Visita Rey Seat 2024 baterías eléctricas
De izquierda a derecha, el consejero delegado de Volkswagen, Thomas Schäfer, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el Rey, el consejero delegado de Seat, Wayne Griffiths, y el ministro de Industria, Jordi Hereu.

La planta de ensamblaje de baterías eléctricas de Seat estará lista a finales de 2025

El Rey visita las obras, presupuestadas en 300 millones de euros, acompañado por el consejero delegado de la compañía, Wayne Griffiths, quien vuelve a reclamar más recursos al Gobierno para dejar atrás el coche de combustión

La futura planta de ensamblaje de baterías eléctricas de Seat va tomando forma, una pieza clave para el proceso de electrificación del complejo de Martorell. Las obras empezaron a finales de 2023 y se tuvo que excavar una colina en los terrenos de la automovilística para poder alzar la estructura de acero del edificio, fase de los trabajos que está a punto de acabar. Tras una inversión de 300 millones de euros, la empresa prevé que la instalación entre en funcionamiento a finales del año que viene, con unos 500 trabajadores en ella, principalmente reciclados de otros procesos de la cadena de montaje.

El Rey ha visitado este viernes las obras de la nueva planta, acompañado por el ministro de Industria, Jordi Hereu, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el consejero delegado de Seat, Wayne Griffiths, y los alcaldes de Sant Esteve de Sesrovires y Abrera, Enric Carbonell y Jesús Naharro. También han participado el delegado del Estado en Catalunya, Carlos Prieto, y el líder del PSC, Salvador Illa. A lo largo de la vista, Felipe VI se ha reencontrado con su primer coche, un Seat Ibiza SXi dorado.

A la planta llegarán en tren las celdas de las baterías eléctricas, fabricadas en la gigafactoría de PowerCo en Sagunto, con su puesta en marcha prevista para 2026. Será en Martorell donde se ensamblarán, teniendo en cuenta que cada coche necesitará un centenar de celdas para conformar una batería. Desde Seat, señalan su elevado peso final como una de las ventajas de hacer el ensamblado lo más cerca posible de las líneas de montaje, teniendo en cuenta que cada celda pesa dos kilos y en conjunto acabarán sumando 200 kilos, lo que complica el transporte.

Una vez ensambladas las baterías, saldrán directamente de la planta por un puente de 600 metros que conectará con los talleres automovilísticos, llegando a las líneas de montaje correspondientes. Se calcula que las instalaciones tendrán capacidad para ensamblar una batería cada 39 segundos, con una producción diaria de 1.400 baterías, cifra que corresponde con la capacidad máxima anual de producción en Martorell, situada actualmente en los 350.000 vehículos.

La planta de ensamblaje de baterías eléctricas, financiada con fondos europeos, tendrá una superficie total de 64.000 metros cuadrados. En la zona central, de unos 40.000 metros cuadrados, será donde se realizará la producción. Los laterales se destinarán a actividades logísticas. Contará con 11.000 placas solares para subministrar el 70% de la energía que necesitará, además de aprovechar aguas residuales, grises y pluviales. Para excavar el terreno donde se encuentra, se tuvieron que retirar 300.000 metros cúbicos de tierra, cifra que equivale a 90 piscinas olímpicas.

A la espera de que se vayan definiendo las nuevas piezas de las instalaciones del Baix Llobregat, en la que se invertirán 3.000 millones de euros para su electrificación, Seat trasladará este verano la producción del Seat Ibiza y el Seat Arona. Lo hará para preparar la línea a los coches eléctricos urbanos que ya tiene asignados la planta de Martorell, el Cupra Raval y el Volkswagen ID.2all, con la misma plataforma. Se espera que la producción del Cupra Raval empiece a finales de 2025 y los modelos del Volkswagen ID.2all en 2026. Aún falta que el grupo alemán asigne una segunda plataforma para garantizar el futuro de la planta.

Estructura planta ensamblaje baterias Seat
Estructura de acero de la planta de ensamblaje de baterías. © theNBP

“No hay plan B”

El presidente de Seat, Wayne Griffiths, ha vuelto a reclamar al Gobierno más inversión para impulsar el coche eléctrico en el país. Es el mensaje que más repite Griffiths en los últimos años, acompañado con la dilución de la marca Seat enfrente de la nueva y más cara Cupra. Desde que la compañía puso en marcha el proyecto Future Fast Forward, dotado de 10.000 millones de euros, el directivo siempre avisa de que España, segundo productor automovilístico en Europa, no dedica los recursos suficientes para dejar atrás el vehículo de combustión.

“Estamos quedándonos atrás en la venta de coches eléctricos y en la instalación de puntos de recarga, solo llegamos a la mitad del promedio europeo y estamos muy lejos de otros países como Francia, Alemania y Portugal”, ha remarcado Griffiths. “Necesitamos que España apueste por la movilidad eléctrica. El futuro de la industria del automóvil en nuestro país está en juego. No podemos quedarnos atrás porque no hay un plan B”, ha insistido acompañado por Thomas Schäfer, presidente del consejo de administración de Seat y consejero delegado de Volkswagen.

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