El Museu de Cera se encuentra en la calle de la Banca, en el tramo final de La Rambla.

El Museu de Cera de Barcelona cambia de manos y prepara su reapertura para diciembre

El Museu de Cera de Barcelona está a punto de renacer de la mano de la empresa Advanced Leisure Services, gestora del Castell de Montjuïc, y de Toni Cruz, exmiembro de La Trinca y antiguo director de la productora Gestmusic

La crisis del coronavirus ha interrumpido muchos planes y muchas ilusiones, pero también son muchos los proyectos latentes que aguardan pacientemente a que vuelva la normalidad y que están deseosos de ayudar a Barcelona a recuperar el ritmo, la vitalidad y el optimismo.  Una de estas iniciativas quiere participar activamente en el proceso de reactivación del turismo, con una nueva oferta lúdica y cultural para la ciudad que ayudará, además, a revitalizar La Rambla. Se trata del Museu de Cera de Barcelona, que ultima la puesta en marcha de una nueva etapa tras haber cambiado de gestores y recibido una fuerte inversión para remodelar y actualizar sus instalaciones.

 

Según han explicado al The New Barcelona Post fuentes próximas a los nuevos propietarios, el objetivo del Museu de Cera es reabrir al público en diciembre, aunque todo dependerá de la evolución de la pandemia y de las restricciones que las autoridades sanitarias puedan adoptar hasta entonces. Si la normativa no lo impide, el plan es abrir el museo el próximo mes para que los barceloneses puedan disfrutarlo durante la Navidad. Si no es posible, se aplazará la inauguración a la primera mitad de 2021.

El pasaje de acceso al Museu de Cera desde La Rambla.

Detrás de la nueva etapa que quiere iniciar el Museu de Cera se encuentra una persona muy conocida en Catalunya, Toni Cruz, uno de los tres fundadores de La Trinca y exdirector general ejecutivo de la productora Gestmusic. Él es el director creativo del nuevo museo, que estará gestionado por la empresa Advanced Leisure Services (ALS), liderada por Ángel Díaz. ALS es una firma especializada en la gestión y comercialización de espacios culturales y turísticos y opera equipamientos como el Castell de Montjuic, la Cripta Gaudí de la Colònia Güell o el centro de divulgación del patrimonio de Catalunya que hay en el Palau Moja de La Rambla.

Ángel Díaz, a través de ALS, se alió a un grupo de empresarios del sector audiovisual para hacerse con la explotación del Museu de Cera, que hasta entonces estaba en manos de la familia Alarcón, fundadora del  equipamiento. No han comprado el edificio, sino que han firmado un contrato de alquiler y gestión del espacio, cuya propiedad mantiene la familia.  La transacción se efectuó  a finales de 2019, pero el grupo de socios no empezaron a operar el equipamiento cultural hasta el 1 de febrero de este año. Sin embargo, sus planes para relanzar el museo se truncaron con la llegada de la pandemia, el confinamiento de la población y la desaparición de los turistas.

El Museu de Cera contaba con una colección de unas 200 figuras de cera de personajes históricos.

Los nuevos gestores han aprovechado todo este año para someter al museo a una remodelación integral que ha supuesto una inversión de varios millones de euros.  “Será un nuevo museo de cera”, explican, en referencia a que habrá un cambio substancial respecto al anterior, que llevaba mucho tiempo sin actualizarse. “Creemos que hay una oportunidad con este tipo de oferta museística; el Museo de Cera es un activo y queremos volver a ponerlo a disposición de la ciudad“, afirman.

En su perfil de Linkedin, Toni Cruz explica que está volcado en el “nuevo proyecto, para remodelar, actualizar y dinamizar el Museu de Cera de Barcelona, para recuperar su carácter emblemático”. Según el ex miembro de La Trinca, el reto pasa por convertir a este equipamiento de La Rambla “en una parada cultural y lúdica obligatoria para todos los públicos“.

Toni Cruz, director creativo del nuevo Museu de Cera.

Inicialmente, los nuevos gestores preveían poner al día el museo en tres fases. Sin embargo, el coronavirus ha acelerado la remodelación, que se ha hecho toda de golpe aprovechando la situación de anormalidad que ha provocado el coronavirus. No han trascendido detalles de la reforma, pero las obras ya están prácticamente terminadas, por lo que la voluntad es abrir dentro de un mes.

El antiguo Museu de Cera disponía de una colección de 200 figuras de cera de personajes históricos, como Cleopatra, Charles Chaplin, Fidel Castro, Lenin, Chewbaca, Shakespeare, Hitler, Manolete, John Lenon, Dalí o Juan Pablo II. Se desconoce cuántas de estas figuras formarán parte de la nueva propuesta museística y qué personajes nuevos se incorporarán. Hay que tener en cuenta que el Museu de Cera de Barcelona respondía a una visión muy particular de su propietario y que no tenía como misión asemejarse al Madame Tussauds de Londres, que incorpora continuamente nuevas figuras siguiendo el ritmo de la actualidad. De hecho, el museo barcelonés estaba como congelado en el tiempo, ya que llevaba más de una década sin incorporar nuevos personajes. Los visitantes, por ejemplo, buscaban a Leo Messi, pero no lo encontraban.

El equipamiento cultural llegó a contabilizar más de 200.000 visitantes al año.

El Museu de Cera de Barcelona fue fundado por Enrique Alarcón, un arquitecto y escenógrafo que en 1973 compró el palacete neoclásico situado al final de La Rambla al considerar que se trataba de un lugar “idóneamente misterioso para una colección de estas características”, según explicaba en El Periódico en 2018 el periodista Mauricio Bernal. “La condición suya de escenógrafo, marcaría el destino del lugar”, apuntaba.

El Museu de Cera llegó a alcanzar en 2016 los 200.000 visitantes anuales, pero desde entonces esta cifra ha ido en retroceso. En 2017 —el año del atentado terrorista en La Rambla— se recibieron 160.000 visitantes y en 2018 ya fueron 150.000, según los últimos datos disponibles. Los hasta ahora responsables siempre habían hecho gala de ser un museo cien por cien privado que no recibía ni un euro de subvención pública. El equipamiento tiene, sin embargo, una segunda y destacada fuente de ingresos, El Bosc de les Fades, un bar adyacente que recrea un bosque con gnomos y criaturas fantásticas que había ido a más durante los últimos años. El complejo se completaba con el Passatge del Temps, una tienda que vendía objetos de diseño. Se prevé que los nuevos gestores incorporen también a estos dos espacios en su nueva propuesta turística.

El edificio que acoge el museo se construyó en el siglo XIX y fue la sede del Banco de Barcelona.

El Museu de la Cera está situado en la calle de la Banca, en un edificio que data de 1867 y que fue construido por la familia Girona. Acogió las sedes de la Compañía General de Crédito, del Banco de Barcelona y de la entidad Crédito y Docks. Ideado por el arquitecto Elías Rogent, en este palacete guardaban las joyas y el dinero las mejores familias de la burguesía catalana de finales del siglo XIX y principios del XX.