ya está sobre la mesa del Gobierno desde “hace unas semanas” y supondrá una inversión pública de más de 300 millones de euros. “Catalunya puede jugar un papel protagonista en el programa europeo de chips; podemos ser un país decisivo”, ha asegurado el president. Aragonés ha explicado que esta iniciativa que puja por recibir fondos europeos permitirá “diseñar y prototipar” chips en Catalunya y contribuirá a “liderar el proceso de reindustrialización”.
Según ha avanzado La Vanguardia, quien impulsa la iniciativa es Barcelona Global, a través de la agencia Barcelona & Partners, y el Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2). También forman parte del consorcio promotor el Sincrotrón Alba, el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB), el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
El centro de diseño de chips avanzados podría suponer la creación de 200 puestos de trabajo y que se convierta en una realidad depende de una decisión del Gobierno central, que es quien gestiona los fondos Next Generation. Las fuentes consultadas han explicado que se trata de una iniciativa de colaboración público-privada que se nutrirá esencialmente de fondos públicos y que no está abanderada por ninguna gran multinacional, sino por estos centros avanzados de investigación científica catalanes. “La idea es construir una gran sala blanca en la que podrán prototiparse, es decir, fabricarse chips avanzados para proveer al mercado”, explican.
Durante su intervención en el Cercle d’Economia, Aragonés ha pedido “confianza y seguridad en la economía catalana” y ha instado a los socios de la entidad a “reforzar la autoestima” y a “creer en el tejido productivo” de Catalunya. En este sentido, ha negado que Catalunya viva una situación de estancamiento ecomómico y ha criticado “el discurso derrotista” que se ha instalado en ciertos ámbitos y los discursos sobre “una supuesta decadencia de la economía catalana”. “Ver el vaso medio vacío, no ayuda al crecimiento”, ha advertido.
Aragonés ha reivindicado la importancia de la industria y de la economía productiva y ha alertado del peligro de volver a modelos económicos basados en la terciarización, el turismo low cost y el ladrillo, un modelo “que no es el de Catalunya“. Durante su intervención ha destacado el proceso que se ha efectuado para reindustrializar la fábrica de Nissan en la Zona Franca y para atraer inversiones industriales en municipios como Montroig del Camp y Tortosa, en referencia a la fábrica de componentes para baterías que impulsa el grupo surcoreano Iljin y la planta de tableros de madera de la multinacional Kronospan, respectivamente.
El president también ha destacado los avances que se han realizado en el último año para impulsar las energías renovables en Catalunya y ha pedido a la población que se mentalice, que esté preparada, porque “el paisaje va a cambiar”, en referencia a que se llenará de instalaciones fotovoltaicas y eólicas, pero ha manifestado que es algo “que debemos asumir” si queremos tener la máxima autonomía energética.