Enrique Tomás junto a una de las máquinas vending que explota en el Aeropuerto de Barcelona.
Enrique Tomás junto a una de las máquinas vending que explota en el Aeropuerto de Barcelona.

Enrique Tomás entrará también en ‘vending’ en el metro tras hacerse con las máquinas de El Prat

La empresa quiere tener un parque de 20.000 máquinas de bocadillos de jamón y prevé alcanzar este año una facturación global (incluidas las franquicias) de entre 180 millones y 220 millones de euros. Se ha aliado con GBFoods y Torrons Vicens para lanzar al mercado un caldo Gallina Blanca elaborado con su jamón y un turrón de ibérico.

La cabeza de Enrique Tomás es un hervidero de ideas y proyectos. El empresario jamonero explora permanentemente nuevas oportunidades de negocio y ha encontrado en el sector del vending un nuevo filón de crecimiento que está dispuesto a maximizar y a convertir en un nuevo canal estratégico de venta, como en su día hizo con la decisión de convertirse en un operador de referencia en los aeropuertos, donde ya cuenta con unos sesenta locales de restauración.

Precisamente, ha sido su experiencia en la red de Aena la que le ha permitido aterrizar por la puerta grande en el sector del vending, ya que Enrique Tomás se adjudicó a comienzos de año el contrato para explotar todas las máquinas expendedoras de alimentos y bebidas del Aeropuerto del Prat. El siguiente paso será llevar este modelo de “tiendas dispensadoras” —como las denomina Tomás— a las estaciones del metro de Barcelona y Madrid y también apunta a que sus bocadillos de jamón estén a bordo de aviones y autobuses, intercambiadores de transporte, grandes empresas y en los estadios de futbol. “¡Queremos ser el bocadillo que se come en el futbol!”, exclama.

“En un año, mi objetivo es tener un parque de 20.000 tiendas dispensadoras GO!urmet“, asegura Enrique Tomás, altamente satisfecho con la marcha del negocio en el Aeropuerto de Barcelona en los cuatro meses y medio que lleva explotando el servicio. Actualmente, de las 177 máquinas vending que hay en las terminales del Aeropuerto Josep Tarradellas, 30 venden ya los bocadillos de jamón de la marca con sede en Badalona, pero pronto la red se elevará a 40.

Según Enrique Tomás, el objetivo es vender 3.000 bocadillos de jamón cada día en estas tiendas dispensadoras en El Prat y alcanzar un volumen de facturación de 10 millones de euros al año, cifra que incluye también la venta de bebidas, chocolatinas y snacks. De esta cifra, el 51%, es decir, 5,1 millones de euros, se los quedará Aena en virtud del canon pactado en el contrato de licitación del servicio. En total, según este contrato que permitió a Enrique Tomás imponerse a las ofertas de otras empresas, Aena cobrará 26 millones de euros durante los cinco años de concesión. Los 10 millones anuales de ventas previstas suponen un incremento del 40% respecto a los ingresos que obtenía anuamente el anterior operador, de alrededor de siete millones.

Para acudir a este concurso, Enrique Tomás se alió a una de las empresas líderes del sector, Alliance Vending, con la que ha instalado un total de 177 máquinas en el aeropuerto. La empresa jamonera nutre con once tipos de bocadillos (de entre 4,80 y 9,80 euros) y sobres de jamón a 30 de estas máquinas, mientras que en el resto Alliance Vending ofrece bebidas calientes y frías, chocolates y todo tipo de snacks.

La idea de Enrique Tomás es multiplicar la alianza con Alliance Vending y lograr que esta empresa se convierta en su punta de lanza para crecer en el negocio del vending. El plan pasa por lograr que “una de cada cuatro máquinas del parque que explota Alliance sean de bocadillos de Enrique Tomás”, avanza el empresario para explicar cómo prevé alcanzar esta red de 20.000 tiendas dispensadoras.

El empresario Enrique Tomás, a la derecha, con sus hijos, Albert y Núria Tomás.

“Hasta ahora, las máquinas vending ofrecían un surtido inadecuado, con sándwiches que no generaban una buena experiencia de compra a los clientes. Nosotros cambiamos este paradigma: ya se puede comprar un buen bocadillo de jamón en estas máquinas, que a mí me gusta denominar tiendas dispensadoras. Queremos acompañar al cliente ahí donde esté”, señala.

Para asegurar el éxito del formato, Enrique Tomás ha creado Tomasón, un bocadillo que considera “infalible” e ideal para satisfacer a los clientes que apuesten por el vending. Se trata de un sabroso bocadillo de pan blando tipo brioche relleno de virutas de jamón, unas virutas que se obtienen de manera natural del propio proceso de loncheado de los miles de jamones que vende cada año la empresa. “¡No es jamón picado, es viruta del mejor jamón!”, recalca Tomás, tras recordar que las virutas del Tomasón son las mismas que utiliza el chef Nandu Jubany para la elaboración de sus prestigiosas croquetas de jamón.

Las tiendas dispensadoras del Aeropuerto de Barcelona venden tres tipos de Tomasón —de jamón reserva, ibérico o ibérico de bellota— y ocho tipos más de bocatas (también hay de queso, chorizo y lomo), con un total de once opciones, que se complementan con un surtido de sobres al vacío de jamón loncheado, patatas fritas Frit Ravich de jamón Enrique Tomás, y zumos de naranja recién exprimidos. Las máquinas se reponen cada cuatro horas y los sobres de jamón se retirarán de la máquina en un máximo de diez días si no han sido vendidos, aunque su caducidad es de seis meses.

Tomasón, el brioche de virutas desarrollado por la marca.

“El principal ingrediente de un bocadillo es el amor; este proyecto es fruto de mucho esfuerzo por parte de todo el equipo de Enrique Tomás. Estamos muy contentos porque a las pocas semanas de empezar, ya estamos en break even, con un tique medio de seis euros”, destaca Tomás, que ha convertido a su hijo Albert en su mano derecha en el negocio.

Enrique Tomás avanza que pronto sus tiendas dispensadoras llegarán también a la red del Metro de Madrid y del Metro de Barcelona. En Madrid ha llegado a un acuerdo con la empresa que ganó el concurso de vending, IVS Group, para instalar algunas máquinas en las estaciones. En paralelo, se está en conversaciones con TMB para realizar a finales de año una prueba piloto que supondrá la instalación de 9 máquinas en el Metro de Barcelona.

En paralelo, de la mano de Selecta, otro operador de vending, Enrique Tomás ya ha puesto en marcha una máquina de venta de sus bocadillos en el estadio Santiago Bernabéu. La empresa también quiere estar presente a bordo de los autobuses de Alsa.

Duplicar la facturación en 2023

Con una red de un centenar de tiendas en España, Francia, Reino Unido, Italia, Andorra, Estados Unidos (en las ciudades de Dallas, San Antonio y Miami), México, Puerto Rico, República Dominicana, Argentina y Perú —país donde acaba de abrir el sexto establecimiento—, las previsiones de Enrique Tomás pasan por alcanzar en 2023 una facturación de entre 180 millones y 220 millones de euros, cifra esta última que, de alcanzarse, supondría duplicar las ventas de 2022. En total, el pasado año, “el sistema Enrique Tomás” registró un volumen de negocio de 107 millones, cifra que incluye las ventas de los establecimientos franquiciados de la marca.

Si solo se tiene en cuenta la facturación directa, los ingresos de 2022 fueron de 84 millones, un récord nunca antes alcanzado por la compañía y que supone un alza del 50% respecto a los 46 millones de 2021. El beneficio bruto de explotación fue de alrededor de siete millones de euros el pasado año.

Los bocadillos de la tienda dispensadora GO!urmet de Enrique Tomás.

El empresario de Badalona dará también en los próximos meses un nuevo impulso a su crecimiento internacional. Tras la reciente apertura de un establecimiento icónico Enrique Tomas Experience en Miami, la marca se prepara para llegar a finales de este año o a comienzos de 2024 a Japón, lo que supondrá el inicio la conquista del mercado asiático.

Alianzas con grandes marcas

Junto al vending y a la expansión internacional, otra de las áreas de crecimiento que centran actualmente los esfuerzos de Enrique Tomás son los acuerdos de cobranding que está alcanzando con importantes compañías que le permitirán multiplicar la presencia de su marca en los hogares. La colaboración con Frit Ravich es actualmente la más exitosa, pero este invierno Enrique Tomás prevé dar un nuevo campanazo gracias al acuerdo que ha alcanzado con GBFoods para el lanzamiento de un caldo Gallina Blanca elaborado con jamón Enrique Tomás. “Que una empresa como GBFoods, perteneciente a la familia Carulla y que es líder de mercado, haya decidido apostar por asociarse a la marca Enrique Tomás me llena de orgullo. Hemos elaborado un caldo maravilloso”, avanza el fundador del grupo.

Otra de las asociaciones estrella será con Torrons Vicens, con quien última la elaboración de un turrón de jamón ibérico y, más concretamente, un praliné de jamón ibérico y almendras con crujiente de jamón y chocolate.

El turrón de jamón ibérico creado con Torrons Vicens.

Finalmente, Enrique Tomás ha empezado a colaborar también con los chefs Javier y Sergio Torres para el desarrollo de un nuevo producto y se ha aliado con Oracle para estar a la última en tecnología y análisis de datos.

“Todas las ideas que tengo, al principio, pueden parecer una locura; me entusiasma el proceso para convertirlas en realidad”, apunta satisfecho Enrique Tomás, que ha realizado en los últimos meses múltiples fichajes para nutrir a la empresa de nuevo talento y contar con el mejor equipo para ejecutar todos estos planes de crecimiento.