En la playa de Sant Adrià de Besòs, a pocos metros de les Tres Xemeneies, ya está todo listo para que lleguen los primeros cables de fibra óptica submarina de alta capacidad. Se acaba de estrenar la Barcelona Cable Landing Station, la primera estación de aterrizaje neutra e internacional de Catalunya, una infraestructura esencial si se tiene en cuenta que el 98% del tráfico de datos en Internet circula bajo el mar. Con capacidad para acoger hasta ocho cables provenientes de África, el Mediterráneo y Asia, el puerto digital barcelonés es el segundo de estas características en España, después de otro ubicado en Bilbao.
Con una inversión de 10 millones de euros, la empresa catalana AFR-IX telecom, operador de infraestructuras y telecomunicaciones que da acceso a Internet en más de 50 países africanos, ha desarrollado unas instalaciones que podrán ser utilizadas por cualquier empresa de telecomunicaciones. La compañía liderada por Miguel Ángel Acero y Norman Albi operará como un gestor independiente que otorga la concesión de uso a terceros en régimen de alquiler. Hasta ahora y a excepción de la de Bilbao, las estaciones de cables submarinos en España estaban desarrolladas y gestionadas por una única compañía.
Los operadores que atraquen en Sant Adrià harán llegar sus datos y decidirán si los alojan en algún data center —infraestructuras donde se almacenan y procesan este tipo de información a gran escala— o continúan su viaje hasta Estados Unidos. La segunda opción, además de ser la más barata para los que transportan datos, representa una oportunidad de desarrollo económico para la localidad metropolitana.
Precisamente, ya se ha anunciado la construcción de un centro de datos muy cerca de la Barcelona Cable Landing Station por parte de Interxion, proveedor europeo de data centers integrado en la compañía estadounidense Digital Realty. Este y otros proyectos previstos, como el de Aquila en Cerdanyola del Vallès, en el Parc de l’Alba, servirán para seguir posicionando a Barcelona como ubicación estratégica para los data center y la reforzarán como hub tecnológico.
Después de dos años de obras, la Barcelona Cable Landing Station llega para descongestionar el tráfico submarino de cables en el Mediterráneo, muy concentrado en el puerto de Marsella, que actualmente dispone de unas 15 conexiones. A diferencia de la estación de aterrizaje francesa, el consejero delegado de AFR-IX telecom, Norman Albi, señala que la de Sant Adrià de Besòs contará con un corredor de cables submarinos para que la entrada sea más ordenada.
Asimismo, la infraestructura barcelonesa hará tándem con la vasca, como Marsella lo hace con Burdeos, permitiendo así llegar al continente americano de manera más fácil que si se tuviera que cruzar el estrecho de Gibraltar. Albi también pone en valor la diversidad de operadores de telecomunicaciones y data centers que hay en Catalunya, sin que ninguno domine el mercado, a diferencia de lo que pasa en Francia.
Los primeros cables, antes de que acabe el año
Los primeros cables en aterrizar a la Barcelona Cable Landing Station se prevén para antes de que acabe el año. Los acuerdos de uso del nodo de cables de fibra óptica se han establecido a nivel internacional con un consorcio de varios operadores de telecomunicaciones y con un gestor de infraestructuras.
El tercer cable que llegará a Sant Adrià será el Medusa, construido por la propia AFR-IX telecom y Alcatel Submarine Networks (ASN), del grupo Nokia. Se espera que sea el más largo del Mediterráneo, con 8.700 kilómetros, y servirá para unir nueve países de África y Europa, a través de puntos de aterrizaje ubicados en España, Portugal, Marruecos, Francia, Argelia, Túnez, Italia, Grecia y Egipto. Cuenta con una inversión de 326 millones de euros. La primera fase de este proyecto, según indica Albi, se prevé para entre julio y diciembre de 2024 con la conexión de Lisboa, Barcelona y Marsella.
Según explican los directivos de AFR-IX telecom, se prevé que la Barcelona Cable Landing Station roce la plena capacidad de cara a 2027. De momento, la compañía catalana trasladará su sede del 22@ hasta el nuevo puerto digital. Con una plantilla de más de 100 trabajadores, la mayoría en países africanos, unos 40 trabajadores serán los que se instalen en Sant Adrià de Besòs. Con la inversión ya ejecutada en la localidad metropolitana, la empresa prevé salir a bolsa cuando el mercado esté tranquilo.