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Óscar Pierre, cofundador de Yellow Partners i de Glovo.
ENTREVISTA A ÓSCAR PIERRE

“Soy muy optimista con Barcelona: es un imán de atracción de talento, pero hace falta más inversión local”

El cofundador de Glovo acaba de crear con Sacha Michaud y Adam Lasri el fondo de inversión Yellow, que invertirá 30 millones en medio centenar de 'startups' del sur de Europa en los próximos tres años

Consolidar Barcelona como el mayor hub de tecnología del sur de Europa y ayudar a crecer a las startups locales en sus fases más iniciales. Estos son dos de los objetivos de Yellow, el fondo de inversión que han creado los cofundadores de Glovo, Óscar Pierre y Sacha Michaud, en alianza con Adam Lasri, ex directivo de la firma de capital riesgo Atomico. El reto es invertir 30 millones de euros para entrar en el capital de entre 40 y 50 empresas emergentes de España, Francia, Italia y Portugal en los próximos tres años. Serán startups de base tecnológica, a las que se aportará una financiación inicial de entre 200.000 y 500.000 euros para que puedan arrancar y validar su modelo de negocio.

“Sólo invertiremos en historias, en proyectos, que creamos que pueden convertirse en unicornios, es decir, en empresas valoradas en más de mil millones de euros. Por eso es clave conocer muy bien al equipo fundador y las características del mercado al que se dirige la startup“, afirma Óscar Pierre en una entrevista en exclusiva concedida a The New Barcelona Post. Se trata de las primeras declaraciones de Pierre después de haber logrado captar en un tiempo récord, de apenas cinco meses, los 30 millones de euros que se había propuesto levantar Yellow. “El fondo se ha sobre suscrito; hemos tenido que decir que no a bastantes inversores, aunque al final lo ampliaremos en dos o tres millones más”, explica. Según el exitoso emprendedor barcelonés, el objetivo de Yellow es invertir los recursos del fondo “lo antes posible”, a un ritmo de una nueva inversión en una empresa emergente del sur de Europa cada mes.

“Cada semana analizamos ya unos cinco o seis proyectos. La cartera la construiremos en tres años, realizando una inversión, aproximadamente, cada mes. Ya hemos acordado las tres primeras operaciones”, adelanta Pierre, aunque no quiere dar a conocer todavía los nombres de las tres primeras startups que integrarán la cartera de Yellow porque las transacciones todavía no se ha completado. “En un mes las tendremos cerradas, pero puedo decir que son dos empresas de Barcelona y una con sede en París”, revela.

“Sólo invertiremos en historias que creamos que pueden convertirse en unicornios, es decir, en empresas valoradas en más de mil millones de euros”

Según el consejero delegado de Glovo, aproximadamente el 50% del capital de Yellow ha sido suscrito por inversores de Barcelona y el resto por otros socios, principalmente de Europa y del resto de España. Óscar Pierre y Sacha Michaud han aportado el 20% del capital y el 80% restante está integrado por una mezcla de fundadores y directivos de exitosas empresas del ecosistema emprendedor barcelonés como Privalia, HolaLuz y Travelperk, y por empresarios vinculados a industrias de carácter más tradicional, como algunos miembros de la familia Puig. “Queríamos aprovechar el fundraising para crear una red que aporte mucho valor a los emprendedores en los que invertimos. En el fondo hay muchísimos founders y también ejecutivos de las principales techs barcelonesas, y además, hemos invitado a grandes familias que tienen empresas más industriales. Todo esto creemos que es muy sinérgico, porque muchas de estas startups lo que hacen es desarrollar software para estas grandes empresas”, explica.

Son varias las razones que han llevado a Pierre y a Michaud a crear este vehículo inversor, que, a través de la sociedad Yellow Partners, contará con oficinas en Barcelona y París y será gestionado por la gestora barcelonesa Talenta, presidida por Jordi Jofre. “Cuando empezamos Glovo, uno de los problemas o frenos con los que nos encontramos es que en Barcelona no había inversores profesionalizados en venture capital que hubieran vivido casos de éxito a gran escala. Esto hacía que, al inicio, no tuviéramos la suficiente ambición, nadie nos inspiraba a pensar en grande. Esta ambición la fuimos incorporando con el tiempo, cuando vimos y creímos que, desde aquí, teníamos potencial para crear un winner global”, reflexiona Pierre.

Entre los inversores de Yellow figuran los fundadores de Privalia, HolaLuz y Travelperk y la familia Puig

En este sentido, el emprendedor quiere ahora devolver al ecosistema el éxito alcanzado con Glovo —plataforma que fue adquirida por Delivery Hero a principios de 2022— y servir de inspiración a los nuevos fundadores de startups, que quiere que se sientan acompañados en la fase más inicial y débil de su proyecto. “Nuestra visión con Yellow es ser la primera llamada de los founders de cualquier país del sur de Europa. Queremos que cuando se planteen llevar a cabo su primera ronda nos llamen a nosotros para que les acompañemos y ayudemos también a encontrar financiación en otros fondos europeos”, explica Pierre.

“Glovo ha ido muy bien. Hemos trabajado mucho y hemos tenido también un punto de suerte. Nadie se creía que podía ser un ganador global. Por eso, creo que nosotros, a los emprendedores, les podemos aportar este plus de inspiración y hacer que se den cuenta de que en Barcelona tenemos un talento igual de bueno que el de Silicon Valley; probablemente aquí trabajemos incluso más que en Silicon Valley, Londres o Berlín. Creo sinceramente que tenemos las mismas oportunidades que ellos para construir un proyecto a escala global. ¡No hay nada que nos frene!”, enfatiza el creador de Yellow.

equipo oscar pierre Yellow
En primera línea, Sacha Michaud, cofundador de Yellow. Detrás, Adam Lasri, también cofundador y director general del fondo, junto a Óscar Pierre, y Victor Navarro, del equipo inversor.

Según Pierre, hace unos cuatro años, con Sacha empezaron a dedicar un día a la semana a recibir a emprendedores y a responder a las decenas de peticiones que recibían por parte de todo tipo de startups, interesadas en contar con su consejo. “Empezamos a mirar a empresas un poco por amor al arte y también con la voluntad de devolver al ecosistema todo lo que nos había dado, pero vimos que había muchos proyectos que nos encantaban y empezamos también a invertir. Sin quererlo, en poco tiempo construimos una cartera de 40 startups, la mayoría de Barcelona, en las que hemos invertido como business angels, señala Pierre.

Sin embargo, este modelo no era sostenible y se hacía cada vez más difícil de gestionar. Por eso, Pierre y Michaud han optado por profesionalizar sus inversiones al margen de Glovo creando Yellow Partners, donde tienen de socio a Adam Lasri, que será el director general y pilotará la oficina de París. En el equipo de Barcelona se ha incorporado Victor Navarro, con experiencia previa en las firmas de inversión KFund y Galdana, y pronto se fichará a un par de personas más que también trabajarán full time en las dos oficinas de Yellow. “Sacha y yo continuaremos centrados al cien por cien en nuestros cargos directivos en Glovo”, subraya Pierre, quien destaca la gran valía que Lasri aporta a la nueva sociedad inversora. “Adam formó parte del equipo inicial de Atomico y era el responsable de las inversiones en el sur de Europa. Nos aporta una metodología de inversión bestial que hasta ahora no teníamos; las sinergias que nosotros, como emprendedores, podemos generar con él como experto inversor son muy importantes”, apunta.

La disponibilidad de capital local, clave para emprender

El otro gran motivo que les ha llevado a crear Yellow es la necesidad de fortalecer la disponibilidad de capital local en el ecosistema inversor barcelonés. “El mundo del emprendimiento y las startups es un mundo muy local; que coincida el venture capital con el emprendedor en la misma ciudad tiene muchos beneficios. Reunirse por Zoom funciona hasta cierto punto, pero es muy superior el resultado de poder encontrarte directamente con el emprendedor tomando un café”, destaca Pierre.

“Como barcelonés, lo que veo es que en todos los casos de éxito, el grueso de la inversión es de fuera. Es decir, se está generando mucho valor en la ciudad, pero todo el retorno financiero se va a fuera. Estaría bien que el capital que obtiene retorno gracias a estas inversiones también sea local”, considera. En este sentido, constata que los grandes fondos americanos, como Index Ventures o Sequoia Capital, no tienen oficina en Barcelona, pero sí que la tienen en París, Londres o Berlín. Añade que los grandes fondos de venture capital que hay en España “casi todos están en Madrid” y, además, dice que “han cambiado de fase”, ya que se han hecho mayores y ahora gestionan fondos de 300 millones para invertir en series A, B o C, abandonando la fase early stage o de capital semilla. “Han dejado un hueco en el mercado, por lo que creemos que hay una ventana de oportunidad muy buena para Yellow y para conseguir que el capital sea también de aquí”, asevera Pierre.

Sacha Michaud Oscar Pierre Glovo
Sacha Michaud y Oscar Pierre, cofundadores de Glovo.

En su opinión, Yellow nace “en un momento muy dulce” porque en el sur de Europa se ha configurado un ecosistema muy potente de grandes empresas tecnológicas que están alimentando a nuevas generaciones de emprendedores y creando nuevos unicornios. “De Glovo ya han surgido unas 40 startups y en España ya tenemos unos 15 unicornios, muchos de ellos en Barcelona, como Travelperk, Factorial o Wallbox”, recuerda. “Creemos que hay una oportunidad muy buena. Confiamos mucho en Barcelona y en el sur de Europa porque es un imán de atracción de talento. Con Glovo lo hemos visto, hay talento muy top procedente de todo el mundo que se mueve hacia aquí, con su familia, y están encantados con la ciudad y se quedan, y eso es clave para el ecosistema”, constata.

Ante esta realidad, el fundador de Glovo se muestra muy esperanzado con el futuro de Barcelona. “Yo soy superoptimista con Barcelona. Es una ciudad —añade– que atrae talento senior internacional de todo el mundo, y no solo lo atrae sino que lo retiene. Una de las grandes barreras que tuvimos al crear Glovo fue el talento. Tuvimos que ir a ficharlo fuera y, por tanto, todo fue mucho más lento. Ahora es más sencillo poder fichar en Barcelona, por eso, creo que la siguiente década será superbuena para la ciudad y esta economía de base tecnológica crecerá muchísimo”.

“Barcelona ha despuntado como el mayor hub de tecnología del sur de Europa, pero todavía está lejos de Londres, Berlín y París. Está todo por hacer, veremos una década de alto crecimiento aquí”, anticipa Pierre, que se muestra convencido que desde la capital catalana los proyectos también pueden escalarse. “Soy optimista también en este aspecto, creo que desde Barcelona se pueden hacer cosas muy grandes, es cuestión de tiempo. No hay nada que nos impida escalar internacionalmente, no tenemos ninguna barrera que los de Silicon Valley no tengan. Lo hemos visto con Privalia, Holded, Glovo, Travelperk o Factorial. El ecosistema se va haciendo mayor y veremos cada vez más casos”, asegura.

“No hay nada que nos impida escalar internacionalmente desde Barcelona, no tenemos ninguna barrera que los de Silicon Valley no tengan”

Pierre explica que Yellow sólo invertirá en proyectos “que tengan un componente tecnológico muy potente” y que no sean de hardware sino software based. “No vamos a invertir en verticales que no podamos llegar a entender o que sean muy técnicos o científicos”, precisa, en referencia a que no forma parte de su objetivo de inversión entrar, por ejemplo, en empresas biotecnológicas. Uno de sus focos serán los modelos de negocio disruptivos de carácter B2B en sectores muy grandes, es decir, que puedan escalarse y crear empresas que facturen 100 millones de euros. “La gran mayoría de cosas que estamos mirando son proyectos emprendedores que pueden disrumpir algo empleando la inteligencia artificial. Hay muchas soluciones B2B que pueden ayudar a las empresas a ser más eficientes, desbloqueando y monetizando el valor que genera, por ejemplo, la automatización de muchos procesos”, ejemplifica.

Hacer de puente con los inversos internacionales

El socio fundador de Yellow adelanta que la firma no tiene la vocación de liderar las rondas de inversión de las empresas en las que entre, sino que la idea es acompañar a otros fondos y ayudar a que inversores internacionales apuesten también por la compañía. “Lo que queremos es ser los primeros en ayudar y asesorar al emprendedor y donde más valor podemos aportar es durante los primeros 12 meses”, dice Pierre, que añade que no entrarán en los consejos de administración de las participadas. “Desde que hemos dado a conocer el lanzamiento de Yellow ya nos han escrito todos los grandes fondos de Londres: todos quieren trabajar con nosotros, tienen mucho interés en tener un scouter que les pase oportunidades de inversión; seremos un partner clave de estos potentes grupos de inversión en el sur de Europa y contribuiremos así a que venga más inversión internacional a Barcelona”, asegura.

El empresario reconoce que en el actual contexto financiero “el capital es ahora mucho más exigente” y que se ha producido una corrección en las valoraciones de las startup. “Lo que hemos visto en los últimos cinco años, difícilmente volverá a repetirse. Había un hiperfoco en el crecimiento y muy poco cuidado de los costes y gastos. Es verdad que una startup con financiación ilimitada se desarrolla más deprisa, pero creo que cuando un emprendedor tiene dinero ilimitado es muy peligroso, porque empiezas a tomar decisiones que son incorrectas y a fichar a gente que no necesitas. Tener un presupuesto limitado te hace operar con más disciplina y, por eso, este nuevo contexto no es necesariamente negativo”, reflexiona.

“Lo que hemos visto en los últimos cinco años, difícilmente volverá a repetirse. Había un hiperfoco en el crecimiento y muy poco cuidado de los costes y gastos”

Según ha podido comprobar, los nuevos emprendedores “ya tienen claro” que deben primar también la rentabilidad y buscar tener buenos márgenes desde el primer día. “Es positivo aprender a hacer más con menos y que haya esa presión por tener una cuenta de resultados más sana”, considera, insistiendo en que la clave es acertar y conocer muy bien al emprendedor. ¿Y qué perfil de founder es su favorito? “Buscamos que sea una persona muy inteligente, que tenga el sueño de resolver un problema que existe en el mundo y que tenga la ambición y la obsesión para conseguirlo. El emprendedor debe ser muy persistente, ya que en la historia de una startup de éxito siempre hay altibajos y, si no eres muy persistente, los momentos bajos te matan”, explica.

El perfil del buen emprendedor

Otro elemento determinante que analiza Pierre en los jóvenes emprendedores es su capacidad de liderazgo. “Siempre debes preguntarte si ese fundador o fundadora será un buen líder. Una persona puede ser muy inteligente, persistente y obsesiva, pero no creas una empresa de 100 millones de euros tú solo. Tienes que ser capaz de atraer y convencer a mucha gente para que te siga. Por eso debes tener ese punto de humildad, de ser un buen líder, porque si no, el talento bueno no te seguirá”, afirma. Por último, destaca como requisito que el fundador “tenga ganas de aprender” y sepa escuchar. “Hay emprendedores que no quieren escuchar mucho y están muy encerrados con su idea. Lo que está claro es que todos los casos de éxito han tenido que pivotar, es decir, han tenido que matar las ideas iniciales y cambiar para sobrevivir”, concluye.

Por último, Óscar Pierre señala que un tercio de los recursos de Yellow se reservarán para poder participar en operaciones de follow up, es decir, para acompañar a las participadas más prometedoras en las segundas rondas de inversión que efectúen.