Lo importante no es tener la mercancía en 15 minutos, sino pagar por ella un precio lo más ajustado posible y para productos de calidad. Esta es la filosofía con que Borja Solé, Ruben Vilar y Carlos Costa fundaron el supermercado online Buo, en 2021. Prefieren un cliente que haga una compra pausada, con previsión, en la que priorice el precio y la calidad ante todo y cuyo plazo de entrega es de entre dos y tres días para conseguir el mejor precio posible. “Eliminamos todos los intermediarios innecesarios de la cadena de producción y suprimimos las principales fricciones que tenía hasta ahora la compra online: precios más altos, costes de envío y pedidos mínimos”, expone Borja Solé, cofundador de Buo.
Para ello, la plataforma da pie a crear grupos de compra entre los usuarios para que unifiquen pedidos y pidan productos a precios más ajustados. “Buo reúne a sus clientes en grupos —que pueden ser de un mínimo de dos compradores—, lo que les permite tener un poder de negociación mayor a la hora de negociar los precios con los proveedores y conseguir precios finales de media un 30% más baratos”, explican los responsables del proyecto.
Implantados en el área metropolitana de Barcelona, la compañía acaba de cerrar una ronda de financiación de dos millones de euros para afrontar su crecimiento, inicialmente con la apertura del servicio en julio próximo en Madrid. Además, recientemente ha cerrado un acuerdo operacional a largo plazo con Glovo, en el que no sólo les aportará sinergias logísticas, sino también conocimiento estratégico en materia de expansión y mercados que les permitirá crecer más rápido como compañía.
En la ronda de financiación han participado el fondo Mangrove Capital Partners (con participadas como Wix, Skype o Wallapop, entre otras) e inversores como Didac Lee, Óscar Pierre, Inés Urés o Roger Solé. El nuevo socio de Buo, el fondo Mangrove, entiende la inversión como un paso en la estrategia del fomento del social e-commerce, “una tendencia en auge en Europa”, según Yannick Oswald, socio de Mangrove, por lo que “este es el mejor momento posible para una empresa como Buo, que ofrece una propuesta de valor clara en tiempos en que la inflación domina nuestra vida cotidiana”.
El modelo de negocio de Buo también rompe esquemas en la entrega: los envíos no se hacen a casa de los clientes, sino que van a puntos de recogida que se ubican a cinco minutos como máximo de las casas de los usuarios y la entrega no es inmediata. En palabras de los fundadores: “Tenemos más de 50 puntos de recogida por toda la ciudad para que los usuarios puedan recoger su compra de forma gratuita a cinco minutos de su casa”. Gracias a esto y a la eliminación de los intermediarios dentro de la cadena, Buo consigue unos precios finales por debajo de las grandes cadenas de supermercados.