MYBA Charter Show Barcelona 2022
La popa del superyate Triumph, en Marina Port Vell. ©JOF

MYBA 2022: El negocio de las grandes esloras vuelve a Barcelona

No pudo celebrarse en 2020 y tampoco en 2021. Finalmente, ha sido en 2022 cuando el MYBA Charter Show, un gran evento internacional relacionado con el alquiler y los servicios a yates de grandes esloras, ha regresado a Barcelona. Lo ha hecho volviendo a llevar animación, negocios y algunas impresionantes embarcaciones, no habituales en la ciudad, a los muelles de Marina Port Vell.

MYBA son las siglas de Mediterranean Yacht Broker Association, una entidad fundada en 1984  para unir a todos los agentes implicados en la gestión de los superyates: alquiler de barcos, servicios de mantenimiento, catering, asistencia a tripulaciones, huéspedes y cualquier otro asunto relacionado con el día a día de un sector tan impecable como discreto, a pesar de que sus grandes protagonistas son embarcaciones que no pasan precisamente desapercibidas.

El MYBA Charter Show ha traído hasta los muelles de la Barceloneta y de España a una veintena de grandes yates basados en otros puertos y que pasarán toda la semana en Marina Port Vell con el objetivo de su comercialización y de negociaciones entre brókeres, agentes de puerto, proveedores, empresas de servicios y otras marinas. Estas sociedades se han trasladado a Barcelona desde otros puntos de España y países cercanos como Francia, Italia o Mónaco, como también de lugares como las Islas Cook, Arabia Saudí, Nueva Zelanda o Israel.

Al tratarse de un evento profesional, el acceso está restringido al público en general, aunque desde diferentes puntos de la Barceloneta y otros muelles del puerto pueden apreciarse varios de los grandes yates que recalan estos días aquí, como el histórico Shenadoha of Sark, una goleta de 42 metros y tres mástiles y con 120 años de intensa historia. Tras pasar por muchas manos, actualmente el velero es de propiedad italiana y lo comercializa el bróker británico Burgess, que estos días ha traído a Barcelona tres yates de su extenso catálogo para cerrar acuerdos de alquiler para esta y las próximas temporadas.

El velero Shenadoah of Sark, botado en 1902 y comercializado por el bróker Burgess Yachts. ©JOF

Otras importantes empresas presentes esta semana en Marina Port Vell son Northrop & Johnson, Camper & Nicholsons y Fraser, que tienen entre su oferta de embarcaciones en alquiler yates como el Roma, de 62 metros, Balista, de 47 o el Curiosity, de 45, que estos días exhiben todo su esplendor y hasta los extras que tienen a bordo para demostrar todas sus posibilidades: desde lanchas auxiliares a motos de agua, tablas de windsurf o cualquier otro complemento que quieran usar los huéspedes de estos yates durante sus vacaciones y fondeos.

En esa línea, Sean Read, el capitán del Triumph, otro de los yates presentes estos días en el muelle de la Barceloneta y engalanado como en las grandes ocasiones, ha celebrado almuerzos para clientes y proveedores en uno de sus comedores exteriores. El Triumph es un elegante barco de 66 metros que, en sus visitas a la ciudad, es asistido por P&C Yacht services, filial de la barcelonesa Perez y Cía.

Stands y yates comparten estos días los muelles de la Barceloneta y de España en Marina Port Vell. ©JOF

World Yacht Group

Frente a varios stands instalados en el muelle de la Barceloneta, uno de los yates más notables del MYBA Charter Show por su línea y dimensiones es el Stella Maris, una enorme embarcación de recreo de 72 metros comercializada en exclusiva para todo el mundo por World Yacht Group, una firma nacida en Barcelona y que tiene delegaciones en California, Florida, la Costa Azul, Baleares y Madrid.

La empresa, fundada por Joan Plana Palao, ingeniero naval y antiguo capitán de superyates, tiene un catálogo de 22 barcos en diferentes zonas del mundo y una docena de yates más a la venta. Precisamente hace pocos meses cerró la venta del Stella Maris a su actual propietario, un empresario californiano de origen chino que confía en Plana para la gestión integral de su barco.

La suite del armador del Stella Maris, situada en la parte más alta de este yate. ©JOF

La fórmula se basa en equilibrar las necesidades del propietario con la comercialización a terceros. El armador programa una serie de periodos de vacaciones al año a bordo de su propiedad y el resto del tiempo nosotros lo ponemos en el mercado”, indica Plana Palao. El yate, con capacidad para 12 huéspedes alojados en siete grandes suites, tiene una tripulación de 19 personas, varios salones, un gimnasio, un spa, sala de tratamientos, helipuerto y una decoración exquisita del estudio de la reputada Michaela Reverberi. Los precios de alquiler van acordes con el lujo y la exclusividad que se viven a bordo: 700.000 euros por semana, a los que se ha de añadir un 20% de IVA y los gastos extra que van a cargo del cliente: comidas, bebidas, combustible, tasas portuarias y propinas a la tripulación, lo que de media supone añadir un 30% más al precio del alquiler semanal.

La crisis rusa

El conflicto provocado por la decisión de Vladimir Vladimirovich Putin invadiendo y atacando Ucrania, ha afectado también a este sector, el de la náutica de recreo de alto standing que aparentemente podríamos imaginar como ajeno a guerras y conflictos, aunque tanto el enfrentamiento armado como las medidas económicas de presión contra ciertas personalidades cercanas al presidente ruso y otras restricciones impuestas a las fortunas de ese país, han impedido que un cierto numero de yates se hayan podido desplazar hasta Barcelona y también el negocio de alquiler de yates para rusos, ha caído en picado como comentaban ayer algunos brókeres en los muelles y en pequeños corrillos que se formaban a pie de pasarelas o en los stands del MYBA.

 Los visitantes de los yates entran descalzos a visitar los yates en el MYBA. ©JOF
Zapatos en tierra. Los visitantes de los yates entran descalzos a visitar los yates en el MYBA. ©JOF

En todo caso, según apuntaban otros profesionales del sector, como Alberto Cadeddu, director de la sarda Nautica Assistance, el mercado estadounidense suplirá el parón del ruso este verano en el Mediterráneo. “Tras dos años sin poder viajar a Europa, los clientes del chárter náutico de Norteamérica están alquilando mucho en Cerdeña, Baleares y el Mediterráneo”, apunta Cadeddu, basado en Olbia, el corazón de la Costa Esmeralda y uno de los paraísos de los yates y los megayates, un sector que estos días hace negocios frente a los edificios de la Barceloneta en un evento que por el momento tiene aseguradas las ediciones de 2023 y 2024.