Lidl tiene ya muy avanzadas las obras de construcción de su segundo centro logístico en el área de Barcelona. Se trata de un complejo de 66.000 metros cuadrados y 144 muelles de carga situado en el municipio de Martorell (Baix Llobregat) y al que destinará una inversión de 140 millones de euros. El proyecto viene de lejos, ya que la cadena alemana de distribución lo anunció en 2017, después de no lograr desencallar la ampliación que preveía efectuar de la plataforma logística que posee en Montcada i Reixac, donde también se encuentra su sede corporativa para el mercado español.
Según Lidl, esta inversión de 140 millones en Martorell es la mayor que ha efectuado en logística desde que llegó a España hace 30 años. Está previsto que el nuevo almacén sea uno de los mayores del grupo en Europa y que entre en funcionamiento a lo largo de 2025. La cadena destaca que el centro será complementario al de Montcada y que permitirá “acompañar e intensificar de forma decisiva el desarrollo de su negocio en la zona noreste de España”.
Esta inversión en Martorell no es la única que efectuará Lidl en Catalunya, ya que en julio de 2022 también anunció la construcción de un centro logístico en Constantí (Tarragonès) que prevé inaugurar en 2026, aunque, este mismo año, entrará en funcionamiento en este municipio un almacén provisional. En Constantí, Lidl ha comprado una parcela de 185.000 metros cuadrados, una superficie aún mayor a la que adquirió en 2017 en Martorell, de 126.000 metros cuadrados.
En paralelo, para hacer frente a su ambicioso plan de expansión y crecimiento, Lidl prevé edificar también nuevas plataformas logísticas en Parla (Madrid) y en Villadangos del Páramo (León). Todos ellos se sumarán al almacén inaugurado recientemente en Escúzar (Granada) y que ha elevado a doce el número de centros logísticos que la cadena tiene ahora en funcionamiento en España. Estas plataformas abastecen a una red de más de 670 tiendas que emplean a unas 18.500 personas.
En Catalunya, el primer mercado donde llegó, la marca germana posee más de 120 establecimientos. Su plantilla en la comunidad supera las 4.000 personas y, según un estudio de PwC, el impacto económico de la cadena en el territorio ronda los 1.300 millones de euros anuales aportados al PIB, cifra equivalente al 0,55% del total autonómico. Si se suman los puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos, el empleo generado asciende a 26.000 personas. Finalmente, Lidl cifra en 820 millones el valor de las compras anuales realizadas a 180 proveedores ubicados en Catalunya.