“Fira de Barcelona ha vivido una década prodigiosa“. Estas palabras del conseller de Empresa, Ramon Tremosa, definen muy bien el fuerte crecimiento experimentado por la entidad estos últimos años, en los que ha duplicado su tamaño, hasta conseguir superar los 200 millones de euros de facturación. Esta trayectoria, desgraciadamente, se ha visto interrumpida por el coronavirus, que ha impedido celebrar los grandes salones que estaban previstos para este año, basta con acordarse de la sonada cancelación del MWC. Aún así, Fira de Barcelona no se ha detenido y se ha reinventado con nuevos formatos digitales que en el futuro podrán ser un buen complemento a las actividades presenciales.
La entidad tiene previsto cerrar el ejercicio de 2020 con una facturación de 82 millones de euros, lo que supone un descenso del 63% respecto al récord de 220 millones alcanzado en 2019. Para hacer frente a esta fuerte bajada de los ingresos, la institución que dirige Constantí Serrallonga se ha apretado el cinturón, aplicado un expediente temporal de empleo para sus 380 trabajadores y negociado dos acuerdos económicos con las Administraciones que le permitirán cerrar el ejercicio con un cierto equilibrio, con un ebitda de 100.000 euros.
Esta cifra no se hubiera podido conseguir sin recibir una ayuda extraordinaria de 10 millones aportados a partes iguales por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, una aportación económica de carácter finalista que se ha destinado a financiar los gastos de algunos eventos concretos. Es habitual que las dos administraciones contribuyan a financiar ciertos salones, pero con una aportación pública muy inferior, de 2,5 millones en el año 2019, por ejemplo.
El segundo elemento que ha permitido cerrar con ebitda positivo es el acuerdo que se ha llegado con Fira 2000 —empresa pública controlada por la Generalitat— para pagar sólo una quinta parte del canon anual que abona Fira por utilizar el recinto ferial de Gran Via. Concretamente, este año tocaba pagar 8 millones de euros, pero sólo se pagarán 1,4 millones, ya que se dejarán de devengar 6,6 millones porque no se ha podido utilizar el recinto desde el mes de marzo. La idea es poder recuperar este pago en el futuro una vez recuperada la actividad.
Este menor canon no compromete en ningún caso el proyecto de ampliación del recinto de Gran via, que ya tiene la financiación asegurada y sigue avanzando con la tramitación urbanística y administrativa correspondiente. “La ampliación de Gran Via sigue más vigente que nunca, será una realidad muy pronto”, asegura el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat.
Relat: “La ampliación de Gran Via sigue más vigente que nunca, será una realidad muy pronto”
El proyecto consiste en la construcción de 60.000 nuevos metros cuadrados, lo que permitirá tener un recinto de 300.000 metros cuadrados y pasar a competir en una liga superior en la que también juegan las ferias de Milán, Frankfurt y Hannover, las únicas en Europa que ya disponen de esta superficie.
Tras tildar el año de “extraordinariamente duro”, el presidente Relat se felicita por los resultados conseguidos gracias al esfuerzo de los trabajadores y del equipo gestor. El empresario se muestra muy optimista con el futuro y asegura que Fira de Barcelona “asume el reto de ser motor de la reactivación económica” catalana gracias a que “afronta la reanudación de 2021 con la máxima solvencia”.
“Estamos preparados para reanudar la actividad en primavera con unos rigurosos protocolos anticovid que son pioneros a nivel mundial”, asegura Relat, convencido de que la actividad ferial será el revulsivo que esperan sectores muy perjudicados económicamente como la hostelería, el comercio y la restauración.
Según el director general, Constantí Serrallonga, está ya preparada una batería de salones a partir del mes de abril y “hay problemas graves de calendario” para meter todos los eventos programados para otoño. Así, después de Semana Santa y hasta el verano se prevé la celebración del Saló de l’Ensenyament, Automobile, Alimentaria, ISE —por primera vez en Barcelona—, Sonar y MWC —asegurado, como mínimo, hasta el año 2024—. En septiembre, si las circunstancias lo permiten, está previsto recuperar incluso la celebración de congresos médicos, uno de los puntos fuertes de la Fira, con el congreso europeo de médicos del aparato respiratorio.
Serrallonga: “La ambición en 2021 es total, ganaremos al virus”
“La ambición en 2021 es total, ganaremos al virus”, asegura Serrallonga, que ha confeccionado un presupuesto “prudente” que contempla facturar 125 millones de euros el próximo año, con un centenar de eventos. El año que viene será también importante para la Fira porque a partir de noviembre asumirá la gestión del CCIB, que se convertirá en su tercer recinto ferial.
Este viernes, Fira de Barcelona ha celebrado su consejo general, un órgano que se reúne dos veces al año y que preside la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. “La ciudad cuenta con la Fira para su reactivación; su actividad es estratégica, debe jugar un papel clave y estoy convencida de que 2021 seguro que será mejor que el 2020”, considera. Según Colau, en este proceso para dejar atrás los efectos de la covid, el Ayuntamiento buscará “la máxima cooperación con el sector privado para lograr la transformación verde y digital de nuestra economía”.