La recuperación de Fira de Barcelona después de encajar el duro golpe de la pandemia ha sido más rápida de lo esperado. En 2022, la institución ferial ha demostrado una gran fortaleza y capacidad de resiliencia al registrar unos ingresos de 211,4 millones de euros, cifra que supone triplicar (+234%) las ventas de 2021 y que se sitúa un 25% por encima de los 170 millones que se habían presupuestado. “La recuperación de los ingresos ha sido muy rápida, algo totalmente inesperado; hace un año estas cifras eran inimaginables”, admite el director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga.
Este volumen de facturación es solamente un 4% inferior al récord histórico de 220 millones logrado en 2019. Durante los dos años de pandemia, en 2020 y 2021, las ventas de Fira de Bacelona descendieron a 60 millones y a 82 millones, respectivamente. “Durante la crisis sanitaria, la Fira no paró máquinas y ahora vemos los resultados; hemos estado trabajando para garantizar un rápido reinicio de la actividad cuando las circunstancias lo permitieran. El equipo directivo se ha dejado la piel para conseguirlo”, subraya Pau Relat, presidente del consejo de administración de Fira.
Hay otro dato que acredita los “los magníficos resultados” —según Relat— de 2022: Fira de Barcelona ha obtenido un ebitda de 36,9 millones de euros, el más alto conseguido nunca por la institución y que contrasta con los 8 millones negativos de 2021. La prudencia en el gasto ante la fuerte incertidumbre con la que arrancó el ejercicio y el mix de producto o tipo de salones que se celebraron —con grandes eventos propios como Alimentaria— propiciaron la consecución de este ebitda, tildado de “extraordinario”.
“A esta excelente facturación y al ebitda récord, debemos añadir otros tres éxitos más cualitativos: la renovación del MWC hasta 2030, la integración modélica del Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) y el inicio de las obras de ampliación del recinto de Gran Via”, apunta Relat. Según el presidente de la Fira, que la GSMA “haya decidido vincular su futuro a Barcelona, designándola como sede permanente del MWC, demuestra que existe máxima complicidad, y refuerza a Barcelona como capital tecnológica del mundo“.
Del total de 250 congresos, convenciones y ferias celebradas en el último año, el MWC, que la próxima semana congregará a más de 80.000 visitantes, es la principal fuente de ingresos de la entidad. Concretamente, aporta el 20% de la facturación, con 42 millones de euros. En segunda posición se sitúa el salón Alimentaria y el tercer puesto del ránking, de forma acelerada, ya lo ocupa la feria de tecnología audiovisual ISE. En los buenos resultados de 2022 hay que tener en cuenta, además, que ha sido el primer año completo de gestión del CCIB. Este equipamiento, que permite a la Fira operar con tres recintos feriales, ha generado el 16% de las ventas en 2022.
Según Serrallonga, las expectativas para 2023 “son buenas”, pero prefiere mostrarse prudente ante el actual contexto de incertidumbre, por lo que estima repetir este año los datos contabilizados en 2022. Para lograrlo, Fira de Barcelona cuenta con el regreso de los visitantes intercontinentales —especialmente los chinos—, con los magníficos resultados ya cosechados por el salón ISE y con las buenas previsiones que manejan el MWC y Seafood. Además, la Fira dispone de nuevos ases en la manga. La entidad acaba de atraer a Barcelona un nuevo salón que hasta ahora se realizaba en Londres, Shoptalk, y volverá a acoger la feria mundial más grande de la industria farmacéutica, el CHPI, que ya se celebró en la capital catalana en 2016. Otro evento destacado será la celebración del Global Public Transport Summit (UITP), la conferencia mundial de transporte público más importante del mundo.
Shoptalk es una feria dedicada a la innovación en el sector retail que se celebrará un mínimo de dos años en el recinto de Gran Via, con volumen de 40.000 visitantes previstos y la participación como ponentes de altos directivos de empresas como Zalando, Coca Cola, Ikea, Camper, Mars, Pandora y Unilever. El salón, que tendrá lugar en mayo, quiere ser un escaparate de soluciones tecnológicas aplicadas al sector comercial y del e-commerce y combina la parte de exposición ferial con un potente programa de conferencias y reuniones empresariales.
“Lo ocurrido estos últimos años nos ha permitido constatar la importancia que tienen las ferias, que alguien en su día quiso poner en duda. Había muchas ganas de volverse a ver, de reencontrarse. Claramente vemos la necesidad de seguir celebrando ferias y congresos”, reflexiona Serrallonga. En este sentido, considera clave el proyecto de ampliación del recinto de Gran Via, que añadirá 60.000 metros cuadrados de superficie expositiva, hasta sumar 300.000 metros cuadrados. Una vez iniciadas las obras del nuevo pabellón, el objetivo es poderlo estrenar comercialmente en septiembre de 2026.
“La ampliación de Gran Via es fruto de la mirada larga que tiene Fira de Barcelona y nos permitirá consolidar la estrategia de captación de grandes eventos”, ha apuntado Pau Relat. El otro gran proyecto que impulsará la entidad será la remodelación y modernización de todo el recinto ferial de Montjuïc de cara a la celebración de su centenario, prevista para 2029. Según la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en el próximo plenario del mes de marzo el consistorio barcelonés aprobará definitivamente el nuevo planeamiento urbanístico del recinto de Montjuïc, que tendrá una mayor integración con el barrio del Poble-sec. El proyecto contempla derribar los palacios feriales con fachada en la calle Lleida y destinar el espacio a la construcción de viviendas y equipamientos varios.
Relat exige mantener la lealtad institucional
Finalmente, Relat ha pedido a las tres instituciones que integran el consejo general de la Fira, el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y la Cámara de Comercio de Barcelona, máxima lealtad y que no abandonen los “amplios consensos” que han sido claves para el éxito de la institución. “Apelo a mantener el esfuerzo para que el consenso institucional se mantenga”, destaca Relat. Esta petición del presidente de la Fira es una reacción al proceso de elección de las dos nuevas consejeras que se incorporarán al consejo de administración de la Fira y también al hecho de que la Generalitat haya utilizado su mayoría accionarial en Fira 2000 —la sociedad que impulsa la ampliación de Gran Via— para cambiar al director general de la empresa, en contra de la opinión del resto de accionistas.
“No es habitual, pero en la renovación de Fira 2000 no ha habido consenso”, ha admitido la alcaldesa Colau. “No discutimos la legitimidad del Govern para tomar esta decisión, pero es mejor recuperar la tradición y consensuar al máximo las cosas”, apunta la también presidenta del Consejo General de la Fira. Este órgano —integrado por las tres instituciones—debería haberse reunido en diciembre para aprobar el nombramiento de los nuevos consejeros de la Fira y examinar las cuentas de 2022, pero el encuentro todavía no ha podido celebrarse.
Según la presidenta de la Cámara, Mónica Roca, las dos directivas que se incorporarán al consejo de administración, Laura Carnicero y Anna Navarro Schlegel, tienen a sus espaldas “una trayectoria empresarial impresionante” en el sector de la automoción y el tecnológico, y favorecerán que el consejo “sea más justo en términos de género y refleje mejor la sociedad del siglo XXI”. Carnicero y Navarro sustituirán a Kim Faura y a Pedro Fontana una vez el consejo general ratifique el nombramiento.