El sector del cava se prepara para batir este año un nuevo récord histórico de ventas. El objetivo es superar los 250 millones de botellas comercializadas, una cifra que el Consejo Regulador del Cava ve totalmente factible tanto por las buenas expectativas de la campaña de Navidad como por los datos registrados durante los tres primeros trimestres del año. Así, entre enero y septiembre se han vendido 170 millones de botellas, un 2,35% más. Se trata de un incremento inferior al 3,36% que se contabilizó durante el mismo periodo de 2022.
Al igual que ocurrió el pasado año, es el mercado interior quien, actualmente, ejerce de motor de crecimiento del cava, aunque, en términos de volumen total, las exportaciones siguen siendo determinantes, ya que generan el 70% de las ventas. Según ha avanzado este miércoles el presidente de la DO Cava, Javier Pagés, hasta septiembre las ventas en el mercado español han crecido un 7,65% animadas, fundamentalmente, por la buena marcha del sector de la restauración y también por el impulso del turismo. Por el contrario, el mercado de exportación se ha mantenido plano, con un alza del 0,33%.
“La economía española destaca dentro de la Unión Europea en crecimiento del PIB; estamos por encima de otras grandes economías y eso influye, claramente, en este incremento del 7,65% que han registrado las ventas de cava”, explica Pagés. En 2022, el mercado interior se había disparado un 14,5% hasta el tercer trimestre y las exportaciones también se habían estancado. “La aceptación del cava a nivel mundial es impresionante. Estamos presentes en 150 países y somos la DO española que más exporta, el 70% de nuestra producción”, ha recordado el presidente del Consejo Regulador para quitarle hierro al freno del crecimiento en el mercado internacional.
Alemania se mantiene como principal cliente del cava, con un alza de 1,27% hasta septiembre. En segundo lugar, se sitúa Bélgica (+1,95%) y en tercera posición Reino Unido, donde las ventas han avanzado un 19,33% después de que en el mismo periodo de 2022 descendieran. Pagés atribuye esta fuerte recuperación en el mercado británico a que el cava “va bien” en ese mercado y a una cuestión técnica relacionada con la “regulación de los stocks”, en el sentido de que habían descendido mucho y ahora los clientes han vuelto a llenar sus almacenes.
Otros países con incrementos de ventas significativos hasta septiembre son Brasil (+76%), Polonia (+33%), Francia (+17%), Países Bajos (+11%) y Suecia (+6%).
Según Pagés, si no se produce “ninguna debacle” y la campaña de Navidad es positiva, el cava podría acabar el año con un crecimiento de entre el 3% y el 4%, hasta alcanzar unas ventas de más de 250 millones de botellas, si bien ha defendido que el objetivo del Consejo Regulador ya no es tanto crecer en volumen sino en valor. “Al cava le interesa el volumen, porque hay muchos perfiles de consumidor, pero ahora lo más importante es trabajar el valor”, ha señalado, tras recordar la nueva segmentación que distingue entre los cavas de guarda y los de guarda superior (más de 18 meses de crianza y elaborados con uvas ecológicas procedentes de viñedos de más de diez años).
La sequía incrementará los precios
En este sentido, vaticina que el precio medio de una botella de cava (que en 2022 se situó en los 10 euros) subirá en los próximos años por esa voluntad de apostar por las gamas más altas, pero también por el efecto de la sequía, que ha mermado la producción de uva para cava y, en consecuencia, disminuido los stocks que se encuentran en fase de crianza en las bodegas. Concretamente, en la última vendimia se recogieron un 20% menos de kilos. Ante esta situación, es probable que en 2024 y 2025 no puedan batirse los récords de producción que se han alcanzado los últimos años, incluido este 2023.
En 2022, el sector comercializó 249 millones de botellas, cifra que supuso un incremento del 4,58% respecto a 2021, por encima de la previsión del 3% efectuada antes de la campaña de Navidad. Esta cifra corresponde a las botellas efectivamente comercializadas por las bodegas, aunque si se suman también los stocks a punto de salir que había en las empresas a final de año —botellas ya certificadas y con el sello del Consejo Regulador—, el número total de unidades producidas (expediciones) se elevó a 254 millones, un 0,69% más. Este volumen es el más elevado de la serie histórica, ya que supone superar el récord de 2021 (252,9 millones de botellas) y el de 2017 (252 millones).