El Integrated Systems Europe (ISE), la feria para la industria audiovisual más grande del mundo, fue de los últimos eventos masivos que se organizaron en 2020. En la edición del año pasado, celebrada en Ámsterdam del 10 al 14 de febrero, un temporal tuvo una afectación mayor en la asistencia de congresistas que la pandemia, que se empezaba a notar pero todavía no había llegado a cerrar aeropuertos ni impedía la movilidad. A pesar de todo, el ISE 2020 reunió a casi 52.000 asistentes, menos que los 80.000 de 2019. Con la perspectiva actual, cincuenta mil asistentes continúa siendo una cifra que aún hoy haría saltar todas las alarmas por la insistencia de la crisis del coronavirus.
“No será la última pandemia que viviremos y, por eso, tenemos que intentar adaptarnos”, defiende el director ejecutivo del ISE, Mike Blackman, en una entrevista con The New Barcelona Post. Blackman ha pasado unos días en Barcelona, después de anunciar que el gran estreno de esta feria en la capital catalana se posponía al año que viene, precisamente, por la incertidumbre que todavía provoca la covid. “Si no aprendemos nada de esta pandemia, entonces lo habremos hecho mal. La mejor opción es ganar experiencia y ver cómo podemos hacer negocios y continuar con nuestras vidas”, subraya.
Una de las lecciones que han aprendido los organizadores del ISE es que sus expositores les piden que tienen que esperar algo más para volver a reunir miles de personas en un espacio cerrado. “Quieren reencontrarse en persona y volver a hacer negocios, pero están preocupados por viajar fuera de las fronteras de su país”, expone. En concreto, antes de acabar de tomar la decisión final, el congreso audiovisual preguntó a los asistentes si estaban dispuestos a venir hasta Barcelona: un 20% iba a venir de todas formas; otro 20% no lo iba a hacer de ninguna de las maneras, y un 60% no sabía qué hacer.
La posición de esta gran mayoría de asistentes dependía de factores que el ISE no podía controlar, como si el ritmo de vacunación sería el suficiente para garantizar una buena situación epidémica en verano o si las restricciones para viajar libremente se habrían levantado. La fecha tope que la organización se había marcado era principios de marzo, dando un margen de tres meses a los expositores para poder cancelar su participación sin tener pérdidas económicas, teniendo en cuenta que asistir a una feria como esta tiene un coste de entre dos y tres millones para las grandes empresas.
Eventos pequeños y locales para generar confianza
Ante todas estas dudas, los organizadores del ISE decidieron apostar por una solución a medio camino, planeando cuatro congresos a pequeña escala en los principales mercados para la industria audiovisual y en Barcelona, su nueva casa. “Si no podemos llevar a la gente para que vea el ISE, les llevamos el ISE”, razona. La nueva propuesta ha recibido “un enorme apoyo” y las empresas asistentes ya trabajan con la idea de enviar a sus equipos locales, allá donde les quede más cerca.
Londres, Múnich, Ámsterdam y Barcelona serán las opciones disponibles, pero Blackman asegura que la capital catalana será la favorita, sobre todo, para el público estadounidense, si pueden volar hasta aquí sin problemas. “Si tienen que venir a Europa, querrán venir en Barcelona”, asegura.
Todavía no está cerrado cuánto espacio ocupará en el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona. Lo que está claro es que tendrá que ser suficiente para poder mantener la distancia de seguridad entre los asistentes y poder hacerles tests, sistema que el mismo Blackman probó este jueves en la Llotja de Mar, en un acto organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona para demostrar que se puede recuperar la presencialidad de manera segura en este tipo de eventos.
¿Qué se podrá ver en el ISE?
En la feria reducida de los días 1 y 2 de junio en Barcelona habrá presentaciones de productos que se han ido atrasando durante los últimos meses y supondrá volver al networking y a la visita de estands, todo en formato reducido. “Será una pequeña cata”, señala el directivo.
Samsung, LG, Panasonic, Logitech o Sony son algunas de las grandes compañías que acostumbran a asistir al ISE, pero hay otras más especializadas cómo Kramer y Creston. Todas ellas ofrecen soluciones audiovisuales para cuestiones como el hilo musical que se escucha en el bar de un hotel, sistemas para regular la iluminación o los equipos necesarios para una sala de conferencias. Un sector claramente en alza después de la pandemia y, por lo tanto, las empresas que se dedican a él querrán encontrar respuestas sobre nuevas tendencias en esta feria.
Muchos de los expositores del ISE también asisten al MWC: “Somos sinérgicos, no competitivos”
Muchos de los nombres de estas empresas se repiten en otra feria radicada en Barcelona, el Mobile World Congress (MWC). “Son productos diferentes. Samsung en el ISE puede presentar pantallas, mientras que en el MWC, auriculares. Es la misma empresa, pero divisiones diferentes”, explica. “Somos sinérgicos, no competitivos. Algunos de nuestros asistentes pueden ser los mismos que en el MWC”, añade.
Barcelona y el ISE, una relación a largo plazo
La feria liderada por Blackman escogió Barcelona para trasladarse después de que Ámsterdam se les quedara pequeña. “En las últimas tres ediciones, teníamos que poner estands fuera del recinto. Nos convertimos en el congreso más grande en Ámsterdam y en los Países Bajos. Y, finalmente, no teníamos más espacio para crecer”, recuerda el director ejecutivo.
En la elección de una nueva ubicación, Barcelona sobresalió entre otras capitales europeas, gracias a su capacidad ferial, conexiones aéreas, transporte público y red de hoteles. Solo en una cuestión suspendió: el idioma. Los asistentes al ISE estaban preocupados por si se podrían comunicar con facilidad con los barceloneses, pero Blackman sabía que esta cuestión ya estaba superada. “Las primeras veces que vine, hace más de veinte años, el idioma era un problema. Pero ahora es completamente diferente”, recalca.
Él mismo lo había experimentado, nada más y nada menos, el día después al atentado terrorista en La Rambla. Había llegado a Barcelona con su familia para hacer turismo y, conscientes que era un día complicado, contrataron a un taxista para que les hiciera una ruta. “Nos llevó por todos los lugares, paraba y nos esperaba mientras lo visitábamos. Y nos lo explicó todo sobre la ciudad que amaba en un inglés excelente. Me convenció que las cosas habían cambiado”, recuerda.
Blackman y su familia estaban en Barcelona el día después de los atentados de 2018
El ISE decidió finalmente apostar por Barcelona y va para largo. A pesar de que el presente contrato con Fira de Barcelona es de tres años, Blackman asegura que se irá renovando. “Nuestra intención es a largo plazo. Si nos podemos quedar en Barcelona para siempre, lo haremos”, defiende. “No estaremos cambiando de ubicación cada año”, agrega.
A la espera de su estreno en la capital catalana, la feria también quiere dejar un legado en la ciudad más allá de los cuatro días que dura el evento, como ya hace el Mobile a través de la Mobile World Capital Barcelona (MWCapital). El ISE quiere explicar qué hace la industria audiovisual a todo el mundo, no solo a los congresistas. Por ejemplo, a través de programas en escuelas, con el objetivo de despertar las ganas de trabajar en este sector a los más pequeños. Para ver cómo pueden hacerlo, están en contacto con el festival Llum del Poblenou y el Clúster Audiovisual de Catalunya.
