A pesar de estar literalmente pegados a la Ronda Litoral, poco se conocen los antiguos tinglados del muelle de Sant Bertran. Un poco más allá de la terminal de embarque de Trasmed, con salidas destino a Palma, Eivissa y Maó, se alza un conjunto de seis naves idénticas de estructura metálica unido por pórticos, construido durante la década los sesenta. Después de años de olvido, el próximo curso una de las naves abrirá sus puertas a startups, empresas y centros de investigación, poniendo 1.500 metros cuadrados a su disposición, con mesas de coworking con capacidad para unos 30 trabajadores, pero también despachos y salas de reuniones.
A pocos meses de que llegue septiembre, la nave, la más cercana a la trama urbana, ultima los trabajos para recibir a sus nuevos inquilinos, con tareas pendientes como llenarla de muebles, darle una capa de pintura y hacer llegar la conexión 5G. La comercialización del espacio empezará en el próximo Salón Internacional de la Logística (SIL), habiendo detectado ya algunas empresas interesadas en instarlarse.
La reforma de los tinglados de Sant Bertran se enmarca en el proyecto de innovación BlueTechPort, con el que el Port de Barcelona quiere fomentar la innovación en sus terminales, pero también abrir el foco hacia nuevos sectores, como la economía azul. Se empezará con una primera nave, con la previsión de adecuar las cinco restantes de cara a 2027. “Queremos coger conocimiento y experiencia para no empezar de 0”, remarca su presidente, Lluís Salvadó. El World Trade Center (WTC), empresa pública con una participación mayoritaria del puerto, se encargará de gestionar el espacio, saliendo por primera vez del ámbito de actuación del muelle de Barcelona, donde opera el edificio homónimo.
Una inversión de 50 millones de euros servirá para transformar el conjunto, en el que se añadirá una torre. Los trabajos permitirán llegar a una superficie de 25.000 metros cuadrados con capacidad para acoger a entre 2.500 y 3.000 empleados, una cifra similar a la que tiene el WTC. Contará con laboratorios, un auditorio y varias opciones de restauración, con un restaurante y una cafetería, además de diversas terrazas. Para hacer más fácil la conexión con la ciudad, con la sensación ahora de estar alejada, se pacificarán los accesos. El despacho b720 Fermín Vázquez Arquitectos, responsable de proyectos como el nuevo mercado de los Encants y la futura estación de La Sagrera, será el encargado de definir el complejo.
Las obras para este nuevo hub se calcula que empezarán el año que viene. Con la primera nave en funcionamiento, la primera fase de los trabajos incidirá sobre las otras cinco. Una vez estén actualizadas, se trasladarán ahí las empresas que se instalen a partir de este septiembre en la primera nave, que será objeto de la segunda fase de las obras.
El despacho b720 Fermín Vázquez Arquitectos, responsable de proyectos como el nuevo mercado de los Encants y la futura estación de La Sagrera, será el encargado de definir el complejo
La apertura de la primera nave de los tinglados viene después de una prueba piloto realizada en el Pier 01 del Tech Barcelona, el hub por excelencia de startups de la ciudad. Hace casi un año, en julio de 2023, se habilitaron 200 metros cuadrados en el Palau de Mar, con un coworking de 30 plazas. A la espera del futuro complejo de innovación, el espacio actual en el Pier 01 convivirá con la primera nave de los tinglados.
“Ha sido un éxito, hoy no tenemos más espacio disponible”, expone la directora de Innovación del Port de Barcelona, Emma Cobos. Un total de 17 empresas emergentes se han instalado en el Pier 01, con propuestas como el uso de bases de datos para el manejo de los buques; la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) y el blockchain para el suministro de combustible a las embarcaciones, proceso conocido como bunckering, o el desarrollo de pantallas resistentes al agua de mar, utilizadas ya por algunos equipos de la Copa del América.