La inversión captada por las startups de salud de Catalunya se ha estabilizado por encima de los 200 millones de euros en los últimos años, haciendo que el ecosistema local pase de pantalla. Después de superar por primera vez esa barrera en 2020, captando un total de 226 millones de euros, el ecosistema lo volvió a hacer en 2021, con 238 millones de euros. La escalada se disparó en 2022, hasta situarse en los 445 millones de euros, cifra alcanzada gracias a tres rondas de récord: los 122 millones de euros de Impress, los 51 millones de Minoryx Therapeutics y los 50 millones de euros de SpliceBio. Un crecimiento que se ha frenado en 2023, aunque se siga manteniendo por encima de los 200 millones de euros. Las empresas emergentes captaron un total de 220 millones el año pasado, por debajo de los tres años previos y con una reducción de más de la mitad respecto a 2022, afectadas por la caída de las inversiones a nivel global.
Así se desprende del informe que anualmente elabora Biocat para radiografiar al sector, que representa casi el 8% del PIB catalán y está formado por 1.400 empresas, casi todas ubicadas en la provincia de Barcelona, y un centenar de instituciones de investigación, con una plantilla agregada de 264.000 trabajadores. Con la prudencia financiera y el descenso del capital que se ha producido en 2023, la cuantía de las rondas también ha disminuido, alejándose de las grandes operaciones de hace dos años. Ninguna de las operaciones cerradas hace un año ha superado los 40 millones de euros y las que más se han acercado, con distancia, han sido las de Inbrain Neuroelectronics (20 millones de euros), Qida (18 millones de euros) y SOM Biotech (17 millones de euros). El resto de rondas han estado por debajo de los 15 millones de euros.
El capital riesgo se ha mantenido como la principal fuente de inversión para el sector, con 114 millones de euros, más de la mitad del total, por debajo de las cifras de 2022, cuando aportó 343 millones de euros y representó el 77% del total. La disminución del peso del capital riesgo se ha compensado en parte con el aumento de las ayudas competitivas, hasta los 60,8 millones de euros, duplicándose en comparación con los resultados registrados entre 2019 y 2021. También ha disminuido la presencia de capital internacional, con el 58% del total de recursos, muy por debajo del 95% de 2022.
Por subsectores, las empresas biotech se han convertido en 2023 en el principal foco de atracción de inversión con 110 millones de euros —frente a los 185 millones de 2022—, con el impulso de compañías como SOM Biotech, Nuage Therapeutics y Orizon Genomics. Por detrás se han situado las compañías de digital health con con 63 millones de euros, por encima de los 39 millones de euros de 2022 y acercándose a los 64 millones de 2021. Qida, Iomed y Top Doctors han sido las principales protagonistas de este subsector. Por último, las startups de tecnologías médicas han sufrido una fuerte caída, pasando de los 193 millones de euros en 2022 —con la megarronda de Impress a la cabeza—, a los 45 millones de euros en 2023. Las operaciones más elevadas en medtech han sido las de Inbrain, Admit Therapeutics y Deepull Diagnostics.
Como ha pasado en otros sectores, la Inteligencia Artificial (IA) también ha irrumpido entre las startups de salud. Un total de 85 compañías catalanas trabajan para desarrollar esta tecnología aplicada al mundo de la salud. El año pasado, en pleno boom mundial, levantaron 73 millones de euros, la cifra más alta de la historia.