La gestión de la venta y admisión de las entradas para acceder a la Basílica de la Sagrada Familia, las plataformas de audio-videoguías para los visitantes, la videovigilancia de todo el recinto del complejo monumental, la conectividad, los procesos de diseño de ingeniería y construcción de la obra iniciada por el arquitecto Antoni Gaudí… todo en la Sagrada Familia está en manos de un centro de datos modular y móvil que se instaló con las especificaciones técnicas de la multinacional Schneider Electric.
Ocho años después de su puesta en marcha, y a la espera de su emplazamiento definitivo en algún punto del interior del templo cuando finalicen las obras —que a causa del paro por la pandemia será más allá de la fecha prevista de 2026—, el data center o cerebro tecnológico de la Sagrada Familia está al 75% de su capacidad.
Por tanto, para cuando se tenga la ubicación definitiva, posiblemente soterrada, los responsables de la Junta Constructora de la Sagrada Familia y de la multinacional Schneider Electric ya dan por hecho que los 10 racks de servidores de potencia instalada en el data center deben crecer para absorber el crecimiento de la demanda de visitantes prevista en el futuro, así como para dar respuesta a los avances tecnológicos que se vayan incorporando —Inteligencia Artificial, Big Data, Realidad Aumentada—.
En 2014, cuando el entonces departamento de IT vio la necesidad de tener un centro de datos que incorporara todos los driver hardware para ganar capacidad y control de gestión global, era necesario digitalizar los procesos comerciales, de seguridad y construcción. Los ingenieros de Schneider Electric idearon una estructura ad hoc para la Sagrada Familia de última generación tecnológica. Esto le valió, entre otros, el premio internacional DatacenterDynamics Leaders EMEA Award en la categoría de implementación modular. Después, han venido otros proyectos para la ciudad de Barcelona, como el que tiene la compañía Abertis, en el área de mantenimiento de Vallcarca.
Schneider Electric construye este tipo de instalaciones en la fábrica que tiene en Sant Boi de Llobregat. En el caso que nos ocupa, el módulo fue entregado con bastidores, SAI, distribución de energía, refrigeración y monitorización, preinstalados y listos para su despliegue. La estructura externa del módulo fue diseñada para ser duradera y segura, con conexiones eléctricas y mecánicas que pueden ser fácilmente desconectadas en caso de que sea necesario desplazar el módulo del centro de datos o los componentes de la infraestructura interior.
Un extremo que ya se ha dado una vez en un traslado dentro del mismo recinto que se realizó en 48 horas, ya que las obras de construcción de la basílica deben ir avanzando sin interrupciones para sus visitantes ni para los más de 15 arquitectos que trabajan en el recinto para el proyecto y, por tanto, el cerebro de la Sagrada Família no puede dejar de pensar 24/7, los 365 días del año.