Barcelona fue pionera en eliminar los pagos en efectivo en la flota de autobuses de TMB durante los primeros meses de la pandemia. Así, sólo se podía utilizar el transporte público mediante un abono o título multiviaje o comprando un billete sencillo a través de la aplicación móvil. Ahora, ya se pueden volver a comprar billetes sencillos en el bus en Barcelona, pero no en metálico, sino con tarjeta de crédito, con un teléfono móvil o con un reloj inteligente.
El año pasado, Transports Metropolitans de Barcelona inició una prueba piloto en las líneas V3 y 46, donde instaló junto al conductor unos terminales EMV que proceden al cobro del billete electrónicamente cuando se acerca una tarjeta contactless de débito o de crédito o un teléfono móvil. La transacción es, a la vez, la prueba de que se dispone de un título válido para viajar en caso de una inspección, ya que no se obtiene ningún billete impreso.
Según TMB, este sistema facilita el acceso de los usuarios esporádicos al transporte público, evita contactos y agiliza el servicio. Una vez validado el funcionamiento de este nuevo método de cobro en las líneas V3 y 46, se ha implantado en toda la flota de autobuses (1.070 vehículos) y, hasta ahora, con los nuevos terminales EMV ya se han comprado medio millón de billetes, con una “valoración muy alta”, según TMB, por parte de los usuarios. La compra de billetes sencillos, que tienen un coste de 2,40 euros, es muy minoritaria, ya que representan menos del 2% de las validaciones. Los nuevos terminales han sido desarrollados por Comercia Global Payments —filial de CaixaBank— e Inetum.
“Barcelona es la primera ciudad del Estado español donde el billete sencillo de bus se paga con tarjeta bancaria como alternativa al efectivo y es una de las primeras grandes ciudades europeas que avanzan hacia un sistema de pago totalmente digital y sin efectivo a bordo”, destaca la empresa pública presidida por Laia Bonet.