El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. En España se diagnosticaron el pasado año 34.353 casos de cáncer de mama, según los datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cerca de 1 de cada 12 mujeres enfermarán de cáncer de mama a lo largo de su vida. La misma fuente indica que el índice de mortalidad en pacientes con cáncer de mama ha disminuido un 40% en los últimos 40 años.
En la actualidad, tal como apunta la Dra. Saioa Gorostidi, ginecóloga de Clínica Diagonal, “la supervivencia en el cáncer de mama es del 85%. Si se detecta en su inicio —estadio 1— la supervivencia puede alcanzar el 90%, pero tan solo se consigue entre un 15% y un 20% si el tumor se descubre cuando ya se ha extendido más allá del tumor de origen —situación de metástasis—“.
La detección precoz y el avance en los tratamientos, de la mano de la investigación, han hecho posible tan significativo aumento de la supervivencia. Los tratamientos más avanzados comprenden una visión de 360º sobre el paciente, en la que diferentes especialidades sanitarias comparten, evalúan y tratan conjuntamente caso por caso. A partir de la situación particular de cada paciente, y el estadio y localización de su tumor, un equipo de profesionales de diversas disciplinas determina tanto el diagnóstico, como el tratamiento y seguimiento de la paciente, o el paciente, puesto que el 1% de los cánceres de mama aparece en hombres.
Así, para evaluar cada uno de los casos, se reúne el Comité de Tumores de Clínica Diagonal, formado por ginecóloga, oncólogo, cirujano plástico, estético y reparador, médico radiólogo, nutricionista, enfermera de oncología y auxiliar de enfermería de oncología. El estudio y valoración de cada paciente desde cada una de las especialidades facilita que no se escape ninguna variable para mayor precisión del diagnóstico, y de los indicadores en cada momento del tratamiento. Los diferentes profesionales comparten sinergias de cada avance que alcanzan tanto la investigación como la práctica en su especialidad. Se ofrece así una visión global desde la ginecología, oncología, cirugía plástica y reconstructiva, radiodiagnóstico mamario, nutrición y enfermería. Clínica Diagonal pertenece al grupo asegurador Fiatc.
Detección precoz
Tal como explica el Dr. Gabriel Sesma, cirujano plástico, estético y reparador de Clínica Diagonal, “el cáncer de mama es un cáncer que no avisa, pero su detección precoz, a lo largo de su etapa inicial, garantiza una curación con una probabilidad de casi el 100%”. Y añade que “las revisiones periódicas realizadas por un especialista en el área de ginecología ayudan a adelantarse al propio cáncer”.
En la consulta ginecológica, el especialista examina ambas mamas y los ganglios linfáticos que se encuentran en las axilas. De esta forma, se comprueba la existencia de nódulos y cualquier posible anomalía.
Dr. Gabriel Sesma: “El cáncer de mama es un cáncer que no avisa, pero su detección precoz, a lo largo de su etapa inicial, garantiza una curación con una probabilidad de casi el 100%”
Por parte del paciente, todo signo de alerta que detecte cuanto antes contribuye a una más rápida y mejor curación de la enfermedad. Para ello, se recomienda la observación en el espejo y el palpado de los senos cada mes, siete días después de la regla, como mejor momento para hacerlo. En el caso de los hombres, el palpado de las mamas debe seguir el mismo protocolo, con la observación de ellas para detectar de manera precoz cualquier cambio de color, textura, retracción del pezón o secreción, o cualquier abultamiento de la superficie. Cabe decir también que la mayoría de bultos que aparecen en los senos son benignos, pero en todo caso, hay que avisar al ginecólogo de su hallazgo, como de cualquier cambio o anomalía, para poder confirmar si es algo maligno.
El dolor no es un síntoma habitual del cáncer de mama, aunque en un 5% de los casos sí se puede presentar dolor, pero suele deberse entonces a que el tamaño del tumor roza o presiona algún órgano o tejidos.
Revisiones periódicas
Las revisiones ginecológicas se inician entre los 18 y los 20 años, y se recomienda hacerlas, si no hay ningún problema, anualmente. Entre los 20 y 40 años de edad es conveniente realizar el examen de senos cada 1 o 3 años, como mucho, y entre los 40 y los 45 años se debería obtener una mamografía cada año. Existen diversos programas de detección precoz que incluyen mamografías gratuitas para reducir la mortalidad femenina por esta causa. Son los denominados cribados sistemáticos, programas diseñados para determinados grupos de edad que varían según la Comunidad Autónoma pero se centran en mujeres de 45 a 50 años.
Todos los resultados de cada una de las revisiones y pruebas se recogen en la historia clínica de cada paciente y, a través de la Historia Clínica Compartida de Catalunya (HCCC), los profesionales sanitarios de cualquier hospital, clínica o centro médico homologado pueden consultarlos. En Clínica Diagonal, un comité reúne a los siete especialistas que participarán conjuntamente en el estudio, tratamiento y seguimiento de cada caso, y cuentan para su trabajo con toda la información del paciente compartida en la HCCC.
Factores de aparición
Algunos factores de riesgo de cáncer de mama se pueden evitar, como el consumo de tabaco y alcohol, o la obesidad, pero muchos otros no. Entre un 5% y un 10% de los tumores de mama son hereditarios. El hecho de tener a un familiar directo con cáncer de mama y de ovarios también influye, de la misma manera que la edad de la primera menstruación, la de la menopausia, la dieta y los factores ambientales. Y se sabe, en cambio, que la dieta mediterránea contiene ciertos nutrientes y elementos que ayudan a proteger contra el cáncer de mama, de la misma manera que hacer ejercicio. Además, está demostrado que las mujeres con factor de riesgo pueden reducirlo si dan de amamantar a sus hijos, tal y como apunta desde Clínica Diagonal el oncólogo Josep Maria Del Campo. El equipo multidisciplinar de la clínica está también integrado por la oncóloga Adela Fernández y por el médico radiólogo Fabio Muñoz.
Otros factores de riesgo del cáncer de mama son los antecedentes de cáncer de mama o enfermedad benigna de la mama, por lo tanto, riesgo heredado; el tejido denso de la mama; la edad avanzada; la terapia hormonal para tratar los síntomas de la menopausia; una mayor exposición al estrógeno o la radioterapia dirigida a la mama o pecho.
A veces, el cáncer de mama es detectado por los síntomas que se presentan, pero muchas mujeres no llegan a manifestarlos. Es por este motivo que hacer las pruebas de detección periódicas y acudir a las revisiones de ginecología es tan importante.
La mamografía es una prueba diagnóstica que permite detectar lesiones en la mama hasta 2 años antes de que sean palpables. La ecografía mamaria y la resonancia son pruebas complementarias de la mamografía que, conjuntamente aportan mayor precisión. El ginecólogo también puede solicitar una biopsia, una prueba de ultrasonido y una mamografía de diagnóstico, que se centra ya mucho más en las áreas afectadas. Se podrán realizar además pruebas de laboratorio para evaluar la sangre y otros fluidos, y pruebas genéticas para comprobar, no solo la existencia de cáncer de mama, sino también la probabilidad de que se desarrolle conforme a unos factores de riesgo determinados.
El tratamiento actual
Gracias al avance de la investigación sobre cáncer de mama, hoy en día se conocen más las causas de su aparición y la epidemiología, y gracias a ello se ha podido orientar el tratamiento individualizado hacia cada paciente. Dependiendo de cómo se comporte el tumor en cada caso, se puede recomendar un tratamiento lo más específico posible, hecho que ayuda mucho a reducir la mortalidad.
Cómo prevenir el cáncer de mama
Tal como indica la Dra. Gorostidi, “nuestro estilo de vida, nuestros genes y el ambiente que nos rodea, actúan en conjunto para modificar el riesgo de cáncer, aumentándolo (factor de riesgo) o disminuyéndolo (factor de protección)”. Algunos de los factores que influyen en la prevención y también en un buen tratamiento del cáncer de mama es descansar bien, asegurando 8 horas de descanso nocturno, una actividad física diaria (adaptada a cada persona) y un control del estrés.
Dra. Gorostidi: “nuestro estilo de vida, nuestros genes y el ambiente que nos rodea, actúan en conjunto para modificar el riesgo de cáncer, aumentándolo (factor de riesgo) o disminuyéndolo (factor de protección)”
La importancia de la nutrición en el cáncer de mama
La nutrición es una pieza clave en el tratamiento del cáncer de mama, también para su prevención. De ahí que la nutricionista clínica con especialidad en oncología, Ingrid Castaño, sea parte de ese equipo multidisciplinar de Clínica Diagonal. La Sra. Castaño sugiere algunas pautas generales sobre nutrición durante el tratamiento contra el cáncer de mama, como son: comer en compañía y en un ambiente tranquilo y relajado; asegurar la ingesta de huevos, pescados, aves y proteína vegetal, y reducir el consumo de carnes rojas, y comer 5 raciones diarias entre fruta, verdura y hortalizas.
También desde Clínica Diagonal aportan algunas recomendaciones generales, como escoger grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra, frutos secos naturales y sin sal, salmón, sardinas, boquerones, aguacate y semillas (lino, sésamo…). Del mismo modo, indican como saludable los fermentos lácticos y/o probióticos para ayudar a la regeneración intestinal (importante tras diarreas, vómitos, etc.), así como la toma de las comidas preferidas los días que no se tiene sesión de tratamiento, para evitar relacionarlas con momentos menos agradables.
Ante una posible pérdida de apetito, cansancio y/o falta de energía, se recomienda realizar comidas de menor cantidad, con mayor frecuencia y en los momentos de mayor apetito. También señalan el beneficio de enriquecer los platos con alimentos de gran densidad energética como frutos secos (en polvo o crema), aceite de oliva, huevos enteros o claras de huevo extra, lácteos enteros, aguacate, patata, etc. Adaptar la textura de las comidas a las propias necesidades para evitar la fatiga y evitar los alimentos azucarados si se siente cansancio o falta de energía, ya que provocan un estímulo de acción rápida que desaparece en poco tiempo y llevará a sentir más cansancio, son otros de los consejos.
Y, pensando en las incómodas náuseas o vómitos, favorece llevarlo mejor comer lentamente, masticando bien los alimentos; prescindir de alimentos de olor o sabor fuerte; evitar las temperaturas extremas en los alimentos, y servirlos templados o a temperatura ambiente y tomar líquidos fuera de las comidas. La hidratación durante el día es importante.
El papel de la enfermería en pacientes con cáncer de mama
Otro de los roles muy importantes en el equipo multidisciplinar que se ocupa de cada caso en el cáncer de mama es el de la enfermería. Su involucración en el cuidado y acompañamiento en cualquier duda de pacientes con cáncer de mama es esencial. En el cuidado se incluye la identificación de los posibles factores de riesgo, la prevención y la promoción de la salud.
Además, las pacientes que sufren un cáncer de mama necesitan ser informadas y orientadas, junto con sus familiares, sobre el proceso al que se enfrentan. Y la enfermería las acompaña durante todo el proceso. Su gran papel es aconsejar, informar, cuidar, tratar y acompañar durante el proceso de esta enfermedad, a través del trato humano, considerando al paciente como un ser bio-psico-social y cultural, es decir, la persona y todo su contexto y circunstancias, y no únicamente atendiendo a su enfermedad. “Damos todo el apoyo necesario, tanto a ellas como a su familia, para poder afrontar la situación de la mejor manera posible, en un proceso continuo y personalizado”, señala la enfermera de oncología de Clínica Diagonal, Laura Encinas. En esta labor también contribuye de forma decisiva el equipo de auxiliares de enfermería, que cuenta con profesionales como Pilar Blanco.