El grupo La Confiteria, con sus cócteles y platillos servidos en ambientes clásicos que entrelazan historia con sofisticación, será el encargado de devolver a la vida al restaurante de la Font del Gat de Montjuïc. Después de cerca de cuatro años de abandono e inactividad a raíz de su cierre por la pandemia, el restaurante volverá a ejercer de mirador privilegiado de la ciudad, de la mano de la propuesta gastronómica del grupo.
La Confería, que gestiona 15 locales en Barcelona, se ha hecho con la explotación del restaurante a través de un proceso de licitación abierto por el Ayuntamiento, en el que ha concurrido únicamente su propuesta. La fecha de reapertura está, sin embargo, todavía por concretar. Después de cerrar esta licitación, quedarán aún trámites pendientes, además de la adecuación interior del local para que acoja a esta nueva propuesta gastronómica, que sustituye a una anterior basada en una cocina catalana tradicional a la vez que moderna.
Los locales que gestiona La Confiteria tienen como denominador común la coctelería y la singularidad de sus espacios y propuestas, muchas de las cuales han recuperado establecimientos icónicos de la ciudad. De hecho, el grupo nació en 2014, cuando Enric Rebordosa y Lito Baldovinos apostaron por reconvertir el local modernista La Confiteria en una coctelería clásica. Desde ese momento, el grupo ha ido sumando establecimientos, entre los que figuran el icónico Paradiso, que en 2022 se alzó como la mejor coctelería del mundo con el ranking de The World’s 50 Best Bars, y Monk, oculto dentro de un colmado.
La reapertura del establecimiento volverá a poner al alcance de barceloneses y de visitantes un mirador gastronómico excepcional de la capital catalana
El restaurante de la Font del Gat dispondrá de una superficie de casi 100 metros cuadrados en el interior, además de 240 de terraza. El concurso se ha resuelto después de que la empresa pública Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), responsable de la gestión del espacio, impulsara en septiembre la rehabilitación del inmueble, obra de Josep Puig i Cadafalch de 1918. Estos trabajos han incluido la reparación de la fachada y del jardín principal, con un presupuesto de 470.900 euros.
Después de esta rehabilitación externa del inmueble, a cargo del estudio Feu Godoy Arquitectes, vendrá el turno de la adecuación de su interior, de la que se encargará el nuevo operador del restaurante. El contrato tiene un valor estimado de 22.800 euros, y establece que el espacio se cederá inicialmente durante una década, lo que eleva a un total de 228.000 euros el importe de licitación sin impuestos. La adjudicación incluye un precio de canon garantizado mensual de 2.500 euros.
Las obras y la actividad retomada del restaurante permitirán recuperar un inmueble modernista que, enclavado en los Jardins de Laribal, representa un emblema del novocentismo. La reapertura del establecimiento volverá a poner al alcance de barceloneses y de visitantes un mirador gastronómico excepcional de la capital catalana.