El operador de infraestructuras y telecomunicaciones AFR-IX Telecom ha cerrado los dos primeros contratos internacionales para poner en marcha a finales de este año la estación de aterrizaje de cables submarinos de telecomunicaciones Barcelona Cable Landing Station, que está construyendo junto al litoral de Sant Adrià del Besòs. Los acuerdos de uso del innovador nodo de cables de fibra óptica, en una avanzada fase de negociación, se han establecido a nivel internacional con un consorcio de varios operadores de telecomunicaciones y con un gestor de infraestructuras.
La compañía catalana también hará llegar a esta instalación, en julio de 2024, el cable Medusa: una nueva infraestructura de comunicación submarina que la propia AFR-IX construirá en el Mediterráneo para unir nueve países de África y Europa (desde Lisboa a Egipto).
En la estación Barcelona CLS, un proyecto en el que AFR-IX lleva trabajando desde hace más de cuatro años, se han invertido ocho millones de euros, dos más de los previstos inicialmente porque “hemos rediseñado este nodo de conexión para tener más capacidad de cables en un futuro”, explica Miguel Ángel Acero, ingeniero de telecomunicaciones, fundador y copropietario de la compañía. La estación de aterrizaje open port, de alcance internacional, reforzará el posicionamiento de Barcelona como hub tecnológico del sur de Europa.
La infraestructura de la primera estación internacional de aterrizaje de cables submarinos construida en Catalunya se ha proyectado como un punto de conexión neutro, en el que AFR-IX propietario de la instalación operará como gestor independiente que otorga la concesión de uso a operadores del sistema de telecomunicaciones en régimen de alquiler. Esta fórmula en la que “el operador de la estación es neutro, completamente ajeno a todo lo que ocurre, y que lo único que hace es construir y operar la infraestructura para que quienes la alquilen o contraten hagan su negocio, es un modelo mucho más atractivo e innovador dentro del ámbito de las telecomunicaciones y facilita la libre competencia entre las grandes operadoras”, recalca Acero.
Con estas características, su ubicación y su capacidad, Barcelona CLS se perfila como la mejor alternativa frente a otras opciones como la que quiere ofrecer la nueva estación de Génova, “para descongestionar el tráfico que pasa por el nodo de Marsella”, manifiesta Acero. La estación francesa da servicio actualmente a 10 cables submarinos y 12 más están en proceso de solicitar los permisos de aterrizaje, “por lo que se generará un embudo considerable en ese punto de conexión, y por tanto es muy adecuado y oportuno disponer de la alternativa de Barcelona”, añade.
El tercer cable que aterrizará en Barcelona será el Medusa. Una nueva infraestructura de comunicación submarina que quiere ser un referente en el Mediterráneo y cuya construcción también corresponderá a AFR-IX. Por tanto, se proyecta con el mismo espíritu: carácter neutral, acceso abierto e independiente.
Con una inversión de 326 millones de euros, Medusa será el cable submarino de fibra óptica más largo del Mediterráneo, unos 8.700 kilómetros de largo, que unirá nueve países de África y Europa, a través de los puntos de aterrizaje de Portugal, Marruecos, España, Francia, Argelia, Túnez, Italia, Grecia y Egipto. La construcción se quiere empezar a finales de 2023 en Lisboa para terminar dos años más tarde en Egipto. El primer tramo de esta infraestructura, que fabricará Alcatel Submarine Networks, del grupo Nokia, empezará a funcionar en 2024 y unirá Lisboa con Barcelona y Marsella.
Salida a Bolsa este año
La firma AFR-IX, propiedad de sus dos fundadores, Norman Albi y Miguel Ángel Acero, se prepara para salir a Bolsa antes del verano de este año. Hasta ahora se ha financiado con recursos propios y financieros. Norman Albi, consejero delegado, ha concretado que han realizado los procesos de auditorías correspondiente y que la salida a Bolsa se realizará mediante listing —una fórmula que permite que la sociedad pida directamente el acceso a la negociación bursátil sin necesidad de lanzar una oferta pública de venta—, aunque todavía se barajan cuáles son los mercados más adecuados para operar.
La empresa con sede en Barcelona cerró el último ejercicio fiscal (en junio de 2021) con una facturación de 23 millones de euros y una plantilla de 110 trabajadores. La mayor parte de los empleados, unos 75, tienen responsabilidades en el continente africano. La razón es que AFR-IX, creada en 2013, se ha posicionado en estos nueve años como uno de los principales operadores de conectividad de datos enfocado al mercado africano. Gracias a su expansión es el gestor de 50 nodos técnicos en todo el continente africano, cubriendo el 80% de todos los países africanos, para garantizar la conectividad directa con Europa.
El futuro de la compañía pasa, entre otros objetivos, por convertirse en un operador de infraestructuras de conectividad de fibra óptica de alcance internacional y especializado en la gestión de estaciones de aterrizaje de cables submarinos para garantizar su neutralidad.