Han pasado ya 15 años desde la apertura de Nomo Gràcia, el restaurante japonés que inauguraron en 2007 en la calle Gran de Gràcia los hermanos Borja y Juan Molina-Martell, con su cuñado, Ramón Jiménez, y el chef Naoyuki Haginoya. Los cuatro socios han tejido a lo largo de estos años un grupo de restauración que hoy cuenta con una red de ocho restaurantes ubicados en Barcelona (3), Madrid, Girona y en la Costa Brava, en las poblaciones de Llafranc (2) y Sant Feliu de Guíxols. El negocio se completa con Nomomoto, el servicio de entrega a domicilio, operativo en la capital catalana desde hace más de diez años y en Madrid desde hace dos.
Con una facturación que en 2022 alcanzó los 15 millones de euros —por encima de los ingresos prepandemia—, el Grupo Nomo afronta una nueva fase de crecimiento con la reciente apertura de Nomo Mar en Llafranc (en el local del antiguo restaurante Jani), los planes para abrir un restaurante en el Eixample y un acuerdo con El Corte Inglés que le permitirá inaugurar este verano su segundo establecimiento en Madrid. Concretamente, Nomo ultima la puesta en marcha de un local en el Gourmet Experience que el grupo de grandes almacenes posee en El Corte Inglés de la calle Goya. Nomo se convertirá, así, en el único establecimiento especializado en comida japonesa de este multiespacio gastronómico de la capital española, que combina la degustación con la venta de productos gourmet.
El nuevo Nomo, ya en obras, ocupará un local de 90 metros cuadrados dentro del Gourmet Experience y estará abierto todo el día, funcionando con un modelo de cocina continua que ofrecerá todo tipo de sushi y propuestas calientes como las gyozas, los arroces o fideos. “Será una adaptación reducida de la carta de Nomo, con algunas novedades”, avanza a The New Barcelona Post Borja Molina-Martell, director general del grupo. Según el ejecutivo, con esta apertura, Nomo recuperará la marca NomoMarket, que había utilizado para el servicio de delivery del antiguo Kuo (ahora Nomo Galvany) y que dejó en stand by al lanzar la marca Nomomoto.
“Nuestro objetivo es probar en el Gourmet Experience de Goya este nuevo formato con oferta más reducida, que vamos a llamar NomoMarket y que, si tiene éxito, podríamos replicar en otras tiendas de El Corte Inglés, en otros centros comerciales o incluso en los aeropuertos, que es una línea de negocio que nos interesa mucho explorar”, explica Molina-Martell.
Esta segunda apertura en Madrid se suma a la reciente puesta en marcha de un área de degustación con capacidad para una docena de comensales en el local que Nomomoto tiene en la capital española, ubicado en la calle Eugenio Salazar. “En Eugenio Salazar sólo teníamos la cocina central para atender los pedidos online, pero ahora hemos abierto una sala con ocho o nueve mesas”, destaca. En Madrid, el 70% de su negocio de delivery se genera a través de Glovo, con quien trabajan en exclusiva, mientras que en Barcelona el porcentaje es totalmente inverso, ya que la web propia de Nomomoto absorbe el 70% de los pedidos, frente al 30% de Glovo.
Búsqueda de un local cerca del Bernabeu
Nomo aterrizó en Madrid en plena pandemia, en julio de 2020, con un restaurante situado en la calle Braganza que inauguraron en alianza con la nadadora Ona Carbonell, gran amiga de la familia que, por aquel entonces, acababa de ganar MasterChef Celebrity y tenía interés en emprender en el sector de la gastronomía. “La verdad es que Madrid nos ha acogido muy bien; estamos muy contentos”, destaca el copropietario de Nomo, que ya ha empezado a buscar un segundo local para establecerse en la zona del estadio Santiago Bernabéu. “Una vez inauguremos NomoMarket en el Gourmet Experience, nos gustaría poder abrir un segundo Nomo en Madrid con capacidad para cien comensales, a finales de 2023 o en 2024″, adelanta.
También hay planes para crecer en Barcelona, ya que Nomo ya está en negociaciones para alquilar un local en el Eixample que será su primera apertura por debajo de la Diagonal. “En la segunda mitad de este año vamos a abrir un cuarto Nomo en Barcelona, en el área de las calles Valencia, Aribau, Muntaner y Balmes”, afirma Molina-Martell.
Según el restaurador, en 2024 la idea es consolidar estas tres nuevas aperturas (Goumet Experience, Madrid-Bernabeu y Barcelona Eixample) y prepararse para “dar el salto a nuevas ciudades” a partir de 2025, cuando la marca Nomo podría llegar a plazas como Zaragoza o Valencia. “Las personas —subraya— son un factor limitante para el crecimiento, por lo que hemos puesto en marcha una escuela de formación liderada por Nao, nuestro director gastronómico”. La escuela está ubicada en la calle Calabria de Barcelona, en unas instalaciones donde Nomo también ha ubicado su obrador de postres y la cocina-centro de I+D en la que Nao Haginoya desarrolla los nuevos platos de la carta.
Nueva sede en la calle Londres
En paralelo, para afrontar este proceso de crecimiento, Nomo ha estrenado también recientemente una nueva sede corporativa en la calle Londres, donde se encuentran las oficinas y se gestiona todo el grupo, que supera ya los 200 empleados y una facturación que en 2022 alcanzó los 15 millones, por encima de los 12 millones contabilizados en 2019, el ejercicio prepandémico. Este año los ingresos podrían alcanzar los 16 millones. El precio medio de sus restaurantes oscila entre los 40 y los 45 euros, situándose en el segmento medio alto en restauración japonesa. “Nuestra obsesión es mantener la calidad y ofrecer un muy buen servicio a los clientes”, recalca el director del Grupo Nomo. “Resumimos nuestros valores en la palabra PACO, en alusión a la Pasión, al Aprendizaje continuo, a la Calidad y a la Obtención de resultados”, añade, tras apuntar que también se basan en la filosofía kaizen de mejora continua.
Borja Molina-Martell asegura que el grupo no está abierto a la incorporación de socios financieros y que su apuesta pasa por reinvertir el 100% de los beneficios y con apoyarse de forma prudente con deuda bancaria para financiar sus planes de crecimiento. Sí que pueden dar entrada a socios para abrir en determinadas plazas, como hicieron en Madrid con Ona Carbonell y en la Costa Brava, donde se asociaron a la familia Figueras y a Xavier Rocas para gestionar Far Nomo, Nomo Nàutic y Nomo Mar. “Somos muy conservadores, nos gusta ir paso a paso. Han venido a buscarnos varios fondos, pero no queremos abrir el capital, queremos seguir siendo una empresa familiar y tenemos la ilusión de traspasar este negocio a nuestros hijos”, concluye.
Nomo x Varela Tacos, colaboración con el Grupo Varela
Tras la exitosa colaboración con el chef Nino Redruello, con quien crearon un plato japonés con escalope Armando, Katsudon, este mes Nomo se ha aliado al Grupo Varela “en homenaje a los 15 años de amistad” de las dos compañías de restauración barcelonesa. Los chefs Naoyuki Haginoya y Carlos Alluè han apostado por el concepto taco para unir “lo mejor de Japón y de Catalunya en un solo bocado”. Así, cada chef ha diseñado un taco representativo de su gastronomía y, desde el pasado día 15 de junio y hasta el 15 de julio, pueden degustarse conjuntamente tanto en los restaurantes Nomo (Gràcia, Sarrià, Galvany y Far Nomo) como en los del Grupo Varela (La Xarxa, Varela y Bodega La Puntual). Cada ración, que incluye los dos tacos, tiene un precio de ocho euros.
Carlos Alluè, de Varela, ha diseñado un taco de meloso de ternera con mirin, soja, mayonesa hoisin, pepinillo y cebolla encurtida, mientras que Nao, ha apostado por un taco de tartar de atún con mató, anchoa y salsa de sobrasada, un producto cuyo potencial descubrió gracias a sus veranos en Menorca, una isla a la que están muy unidos los cuatro socios de Nomo.
“Estamos encantados de celebrar nuestra amistad de 15 años con esta colaboración tan especial. Los Nomo x Varela Tacos representan la unión de nuestras visiones y el reflejo de nuestra pasión compartida por la cocina. Nos implicamos en esta propuesta con mucha ilusión, convencidos que el cliente lo va a disfrutar”, explica el restaurador José Varela.