La Sagrada Família describe como “un hecho histórico” la colocación de la última pieza que faltaba para coronar la Torre de la Virgen María, de 138 metros de altura. La estrella que a partir de ahora lucirá en el cielo de Barcelona tiene forma de dodecaedro, con 12 puntas piramidales que surgen de cada lado. Su diámetro es de 7,5 metros y pesa 5,5 toneladas.
Situada sobre el ábside del templo, la estrella deberá servir también para iluminar el altar con la luz que se filtrará a través de las 800 ventanas que integran la torre. Si durante el día dejará pasar los rayos de sol, unos focos con tecnología LED en cada una de las bases de sus brazos iluminarán el cielo de noche. Asimismo, se ha diseñado de forma que pueda soportar el mal tiempo. Incluso está preparada para resistir el impacto de un cuerpo de 100 kilos.
El próximo día 8 de diciembre está prevista la inauguración de la Torre de la Virgen, con el acto central de la eucaristía, presidida por el Cardenal Joan Josep Omella, la bendición y posterior iluminación de la estrella, prevista para las siete de la tarde.
La Torre de la Virgen será, por ahora, la más alta del templo diseñado por Antoni Gaudí, a la espera de que acabe la construcción de la Torre de Jesucristo, que sumará 176 metros y estará coronada por una cruz de cuatro brazos de 17 metros de altura y de 13,50 metros de ancho.
