La iglesia quiere atraer a más turistas y hacer que visiten los espacios menos conocidos de la capital catalana, siempre eclipsados por la Sagrada Família y la Catedral. El Arzobispado de Barcelona, en colaboración con Turisme de Barcelona, ha creado la Barcino Sacra card, una entrada conjunta para visitar los espacios eclesiásticos más destacados del centro de la ciudad. “Permitirá recorrer 1.800 años de historia de la ciudad, des del siglo II hasta el XX, con una especial atención a la época medieval”, explica el mosén Josep Maria Turull. Desde construcciones romanas a otras románicas y góticas, incluyendo una vista panorámica desde el Tibidabo.
La entrada incluirá la visita a la Catedral y la Basílica de Santa Maria del Mar, pero también de otros espacios menos populares como el antiguo Monasterio de Sant Pau del Camp, la Basílica de Santa Maria del Pi, el oratorio de Sant Felip Neri, la Casa de l’Almoina, el antiguo Monasterio de Sant Pere de les Puel·les y el Templo Expiatorio del Sagrat Cor del Tibidabo, el único que se escapa de Ciutat Vella. Todos estos espacios se tendrán que ver en un periodo de 72 horas. No se descarta incluir más paradas en un futuro.
La Barcino Sacra card tendrá un precio general de 47 euros, lo que supondrá un ahorro del 15% en comparación a si se comprasen las ocho entradas por separado. Habrá descuentos para estudiantes de entre 16 y 25 años (42 euros) y niños de entre 3 y 15 años (17 euros).
La nueva tarjeta se podrá adquirir a partir del sábado 1 de julio. En los ocho espacios, el horario de visita se ha homogeneizado, empezando a las 10 de la mañana y acabando a las 6 de la tarde, de lunes a sábado y, en algunos casos, también en domingo. No habrá que hacer reserva previa en ninguno de los monumentos, a excepción de la Catedral.