Jaume Puig es el director general de GVC Gaesco Gestión y gestiona distintos fondos y Sicavs. Siempre le gustaron las matemáticas y se licenció en Ciencias Económicas. Empezó a trabajar como actuario, pero cambió los cálculos de seguros por el riesgo de las finanzas. Pronto llevará 30 años trabajando en Gaesco. One Club Man, que dirían en el mundo del fútbol. Puig también es analista financiero europeo y miembro de la junta de Inverco Catalunya o del comité asesor del Executive Master de finanzas de Esade. Su filosofía es la de Kant y la teoría del conocimiento. Su literatura es la de Asimov, Steinbeck y Pla. Y su visión siempre es de largo plazo.
— ¿Por qué estudió Ciencias Económicas?
— Era un estudiante interdisciplinario y tuve dudas. Las matemáticas y las ciencias me iban muy bien, pero también me gustaba la filosofía y la historia. Decidí estudiar economía. Tenía miedo de centrarme sólo en algo y olvidarme de todo lo demás.
— También se licenció en Ciencias Actuariales.
— Cogí actuariales porque era la especialidad más matemática. Finanzas y riesgo enfocado a los seguros, pero también podía dirigirse a las finanzas. Tuve grandes profesores.
— Empezó a trabajar como actuario en Fibanc.
— Hice de actuario puro durante dos años y medio en el Banco Vitalicio. Fibanc vino a buscarme a la universidad porque querían crear una compañía de seguros, pero todavía hoy no lo han conseguido.
— ¿Cómo era entonces el trabajo de actuario?
— La práctica actuarial es bastante más sencilla que lo que se estudia. A los arquitectos les ocurre lo mismo. Yo estaba todo el día haciendo cálculos de seguros que me gustaban mucho, pero no era lo que quería hacer durante toda mi vida.
— ¿Cómo es ahora el trabajo de actuario?
— El trabajo de actuario es muy bueno para quien quiera tener siempre un perfil técnico. No ha cambiado tanto, pero existen muchos actuarios que aprovechan el conocimiento en el riesgo de las finanzas para desarrollarse en otras áreas. Es lo que me ha ocurrido a mí con las inversiones. Se mezclan las matemáticas con la filosofía o la sociología. Tienes que aprovechar todo lo que sabes porque las circunstancias son cambiantes.
— Pronto hará 30 años que empezó a trabajar en GVC Gaesco.
— ¡Toda una vida!
— ¿Propensión o aversión al riesgo?
— El riesgo va muy ligado al tiempo. Es muy arriesgado si entendemos el riesgo como inversión de todos los ahorros en renta variable o como volatilidad o evolución del patrimonio en un corto espacio de tiempo. Ahora bien, existe muy poco riesgo si hablamos de períodos largos de tiempo.
— Una cuestión de tiempo.
— Yo nunca voy a ser arriesgado en el corto plazo, pero sí puedo serlo a largo plazo. Resulta evidente que no hay nada más rentable a largo plazo que invertir en riqueza empresarial y renta variable. Sin embargo, también es verdad que la renta variable está sometida a variables importantes a corto plazo. Creo mucho en las inversiones a largo plazo, pero hay que tener tiempo y templanza.
“No hay nada más rentable a largo plazo que invertir en riqueza empresarial y renta variable. Hay que tener tiempo y templanza”
— ¿Templanza?
— Hay que saber aguantar los momentos difíciles. En promedio, hay tres cada año. Yo tengo tiempo y aguanto muy bien las oscilaciones a corto plazo, pero hay personas que no tienen tiempo suficiente o que no aguantaban bien lo que pasa. Tienes que estar seguro de que la estrategia financiera sea la adecuada para cada persona.
— ¿Cómo es la estrategia financiera adecuada?
— Existe una norma muy sencilla: la gente debería invertir 100 menos la edad que tiene en renta variable. Si tienes 30 años, invierte el 70% de tus ahorros en renta variable y si tienes 70 años, invierte sólo el 30%. ¿Por qué? Por el tiempo de recuperación frente a las oscilaciones, las caídas o un crash. Hay otra ley financiera: a mayor riesgo, mayor rentabilidad.
— Quien no se arriesga, no gana, dice el refrán popular.
— Primero va la renta variable, después el inmobiliario, la renta fija y el mercado monetario (letras del tesoro, depósitos bancarios, etc.). Las bolsas tienen caídas y es por eso que necesitas tiempo suficiente para invertir a largo plazo. Pero lo más curioso es que la gente invierte más en renta variable a medida que se hace mayor.
— ¿Por qué?
— Porque piensa que esto se acaba y decide asumir el riesgo de toda una vida. Hay otro tema: la volatilidad de los precios y las cotizaciones es mucho mayor que la volatilidad de las empresas. Lo que no puedes hacer es cambiar tu estrategia de inversión a largo plazo, pase lo que pase. ¿Tiempo y templanza para aguantar las oscilaciones? Éxito asegurado.
— ¿Cómo es el fracaso asegurado?
— Invertir a corto plazo. No es cuestión de patrimonio, sino de optimización financiera.
— ¿Maximizar el beneficio y/o minimizar el riesgo?
— Es compatible. Hablamos de riesgo a corto plazo y rentabilidad a largo plazo. La gente joven tiene voluntad de ahorro, pero le falta el ahorro bien hecho y adecuado a sus necesidades futuras. El entorno no suele ayudar. Este pasado mes de marzo salieron noticias sobre una crisis bancaria por mala gerencia.
— Malas noticias de Silicon Valley Bank.
— Imagínate que estás en tu casa y alguien te dice que habrá una crisis bancaria, aunque los tipos de interés están subiendo, se mantienen las comisiones y los bancos están más saneados y ganan más dinero que nunca…
— Puedo imaginármelo.
— ¿Cómo se puede divulgar de forma masiva una noticia de crisis bancaria por problemas de gerencia en un par de empresas si el conjunto de la banca obtiene resultados históricos? Una noticia como ésta impactó el mercado. ¿Qué ocurre con la gente que no tiene toda la información? Pues que cambia su estrategia de planificación financiera y vende su renta variable. Esto es pernicioso. Las oscilaciones del mercado son naturales y no se puede entrar en pánico.
— Alerta: ¡pánico!
— No todo el mundo puede ser inversor y nuestro trabajo es convertir ahorradores en inversores. Eso sí, cuando un ahorrador se convierte en inversor, entonces sí que no hay vuelta atrás. Siempre será inversor en virtud del tiempo y rentabilidad.
— Una cuestión de mentalidad.
— Mentalidad, asesoramiento y otras muchas cosas. Vivimos en un país que va muy cojo en educación financiera y no me refiero a explicar cómo se contrata una hipoteca —que también— en las escuelas, sino en entender los activos financieros. La consecuencia de todo esto es que se está agrandando la diferencia de patrimonios entre las familias porque unas invierten más y mejor en renta variable.
— ¿Invertir en la igualdad?
— El desconocimiento de las reglas financieras más básicas genera muchas desigualdades y tiene un gran impacto en el patrimonio financiero de las familias. Sólo hace falta mirar cómo llegan unas y otras a la jubilación. Es muy complicado culturalmente porque la gente cree que invertir en empresas es un juego.
“El desconocimiento de las reglas financieras más básicas genera muchas desigualdades”
— ¿Qué tipo de juego?
— El crecimiento económico refleja el beneficio de las empresas y ese beneficio se acaba reflejando también en las cotizaciones. Hay que dar un giro muy importante y si no se hace, las diferencias continuarán aumentando. Puedes tener más o menos dinero, pero existen instrumentos lo suficientemente flexibles para tener tu inversión financiera bien diseñada.
— ¿Qué significa trabajar en bolsa en pleno siglo XXI?
— Invertir en empresas y nosotros damos la opción de hacerlo en el mercado monetario, renta fija o renta variable. Este 2023 llevamos ya más de 200 entrevistas con empresas cotizadas de diferentes sectores de todo el mundo.
— ¿Cómo es el arte de entrevistar en bolsa?
— Se trata de verificar si el equipo directivo tiene visión a largo plazo y por tanto, conocer si a la hora de tomar decisiones está pensando en su prima del próximo año o en el futuro de la compañía. Hay empresas que son muy buenas, pero que tienen una gerencia muy cortoplacista y eso hace que detengamos todo el proceso.
“Keynes se arruinó muchas veces invirtiendo en bolsa”
— La visión y los incentivos marcan la diferencia.
— Hemos aprendido mucho sobre distintas empresas y sectores gracias a estas entrevistas que nos han permitido tener una idea clara sobre la situación económica agregada y que muestran una serie de tendencias antes de que queden oficialmente reflejadas por el mercado.
— ¿Cómo es su día a día?
— Mi día a día es hablar con muchísimas empresas. En Gaesco somos una fábrica que pone mucho esfuerzo para poder decidir dónde invertir. Es un proceso largo y pactado. También realizamos muchas reuniones de estrategia con los inversores.
— ¿Qué hay que saber para invertir?
— La primera vez que viene un inversor no hace falta que sepa de finanzas, pero la gracia es que vaya aprendiendo en cada reunión más allá de saber cómo van, en concreto, sus finanzas. Cuanto mayor conocimiento tenga, mejor le irá su inversión porque no malvenderá y más tiempo se quedará con nosotros.
“Las cotizaciones no reflejan siempre el correcto valor de las empresas”
— ¿Cuáles son las lecciones más importantes que ha aprendido en los mercados?
— ¡Muchísimas! Cuando eres estudiante sueles pensar algunas cosas que después la experiencia te pone en duda como, por ejemplo, que la gerencia de las empresas cotizadas de todo el mundo es excelente. Ahora bien, cuando vas realizando entrevistas con empresas te das cuenta de que es muy importante discernir cuál es el interés que mueve a cada directivo.
— Individual vs. Colectivo.
— Si el interés es colectivo entonces es fantástico, pero hemos visto muchos casos en los que el interés es sobre todo individual. Los episodios de racionalidad en los mercados son impresionantes. También es muy curioso cómo se propagan las noticias de crisis.
— (Des)información del mercado?
— La desinformación se propaga entre los clientes y hay que dedicar tiempo a explicar cómo son realmente las cosas. Los mercados son ineficientes por naturaleza y nosotros acabamos viviendo de la ineficiencia de los mercados.
— ¿Cotizar al alza o a la baja?
— Las cotizaciones no reflejan siempre el correcto valor de las empresas y nuestro trabajo es ver cuándo cotizan por encima o por debajo. En 2013 dieron el Premio Nobel de Economía a dos personas que explicaban precisamente lo contrario: los mercados son eficientes y los precios son correctos versus las burbujas existen y a veces no se paga al precio de mercado.
— Ambos tenían razón.
— ¡Exacto! Es una cuestión de tiempo. El primero hablaba de largo plazo y el segundo de corto plazo. No serás barato o caro durante toda la vida. Nuestro trabajo es detectar la diferencia entre los valores fundamentales y la cotización en cada momento y esperar a que todo vuelva a ponerse en su sitio.
— Ponerlo todo en su sitio no es nada fácil.
— Las convergencias tardan cierto tiempo. En Gaesco hemos visto muchas ineficiencias y de distinta naturaleza a lo largo de los años. Sin embargo, las causas son a menudo comunes y se encuentran en el comportamiento de los inversores. Volvemos a las matemáticas y la filosofía.
— Volvemos al origen del conocimiento.
— Para entender la bolsa, hay que entender a Immanuel Kant y la teoría del conocimiento. Hay decisiones que las tomamos más por lo que imaginamos que puede ser, que por lo que realmente es. De ahí surgen ciertas actitudes que se van repitiendo con el paso del tiempo.
“La bolsa es un mercado donde se compran y venden empresas. Transmitir las normas básicas de los mercados es democratizar el conocimiento financiero”
— Buena voluntad y lógica kantiana.
— Kant dice que tú eres un sujeto y que el mercado o la empresa son objetos sobre los que quieres decidir. Cuando tomas una decisión como sujeto no lo haces con la información del objeto sino en función de la imagen que el objeto transmite.
— Decidir por imagen y no por información.
— Decidir por lo que crees que es real y no por lo que realmente es. Se puede pensar que hay una crisis bancaria, pero realmente no la hay. La filosofía de Kant es clave en todas las inversiones. Hay muchos filósofos que han influido mucho en la bolsa.
— “La bolsa se mueve mucho por sentimientos”, aseguraba Joan Hortalà, expresidente de la Bolsa de Barcelona.
— Totalmente de acuerdo.
— ¿Y la profecía autocumplida de Keynes y los animal spirits?
— John Maynard Keynes se arruinó muchas veces invirtiendo en bolsa. Hay una corriente muy interesante llamada behavioural finances (finanzas del comportamiento) que te ayuda a entender los comportamientos irracionales y la complejidad del mercado.
“Decir que se juega en bolsa es demonizarla”
— Póngame un ejemplo.
— Son fenómenos más colectivos que individuales. Hace unos años se hizo un experimento en el campo de socioeconomics donde se cogieron dos grupos de personas y se les hizo una misma pregunta de la que nadie sabía la respuesta.
— ¿Qué pregunta?
— Les preguntaron hasta cinco veces cuántos asesinatos había habido en Suiza durante el 2006. La diferencia es que a un grupo se le iba comunicando la media de las respuestas de la gente y al otro no. El cambio fue brutal porque cuando comunicas la media, entonces existe una conversión hacia ella.
— La media como marco de referencia.
— A pesar de no saber cuál es la respuesta, la gente da más verosimilitud a algo que es colectivo. Es decir, una media, y eso también ocurre en las cotizaciones en bolsa. Sin embargo, el colectivo también puede equivocarse radicalmente.
— ¿Por qué?
— Por sentimientos, por desconocimiento, por desinformación… Si una persona se deja llevar por decisiones erróneas hará un gran agujero en su patrimonio financiero y no podrá crecer con su planificación.
— Todo muy racional en un mundo emocional.
— Hay pautas que la gente repite a lo largo del tiempo.
“La bolsa puede reflejar miedos colectivos e introducir un exceso de euforia o de depresión”
— ¿Qué se necesita para tomar buenas decisiones?
— Visión a largo plazo y pensamiento autónomo. Es mejor basarse en aquella información que tienes que en lo que hoy es noticia pero mañana quizás ya no.
— ¿Silicon Valley Bank?
— ¿Quién decidió que la caída de Silicon Valley Bank era extrapolable a todo el sistema financiero? ¡No tenía ninguna lógica! Encontrar información veraz es muy complicado. El inversor que está en casa recibe muchos bombardeos y necesita fuentes contrastadas para realizar una buena planificación financiera. El primer gran error de un inversor es no saber lo suficiente de finanzas y el segundo error es no mantener su planificación.
— La bolsa: ¿oligopolio o democracia?
— La bolsa es un mercado donde se compran y venden empresas. Como accionista puedes beneficiarte de la riqueza económica que generan las empresas. Transmitir las normas básicas de los mercados es democratizar el conocimiento financiero. Decir que se juega en bolsa es demonizarla.
— Con el dinero de las personas es mejor no jugar.
— Las personas pueden invertir con total independencia de cuál sea su patrimonio y beneficiarse así del crecimiento económico. Democratización de la bolsa, sin lugar a dudas, pero esto tiene un lado oscuro.
— El lado oscuro de la fuerza (y de la bolsa).
— [Ríe]. Quien interpreta la bolsa como una forma de trading y dinero rápido no tiene demasiado futuro. El futuro es identificar las buenas empresas, así como los buenos momentos. La inversión debe ser a largo plazo porque a corto se cometen muchos errores.
— Entonces, ¿cómo es el lado bueno?
— Lo bueno es comprar en bolsa, tenerla, mantenerla y beneficiarse del crecimiento económico. A mí nunca me ha atraído el lado oscuro y el corto plazo.
— ¿La bolsa es también un buen reflejo del progreso y el riesgo del mundo empresarial?
— La bolsa puede reflejar miedos colectivos y hay que ver cómo se generan y cómo se transmiten. Muchos miedos tienen de fondo un contenido muy pequeño, pero si se extiende de forma colectiva es muy probable que quede reflejado en bolsa. Por lo general, es una buena estimadora de la situación económica pero puede introducir un exceso de euforia o de depresión.
— ¿Euforia y/o depresión?
— Millones de personas comprando no tienen por qué hacer que el precio sea correcto. Todo el mundo puede estar equivocado en un momento concreto por miedos individuales o colectivas.
— La ley de los grandes cifras vs. el efecto contagio.
— El contagio no dura para siempre porque al final, se pone un poco de cabeza.
— ¿Cómo valora el momentum de los tipos de interés?
— Según los expertos, tenemos un contexto de subidas de tipos. Si tomas perspectiva histórica, es una pura normalización de los tipos de interés. Es bueno invertir en renta fija a corto plazo pero no a 10 años vista. Hay que entender que toda la curva de tipos no se normaliza de repente, primero van los cortos y después, los largos. Es muy importante ver cuáles son los factores comunes.
— ¿Por ejemplo?
— Ser pequeña o gran empresa cotizada (menos o más de 2.000 millones de euros) es un factor común. También existen factores como el value/growth, el valor contable que te explica el pasado y el valor bursátil que te anticipa al futuro. Netflix es una empresa growth porque tiene un valor contable pero su valor bursátil es veinte veces mayor. Sin embargo, una empresa value tiene un valor contable y bursátil similar. Cuando los tipos suben, las empresas value lo hacen mejor que las growth.
— ¿En qué sectores vale ahora la pena invertir?
— Bancos, aseguradoras, industrias o turismo se ven beneficiados por este entorno de inflación y tipos que suben porque pueden contrarrestarlo con más volumen y no sólo aumentando su precio. Japón lleva mucho esperando la inflación y es una gran bendición para ellos. Depende de los factores, los sectores y la geografía.
“Me preocupa que Barcelona no tenga más centros de decisión real”
— ¿Cómo ve la ciudad de Barcelona?
— Es una ciudad bien valorada y privilegiada. Cuando viajas te das cuenta de todo lo que es Barcelona en todo el mundo.
— “El hándicap de Barcelona es su baja autoestima”, alertaba Pau Relat, CEO de MAT Holding y presidente de Fira de Barcelona, en una reciente entrevista en el The New Barcelona Post.
— La inversión internacional es muy clara. Barcelona tiene ventajas, tiene nombre y es necesario hacer las cosas bien hechas.
— ¿Las cosas bien hechas?
— Me preocupa que Barcelona no tenga más centros de decisión real y no me refiero ni a los call centers ni a los domicilios sociales. En el mundo financiero ha habido un retroceso respecto a hace 25 años. Ahora bien, Barcelona está muy fuerte en startups o iniciativas empresariales y tiene un gran futuro más allá de su valoración en turismo. La ciudad también debe tener en cuenta que la tendencia mundial de primer nivel es la concentración.
— ¿Nos falta más y mejor colaboración público-privada?
— Seguramente. Se debe hacer más colaboración público-privada. Cuando hablo con empresas alemanas que se instalaron en China me cuentan que recibieron gran apoyo gubernamental. También me gusta poner el ejemplo de Amorebieta-Etxano y su industria automovilística de pequeñas y grandes empresas juntas. Aquí hay sobretodo un esfuerzo individual.
— La anterior entrevistada de Persona a Persona, Laura Urquizu, le hace las siguientes preguntas:
— ¿Cómo ve el escenario de salidas a bolsa de empresas privadas en 2024?
— La decisión de salir a cotizar en bolsa depende también de la voluntad de la empresa de hacerlo. Hay muchas empresas que nunca quieren salir a bolsa y hay muchas que sí. A la hora de salir a cotizar se valora también si el precio está por debajo o por encima del valor de la empresa. Esto depende mucho de la evolución de las bolsas, si siguen subiendo y se normalizan los precios… Las bolsas están hoy muy por debajo de su correcto valor fundamental.
— ¿Veremos una recuperación o debemos esperar hasta 2025?
— Las empresas salen a bolsa cuando creen que les pagarán el paquete de acciones por el precio que vale. Éste ha sido un buen año bursátil y el próximo año espero que lo sea todavía más. En 2024 saldrán bastantes más empresas a bolsa que en 2023. El año pasado hubo muy pocas porque las bolsas estaban más bajas. El número de salidas aumenta cuando los mercados también suben.
“La inversión en criptomonedas es el lado oscuro por su volatilidad y es una de las grandes burbujas especulativas del mercado”
— ¿Considera que la inversión en criptomonedas es atractiva? O ha quedado atrás como una moda pasajera?
— La inversión en criptomonedas es el lado oscuro porque tienen una volatilidad del 60%. Para entendernos, la renta fija y renta variable tienen una volatilidad del 6% y el 20%, respectivamente, a largo plazo. El inversor a largo plazo busca el equilibrio, pero con las criptomonedas estamos muy lejos de ello. Las grandes subidas de los mercados coinciden con una baja volatilidad. Las criptomonedas no son una herramienta inversora y por eso, las familias no invierten en ello. En España sólo hay 1,3 millones de personas que invierten y sin saber cuál es la rentabilidad. Un mercado volátil atrae al trader que vive precisamente de eso y del corto plazo. La oferta es muy débil y el sistema de mineros se encuentra muy lejos del rol de los bancos centrales y no hay nadie que vele de forma eficaz por la estabilidad. La volatilidad debe estar bajo control. Así pues, las criptomonedas son una de las grandes burbujas especulativas del mercado que van siempre ligadas a novedades tecnológicas. También hay mucha desinformación en criptomonedas. No son una opción viable, por lo menos como inversión.
SETE DE VIDA:
- Referente: El académico Roger Ibbotson y ciertos profesores de toda mi etapa educativa
- Libro: La Fundación, de Isaac Asimov; The Grapes of Wrath, de John Steinbeck y siempre, siempre Josep Pla, en su obra completa.
- Película: Épica con base histórica, desde Los Cañones de Navarone o Salvar al Soldado Ryan hasta la Lista de Schlinder, Carros de Fuego o La Vida es bella.
- Canción: El Cant de l’Enyor interpretado por Lluis Llach, María del Mar Bonet y Marina Rossell, en el Camp Nou, en 1985
- Rincón preferido: La Segarra (primavera), la Vall Fosca y el Alt Empordà (verano), cualquier lugar boscoso de las comarcas centrales y las tierras del Ebro (otoño) y Ciutat Vella de Barcelona (invierno).
- Lema de vida: Lo llevo en el whatsapp: “Glocal ECE`”. Glocal de Global y Local a la vez. ECE de Excelencia, compromiso y ética. El signo + de querer ser siempre positivo.
- Sueño: Tengo muchos, pero me conformaría con que las siguientes generaciones vivan mejor que la nuestra, que el bienestar aumente a cada generación.