Fin a la pugna en el seno del accionariado de El Corte Inglés. El consejo de administración del grupo español de grandes almacenes ha aprobado comprar por 145 millones de euros las acciones que están en manos de su expresidente, Dimas Gimeno, y de su madre, María Antonia Álvarez, hermana del difunto Isidoro Álvarez. Estas acciones equivalen al 5% del capital de El Corte Inglés, una participación que ahora pasará a ser autocartera, es decir, acciones controladas directamente por la compañía. La compra del 5% por 145 millones equivale valorar el 100% del grupo en 2.900 millones de euros, una cifra que queda muy lejos de los 10.000 millones de valoración que alcanzó la empresa en 2015, cuando entró en su capital el jeque catarí Al Thani.
Además del actual contexto de crisis, en esta diferencia de valoración influye significativamente el hecho de que las acciones de Dimas Gimeno y de María Antonia Álvarez no son directamente de El Corte Inglés, sino de una sociedad instrumental, IASA, donde madre e hijo no tienen la mayoría, sino que está controlada en un 69% por Marta y Cristina Álvarez, hijas de Isidoro Álvarez y primas de Gimeno. Marta Álvarez es la actual presidenta del grupo. Concretamente, Gimeno y su madre poseen el 22% de IASA y, a su vez, IASA controla el 22,18% de El Corte Inglés, lo que convierte a esta sociedad patrimonial en el segundo mayor accionista de la cadena, por detrás de la Fundación Ramón Areces (37,39%).
Al transformar esa participación indirecta del 5% en autocartera, IASA reducirá del 22,18% al 17% su peso en el accionariado de El Corte Inglés. Este 17% ahora pasará a estar controlado en alrededor de un 90% por las hermanas Álvarez; su tío, César Álvarez, conservará su participación en IASA, ahora del 9%.
Con esta decisión, la empresa de distribución cierra un episodio de fuertes desavenencias entre Dimas Gimeno y las hermanas Marta y Cristina Álvarez, una guerra entre primos que se ha librado los últimos cinco años. Gimeno accedió a la presidencia de El Corte Inglés en 2014, tras haber sido elegido sucesor por su tío y anterior presidente, Isidoro Álvarez. Sin embargo, Álvarez dejó el control accionarial del grupo de distribución en manos de sus hijas, quienes inicialmente estaban apartadas de la gestión, aunque con los años fueron cobrando protagonismo y se enfrentaron a las decisiones de su primo. El conflicto familiar se judicializó y Gimeno acabó perdiendo el pulso, lo que le llevó a abandonar todos sus cargos en El Corte Inglés en 2018. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que ha podido desprenderse también de sus acciones. Su participación y la de su madre estaba cautiva dentro de una sociedad instrumental controlada por sus primas, por lo que era difícil encontrar a un comprador si ellas no se lo facilitaban.
Al final, se ha encontrado una solución y ha sido el propio grupo quien ha acordado la compra del paquete accionarial a cambio de que se retiren los pleitos judiciales. Los 145 millones acordados se pagarán en tres años y permitirán a Gimeno y a su madre saldar las deudas de 70 millones que tienen con Hacienda por la herencia que les dejó Isidoro Álvarez.
Según Expansión, Dimas Gimeno está actualmente inmerso en un nuevo proyecto empresarial, Kapita, una sociedad de inversión que tomará participaciones en compañías del sector de la distribución o en firmas que desarrollen tecnologías para el retail. Ya ha invertido en Fashionalia, Jogo Tech y Simplicity, además de lanzar la tienda online Wow, que también prevé crecer con tiendas físicas.
El Corte Inglés opera en Barcelona a través de cuatro grandes almacenes ubicados en la Plaza Catalunya, en la Avenida Diagonal, en el Portal de l’Àngel y en Can Dragó. Hace unos días, el grupo cerró la tienda que poseía junto a Francesc Macià y que había heredado de Galerías Preciados. El inmueble que albergaba a este establecimiento fue vendido por la empresa a un inversor que ha optado por poner en marcha un proyecto de transformación del edificio en oficinas. En Catalunya, El Corte Inglés también tiene presencia en Sabadell, Tarragona y Girona.