El sector del cava ha cerrado el ejercicio de 2022 mejor de lo esperado. En total, comercializó 249 millones de botellas, cifra que supone un incremento del 4,58% respecto a 2021, por encima de la previsión del 3% efectuada antes de la campaña de Navidad. Esta cifra corresponde a las botellas efectivamente comercializadas por las bodegas, aunque si se suman también los stocks a punto de salir que había en las empresas a final de año —botellas ya certificadas y con el sello del Consejo Regulador—, el número total de unidades producidas (expediciones) se eleva a 254 millones, un 0,69% más.
Este volumen es el más elevado de la serie histórica, ya que supone superar el récord de 2021 (252,9 millones de botellas) y el de 2017 (252 millones). “El cava ha demostrado su gran capacidad de resiliencia, debe ser un motivo de orgullo, porque ocupa una posición privilegiada en el sector mundial del vino”, destaca Javier Pagés, presidente del Consejo Regulador del Cava. Según Pagés, la DO Cava es la tercera del mundo en vinos espumosos y la segunda en aplicar el método tradicional champenoise (es decir, con la segunda fermentación efectuada dentro de la botella).
En volumen de ingresos, la DO Cava estima que la facturación agregada de todas las bodegas ha crecido un 15%, al pasar de 1.905 millones en 2021 a 2.192 millones el pasado año. El precio medio por botella, asegura Pagés, se sitúa ahora en los 10 euros, aunque esta cifra varía mucho en función del canal de venta. El crecimiento del sector se debe al final de la pandemia y al dinamismo del sector de la restauración y el turismo.
El 69% del cava comercializado se exporta a 150 mercados, con seis grandes países tirando de las ventas en el exterior: Alemania (+2%), Estados Unidos, Bélgica, Reino Unido, Suecia —que ha experimentado un importante crecimiento del 35%— y Japón. Las exportaciones crecieron un 1,2% en 2022, frente al alza del 13% registrada en el mercado nacional (en España se han consumido 77 millones de botellas). También se han registrado aumentos de ventas a doble dígito en países como Suiza (+50%), Brasil (+24%), Estonia (+22%) y Lituania (+21%).
En el mercado español, destaca el crecimiento del 32% experimentado en el sector de la hostelería en valor (es decir, en facturación) y del 30% en volumen. En paralelo, en el canal de venta en supermercados, las ventas de cava han aumentado un 10,5% en valor y un 4,3% en volumen. Según Javier Pagés, que maneja datos de la consultora Nielsen, en 2022 el cava ha ganado cuota de mercado en el sector de los vinos espumosos en España, ya que en los supermercados retrocedieron un 12,9% las ventas en volumen de champán y un 8,7% las de otro tipo de espumosos.
“A pesar de las dificultades económicas vividas en 2021, 2022 ha sido un año de recuperación, con unos resultados muy positivos”, apunta Pagés. El presidente de la DO Cava subraya especialmente el crecimiento del 12,87% experimentado por los cavas de guarda superior, es decir, los de mayor valor añadido, ya que tienen una crianza mínima de 18 meses. Concretamente, los cavas gran reserva (más de 30 meses) han avanzado un 10% y los reserva un 13%. Los cavas de guarda o menor crianza (de 9 a 18 meses) crecieron un 3%.
Otra tendencia claramente en alza es el incremento de la producción de cavas ecológicos, con un crecimiento del 40% en el último año. Así, en 2022 ya se vendieron 32 millones de botellas de cava procedentes de viñedos ecológicos, aunque Pagés se muestra convencido de que “a la larga todo el cava acabará siendo ecológico”. Por el contrario, en 2022 se produjo un descenso del 3,69% en las ventas de cava rosado.
Pagés considera que 2023 también “será un buen año” y que no hay ningún indicador que haga prever que se vaya a interrumpir el ritmo de crecimiento del sector, aunque admite que hay mucha “volatilidad, condicionantes e incertidumbre, por lo que debemos ser cautos”.
Oposición total a la creación de una DO de espumosos en el Penedès
Tras conocerse hace unas semanas que los socios de Corpinnat, el grupo de bodegas que dejaron la DO Cava para crear una marca colectiva propia, habían reiniciado las negociaciones con los productores de espumosos de la DO Penedès (Clàssic Penedès) para impulsar la creación de una nueva denominación de origen especializada en espumosos del Penedès, Javier Pagés se ha mostrado radicalmente en contra del proyecto, que considera “una broma”. “Es una iniciativa que no entiendo y que no puede ser, no me cabe en la cabeza, no lo concibo de ninguna manera”, afirma con contundencia el presidente del Consejo Regulador.
Según Pagés, la DO Cava es histórica en el área del Penedès, por lo que “no pueden venir otros a cargarse una DO que elabora el 70% del vino catalán; no entra en la cabeza de nadie”. “Sólo podría salir adelante con un decreto ley de la Unión Europea” y recalca que esto es “inviable”, puesto que va en contra de las normativas comunitarias. “Pretender crear una DO dentro de otra DO es algo que no se entiende y menos para hacer el mismo producto, con el mismo método y dentro de un mismo territorio; es hablar por hablar, no puede ser algo serio, no entiendo nada”, exclama. Según la DO Cava, nadie les ha comunicado oficialmente la existencia de este proyecto, que solo conocen “por la prensa”.
Pagés advierte que “hay que ir con cuidado” con estas cuestiones y, de nuevo, reivindica que “lo bueno para el sector” y para el Penedès es que “todos vayamos juntos”, para evitar generar más confusión entre el consumidor. “Compartimos el mismo método de elaboración y el mismo territorio; lo que debemos hacer es construir conjuntamente valor para todo el sector”, concluye.
