El escritor Tuli Márquez.
El escritor Tuli Márquez, que ha publicado recientemente 'Les voltes del món'. ©Víctor Moya Téllez
EL BAR DEL POST

Tuli Márquez: inequívocamente escritor

Un día, el face y agitador cultural Fito Lapuente le dijo a Tuli Márquez: “tú tienes mucha suerte porque tienes muchas cosas que contar”. Esas palabras se le han quedado a este escritor barcelonés cosecha de 1962, que siempre tuvo alma de contador de historias. “Tras la selectividad, mi primera opción era estudiar cine, pero en la Barcelona de aquel 1980 no había escuelas para ello y no quise irme a Madrid, donde sí había”, explica este vecino de Sant Gervasi —“y muy barcelonés”—, vermú en mano, mientras de fondo resuenan las notas del Aylesbury boy de Baxter Dury. “Así que acabé estudiando Ciencias de la Información”.

Quince años después de aquella decisión, y como avatar del destino, sería becado por un guion de largometraje que le llevó a Burdeos a compartir experiencias y conocimientos con la flor y nata de guionistas del momento. Pero entonces todavía quedaba lejos el paso inexcusable y definitivo al mundo de la narrativa.

Durante muchos años, Tuli trabajó en promoción y marketing televisivo y en el mundo de la música. “Era un trabajo con el que me divertía, se me daba bien y con el que me ganaba muy bien la vida. Pero todo era contrarreloj, las jornadas laborales no tenían fin y sé que, a la larga, me hubiese acabado matando”. Así, tras pasar por TV3, aterrizó en Mediapark donde un ERE le hizo replantearse muchas cosas. “Me fui a Mallorca una temporada, a trabajar para IB3, pero me fui pronto. Aquello era un nido de enchufados y yo no puedo trabajar con gente así”.

Reencuentro con el yo narrador

Para cuando volvió a Barcelona, algo había cambiado. Sentía cómo una irrefrenable necesidad de contar historias se apoderaba de él. Pero había que vivir y, en aquel 2010, en plena crisis, el parroquiano buscaba trabajo. 

“Rondaba los cincuenta años y me sugirieron estudiar una oposición para hacerme funcionario, lo que me pareció una indecencia a todos los niveles”. Así, empezó su periplo trabajando en centros cívicos. “Fue entonces cuando empecé a trabajar en un guion y, después, en la que luego sería mi primera novela, L’endemà”. Ésta vería la luz en 2013, y seis años después le seguiría La mida dels nans. Se había reencontrado con aquel yo narrador al que parecía haber renunciado a sus dieciocho años. 

Además de hacerle “conocer la ciudad y sus barrios como jamás la hubiese conocido de otra forma”, aquel periplo laboral por centros cívicos es la semilla sobre la que se fundamenta su recién publicada tercera obra, Les voltes del món (Alrevés), finalista a los premios Josep Pla y Pin Soler, que habla “sobre la Barcelona de los perdedores” y es, a la vez, una carta de amor al barrio de Gràcia.

 El periplo laboral de Tuli Márquez por centros cívicos de Barcelona es la semilla sobre la que se fundamenta su recién publicada tercera obra, Les voltes del món

Hoy, dedicándose ya plenamente a la literatura, el autor se siente orgulloso de poderse definir, “de forma inequívoca, como escritor de profesión”, y anticipa que está trabajando en dos libros: “una novela que transcurre en 1992 entre Barcelona y la Plana de Vic, y un volumen que, bajo el título 365 rpm, busca explicar la historia de la música Pop en 365 acontecimientos”. Ahora, precisamente, anda enfrascado con el capítulo sobre el sonido Madchester.

No perder el alma catalana y cosmopolita

Preocupado por mantener la esencia catalana de una urbe a la que tal vez le falten unas cuantas grandes novelas más que la escriban y describan en la lengua de Pere Calders, el escritor declara su amor casi incondicional por Barcelona. “Porque acoge. Porque es una ciudad cojonuda para ser joven. De hecho, cuando mis padres ya no estén creo que me iré, porque yo ya no soy joven, pero me gusta ver cómo viene gente de fuera, y se establece y acaba formando parte de esta ciudad cosmopolita y a la vez catalana”, explica el escritor, que recuerda con cariño una nocturnidad vivida a fondo desde la más tierna adolescencia. 

El escritor Tuli Márquez
El escritor Tuli Márquez. ©Víctor Moya Téllez

“En los últimos compases del franquismo y primeros años de la Transición, salir de noche era una manera de exorcizar los males de aquella sociedad opresiva. Aquella era una noche divertida y muy asequible”, narra quien ha visto y disfrutado de una incalculable cantidad de locales, bares, escenarios y conciertos.

—O sea que eres más bien ave nocturna.

“Todo lo contrario, soy muy madrugador. De hecho, a veces encuentro la solución al problema que me plantea algún punto de la trama de lo que estoy escribiendo mientras duermo y, recién despierto, a las seis, ya puedo trabajar con esa solución. Supongo que es parte del proceso de vivir inmerso en la historia que estás explicando”, replica, con una media sonrisa, Tuli Márquez.

Y sorbe un trago más de su vermú, antes de dictaminar:

—Creo que he tenido mucha suerte de poder dedicarme a escribir.

Tuli Márquez con 'Les voltes del món'
Tuli Márquez con su nuevo libro, ‘Les voltes del món’. ©Víctor Moya Téllez