Las tres generaciones de la familia: Agustí Torelló, Sofía Torelló, Gemma Torelló, Marc Torelló y Àlex Torelló.

Agustí Torelló Mata incorpora a la tercera generación y pasa a llamarse Celler Kripta

La bodega del Penedès facturó cinco millones de euros en 2023, un 12% más, y prevé duplicar en tres años el peso de las exportaciones de sus vinos y cavas, pasando del actual 20% al 40%

Mirar al futuro de la mano de la tercera generación y regresar a los orígenes con un cambio de nombre. Éstas son las dos grandes novedades con las que inicia el año la empresa cavista Agustí Torelló Mata, que ha aprovechado el marco de la Barcelona Wine Week (BWW) para dar a conocer este giro en su identidad corporativa y explicar sus planes de crecimiento, que pasan por dar un fuerte impulso a las exportaciones y alcanzar una facturación de seis millones de euros en 2024.

A partir de ahora, la bodega fundada por Agustí Torelló Mata pasará a llamarse Celler Kripta, identificando el conjunto de la empresa con su producto más icónico, el cava Kripta, que el veterano empresario, que ahora tiene 88 años, empezó a elaborar en 1978. “Después de 25 años trabajando para otras bodegas del Penedès, mi padre, una persona hecha a sí misma, decidió elaborar, para él, el mejor cava del mundo. Le puso el nombre de Kripta y lo envasó en una botella en forma de ánfora”, recuerda Gemma Torelló Sibill, presidenta y consejera delegada de la compañía.

Según la directora ejecutiva, durante diez años, Agustí Torelló Mata fue una empresa monoproducto, ya que sólo vendía el Kripta. Fue a partir de 1986, cuando se estrenó la nueva bodega de Sant Sadurní d’Anoia y se incorporó la segunda generación, que se inició la diversificación, produciendo una gama completa de cavas reserva, gran reserva y vinos tranquilos, hasta sumar unas ventas totales de 655.600 botellas en 2023. De éstas, 536.800 botellas son de cava de guarda superior (el 55% reserva y el 45% gran reserva) y 118.800 botellas de vinos de la DO Penedès. Del Kripta, este último año, se han vendido 12.850 botellas, de las añadas 2015 y 2008.

“Aunque producimos una decena de cavas diferentes, todo el mundo nos conoce como los del Kripta, es el cava que nos singulariza. Por eso, hemos decidido cambiar el nombre de la bodega e identificarnos con el producto que nos dio el origen. No es ninguna ruptura, al contrario, es dar aún más visibilidad a la marca de la que nuestro padre se siente más orgulloso”, explica Gemma Torelló. La empresaria añade que al fundador, pese a que coincide con su nombre, “nunca le ha gustado la marca Agustí Torelló Mata”, porque es demasiado larga y difícil de pronunciar y reconocer en mercados como el estadounidense. “No le ha sabido mal el cambio de nombre, todo lo contrario”, asegura.

“Más que cambiar el nombre, lo que hacemos es nombrar las cosas por su nombre. Somos los que hacemos el Kripta, gracias a un hombre que fue avanzado a su tiempo. Una persona pionera a la que queremos rendir homenaje y reconocimiento por todo el trabajo hecho”, subraya Àlex Torelló, también consejero delegado y director técnico de la bodega. El enólogo destaca también de su padre la firme defensa que siempre ha hecho de las tres variedades autóctonas del cava, que son las que dan “personalidad e identidad” al Penedès.

Sofía y Marc Torelló, savia nueva para la bodega

La adopción de la nueva marca coincide con la celebración del 45 aniversario de la bodega y la entrada en la empresa de dos miembros de la tercera generación: Sofía y Marc Torelló. Sofía trabaja en el área de exportación y relaciones públicas, haciendo tándem con su madre, Gemma Torelló; mientras que Marc, hijo de Àlex, se incorpora al área de viticultura y enología.

Estas novedades se llevan a cabo en paralelo a un nuevo plan de expansión para el período 2022-2026 que se ha fijado el reto de crecer cada año un 5% en volumen, apostando fuerte por las exportaciones, que se quieren incrementar hasta el 40% en 2026. Esto supondría duplicar el volumen de exportaciones actuales, del 20%. “La nueva marca Celler Kripta refuerza nuestro posicionamiento nacional e internacional en el segmento de los grandes vinos espumosos”, reflexiona la firma, que ambiciona, a largo plazo, lograr una facturación de diez millones de euros.

Uno de los viñedos de Celler Kripta.

Por ahora, el objetivo fijado para este 2024 es alcanzar unas ventas de seis millones de euros, con 565.000 botellas de cava y 130.000 vinos tranquilos. En el recientemente cerrado ejercicio de 2023, Celler Kripta ha crecido un 6% en volumen —por encima del 2% previsto– y facturado unos cinco millones de euros, lo que supone un incremento del 12%. Los beneficios provisionales ascienden a 650.000 euros. “Somos una de las empresas más saneadas, sólidas y bien posicionadas del mercado”, asegura la compañía, cuya plantilla es de 24 personas.

Durante el año 2023, las exportaciones han crecido un 15%, cifra que se suma al incremento del 27% de 2022. Ahora tienen un peso del 20% en el conjunto de la empresa, que exporta a 35 países, principalmente en Europa (70%), Norteamérica (15%) y Caribe, Asia y Sudamérica (15%). Holanda, Suecia, Finlandia y Estados Unidos son sus principales mercados en el exterior. En el mercado nacional, el 55% de las ventas se realizan fuera de Catalunya.