La ampliación genera controversia por su impacto ambiental.

Foment exige un gran acuerdo institucional para ampliar el aeropuerto

La patronal catalana exige que se desbloquee un proyecto que supone una inversión de 1.700 millones de euros y que podría crear hasta 350.000 puestos de trabajo

La falta de acuerdo entre las diferentes administraciones ha llevado a Foment del Treball a levantar la voz para pedir, con urgencia, un gran acuerdo institucional que permita llevar a cabo la ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Según su presidente, Josep Sánchez Llibre, este proyecto “es una de las palancas para la recuperación económica” de Catalunya y, por tanto, “no nos podemos permitir el lujo de perder la gran oportunidad que puede representar poner de nuevo Barcelona en el mundo”.

Con una inversión estimada de 1.700 millones de euros, la ampliación del aeropuerto consta de dos patas. La primera consiste en la construcción de una nueva terminal satélite entre las pistas que permitiría elevar la capacidad a 70 millones de pasajeros al año. El 2019, antes de la pandemia, la infraestructura gestionada por Aena rozó los 53 millones de pasajeros, una cifra que no se prevé que se recupere hasta dentro de dos o tres años. Con esta tercera terminal, sin embargo, no es suficiente, ya que también hay que ampliar en 500 metros una de las pistas paralelas al mar. Esta actuación es la más polémica y la que provoca la actual falta de acuerdo, por su impacto ambiental sobre los espacios húmedos protegidos de la zona. La ampliación de la pista es necesaria para poder incrementar hasta 90 el número de operaciones de aterrizaje y despegue que se producen cada hora, según explica en el The New Barcelona Post el ingeniero Lluís Sala, ex director del Aeropuerto de Girona y actual vicepresidente de la Asociación de Ingenieros Aeronáuticos de Catalunya.

Para Foment del Treball, es necesario que se pongan de acuerdo Aena, la Generalitat, el Área Metropolitana de Barcelona, ​​el Ayuntamiento de Barcelona y otros municipios del Baix Llobregat, “con la complicidad también de las autoridades de la Unión Europea” . “Hay que convertir el Aeropuerto de Barcelona-El Prat en un hub aeroportuario intercontinental para ganar competitividad e incrementar el progreso económico de Catalunya”, enfatiza Sánchez Llibre, que ha apelado al espíritu del 4 de marzo en la Estación del Nord con un “¡Basta ya! Sí a la ampliación del aeropuerto”.

Fomento calcula que este proyecto daría trabajo entre 2022 y 2026 a 83.000 personas de forma directa y facilitaría la creación de hasta 350.000 puestos de trabajo nuevos, con una repercusión de más de dos puntos en el crecimiento del PIB catalán que elevaría el peso del aeropuerto del 6,8% al 8,9%. Tal como ya se hizo en la protesta del 4 de marzo derivada de los destrozos urbanos provocados por las manifestaciones en contra del encarcelamiento de Pablo Hasél, Foment contactará con otras instituciones barcelonesas para hacer un frente común a favor de la ampliación, como Barcelona Global, la Cámara de Comercio, el Círculo de Economía, Esade, FemCat, Pimec, el Racc y otros gremios y representantes económicos de la ciudad.