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El Ayuntamiento promueve una medida de gobierno para fomentar el uso saludable de las pantallas
El Ayuntamiento promueve una medida de gobierno para fomentar el uso saludable de las pantallas, e incluye alternativas para evitar utilizarlas de forma abusiva.

Barcelona promueve el uso crítico y saludable de pantallas en niños y adolescentes

El Ayuntamiento destina seis millones de euros a prevenir el acceso prematuro a dispositivos digitales y a combatir su uso excesivo y conductas adictivas y de riesgo

La era digital abre la puerta a innumerables oportunidades para mejorar el bienestar de la sociedad, pero también entraña riesgos que empiezan en la más primera infancia. Para hacer frente a esta realidad, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un plan de acción con más de medio centenar de medidas, con el objetivo de promover un uso saludable y crítico de las pantallas en niños y niñas y adolescentes. 

Las medidas, impulsadas por el Gobierno municipal desde el consenso con agentes implicados, están enfocadas a garantizar el bienestar de menores y jóvenes en su relación con las nuevas tecnologías digitales, y lo aborda desde múltiples ángulos distribuidos en tres líneas de acción: la prevención del acceso prematuro a estos dispositivos; el uso excesivo y las adicciones, y el acceso a contenidos inadecuados y el ciberacoso. Así lo ha detallado la técnica del Ayuntamiento Anna Morancho, que ha participado en la coordinación de la medida de gobierno: “La meta es promover un uso crítico y saludable de estas tecnologías, para lo que es necesario impulsar la educación digital y ofrecer recursos para que las familias, niños y niñas y adolescentes puedan decidir qué uso quieren hacer de estas tecnologías”, ha concretado.

Con el impulso de esta medida, la ciudad aspira a ser un modelo en la promoción del uso adecuado de los dispositivos digitales para sus ciudadanos más jóvenes

Para ello, el plan contará con un presupuesto anual de 1,5 millones de euros, que ascenderá a un total de seis millones cuando se complete dentro de cuatro años, durante los que se implementarán 51 acciones que abordan el asunto desde diversos frentes. Entre las medidas, destaca la propuesta de formar a referentes de educación digital para disponer de esta figura en espacios como centros cívicos, casales de barrio y bibliotecas, así como potenciar recursos, acciones y programas educativos para familias y educadores. 

Los adolescentes son uno de los colectivos en los que la medida de gobierno pone el foco para fomentar el uso saludable y crítico de las pantallas.

Las medidas que impulsará el Ayuntamiento incluyen también talleres sobre prevención y seguridad digital como los que imparte la Guardia Urbana en escuelas sobre riesgos en las redes sociales, y una campaña de sensibilización ciudadana. Esta sensibilización y concienciación se llevará a cabo también a través de otras vías: las revisiones pediátricas incorporarán la prevención y detección de problemáticas vinculadas a las pantallas, con el objetivo de asegurar que la información sobre esta cuestión llegue a todas las familias: “No podemos convertir las pantallas en otra medida de desigualdad”. 

Y es que, como resalta Morancho, la medida no pretende “culpabilizar a nadie” por el uso que sus hijos e hijas hacen de las pantallas, sino “ofrecer herramientas y alternativas desde espacios como centros educativos y espacios familiares”. En cuanto a estas alternativas, la medida propone potenciar programas de ocio saludable que resten tiempo de uso a las pantallas, mediante iniciativas municipales como la de extraescolares Tardes educatives y las sesiones de lectura Nascuts per llegir. “Si pedimos a las familias una relación más saludable y crítica con las pantallas, tenemos que poner a su alcance herramientas para que lo puedan hacer”, añade Morancho. 

Con móvil sin limitaciones a los 10 años

El Ayuntamiento ha impulsado el plan ante el aumento significativo que se ha registrado los últimos años en el uso de pantallas por parte de sus usuarios infantiles, adolescentes y jóvenes. El uso inadecuado de la tecnología puede provocar alteraciones cognitivas y problemas de salud vinculados a hábitos alimentarios y a la salud mental, así como adicciones. Los menores de entre 10 y 11 años de la ciudad ilustran la situación: con datos de 2021, un 47% de ellos dispone de móvil propio con conexión a Internet. De ellos, el 42% lo utiliza sin ningún tipo de limitación en el tiempo de uso, y el 75% admite que le resulta difícil dejarlo de utilizar. Los jóvenes de entre 13 y 19 años utilizan las pantallas entre semana y fuera del horario lectivo cuatro horas, en el caso de las chicas, y 3,3, en el de los chicos. Las cifras ascienden a 5,4 y 4,5 horas, respectivamente, durante el fin de semana. 

Además, tres de cada cuatro adolescentes aseguran no tener límite de tiempo de utilización del móvil, y siete de cada diez suelen cenar delante de una pantalla. Siempre con datos de 2021, las chicas presentan un mayor uso problemático de Internet, que se da en el 45% de los casos, frente al 33% de los chicos, y una de cada cuatro chicas asegura haber sufrido maltrato en el ámbito digital. Por su lado, los chicos se ven más afectados por el juego online, en el 5,9% de los casos, frente al 1% que se da en las chicas. 

La medida de gobierno plantea formar a referentes de educación digital en espacios como bibliotecas.

El rol clave de la Taula de Salut Mental

El Ayuntamiento no ha diseñado este plan en solitario, sino que lo ha respaldado en un proceso participativo en el que ha desempeñado un papel clave la Taula de Salut Mental de Barcelona. Impulsada en 2016 con 40 representantes de administraciones y entidades, este espacio impulsó en mayo un grupo promotor de bienestar digital. Como explica la responsable del Departamento de Salud Mental del Ayuntamiento, Lídia Ametller, hace un año se empezó a trabajar el asunto de forma conjunta, “para tener un plan con medidas específicas para abordar el perjuicio” que pueden generar las pantallas si no se usan de forma saludable. 

En el impulso de esta medida, los agentes implicados en el proceso tuvieron claro que “tenía que ser una herramienta muy coral y plural: no era un tema sólo de salud mental, o sólo de educación, o de infancia, o adolescencia, sino que englobaba todos estos ámbitos”, apunta Morancho. Ante este asunto poliédrico, se promovió un proceso participativo en el que han participado cerca de 60 personas tanto de entidades como del ámbito municipal y otras administraciones, que protagonizaron diversas sesiones de diagnóstico y propuestas de las que ha bebido la medida. 

El uso inadecuado de la tecnología y las pantallas puede provocar alteraciones cognitivas y problemas de salud vinculados a hábitos alimentarios y a la salud mental, así como adicciones

A través de las 51 medidas que se desprendieron de este trabajo participativo, el plan “aspira a dar una respuesta a las preocupaciones de las familias y profesionales y trabajar juntos”. Morancho resalta además el papel precursor de Barcelona en este ámbito: “Somos una ciudad pionera en tener un plan de salud mental, y esto es la continuidad del trabajo en red que ha generado este plan”. Y Ameller va más allá: “Barcelona es pionera en abordar el perjuicio que puede representar para la salud mental el abuso de las pantallas para criaturas y adolescentes”. Así, con el impulso de esta medida la ciudad se propone ser un referente y modelo en la promoción del uso adecuado de los dispositivos digitales para sus ciudadanos más jóvenes, para generar un impacto en el presente que se manifestará también en la Barcelona del futuro.