Damm intensifica sus planes en materia de eficiencia energética y sostenibilidad. El grupo barcelonés acaba de ampliar las instalaciones fotovoltaicas instaladas en varias de sus plantas y anuncia para 2023 una inversión adicional de 3,6 millones de euros que le permitirá consolidarse como la cervecera que cuenta con mayor extensión de placas solares en la Península Ibérica.
Las últimas ampliaciones han permitido a Damm incrementar hasta 32.183 metros cuadrados la superficie fotovoltaica, lo que ha permitido que la compañía autoproduzca actualmente 7,1 GWh de energía limpia al año. Ahora, proyecta para el próximo año instalar 23.500 metros cuadrados más en la fábrica de El Prat de Llobregat, en la plataforma logística de la ZAL del Puerto de Barcelona, en la maltería La Moravia y en los centros de producción de cerveza que posee en Murcia y Málaga.
Según el grupo presidido por Demetrio Carceller, el modelo energético implantado en los últimos años en Damm se basa en fomentar la autosuficiencia energética y ha permitido que hoy la empresa ya genere el 60% de la energía eléctrica que consume su actividad. El 40% restante también es energía verde certificada. Esta elevada ratio de autoconsumo no solo se ha conseguido con las placas solares, sino con la adopción de otras fuentes de energía renovable como la cogeneración y la trigeneración a partir de biogás, tecnologías que han permitido a la empresa reducir su dependencia energética externa y también ahorrar costes en un contexto de altos precios de la electricidad.
Otro factor clave para avanzar en el plan de sostenibilidad y recorte del consumo ha sido la mejora de la eficiencia de los procesos productivos, de forma que en la última década se ha logrado reducir en un 45% la energía utilizada en la producción de cada hectolitro de cerveza. Juan Antonio López Abadía, director de optimización de energía y medio ambiente de Damm, destaca que la sostenibilidad y el menor consumo de recursos naturales “es una prioridad” para la compañía, que seguirá trabajando para “concluir con éxito la transición energética hacia modelos más sostenibles” que permitan “minimizar el impacto ambiental” y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la Agenda 2030.
