Los hospitales y centros de investigación de Barcelona son referentes, así como todo el ecosistema empresarial a su alrededor, pero siempre hay trabajo por hacer. Más en sector como el de la salud que crece muy rápidamente, aún más después de la pandemia, y que requiere grandes inversiones en complejas infraestructuras para seguir siendo puntero. Siempre, con el objetivo de acelerar la transferencia de conocimiento en soluciones para los pacientes y mejorar su salud. Ante este escenario, Barcelona Global ha puesto a trabajar durante un año a un centenar de profesionales y directivos de compañías del sector salud -biomédicas y farmacéuticas, centros sanitarios e institutos de investigación- para detectar debilidades y proponer soluciones para un ecosistema que factura 42.000 millones de euros y emplea a 264.000 trabajadores.
“Barcelona tiene todos los ingredientes necesarios para consolidarse como ciudad líder en el sector de life sciences, pero esta capacidad se puede ver amenazada”, remarcan desde la asociación privada.
La batería de propuestas está encabezada por la creación de un fondo de capital público-privado, dotado entre 50 y 100 millones de euros, para financiar proyectos en fase inicial con un elevado riesgo, como pasa con la mayoría de fármacos y terapias innovadoras, con muchas fases de investigación y normativas a superar y un largo proceso de maduración antes de su llegada al mercado. Ante el rápido crecimiento que vive el sector y la urgencia de más laboratorios, la asociación defiende agilizar procesos administrativos, una demanda compartida por muchos otros sectores, y la elaboración de un mapa de infraestructuras para mejorar la planificación.
Con más de 1.400 empresas, 90 centros de investigación y 70 inversores, el ecosistema de la salud afronta el reto de cooperar más y agilizar procesos. Para Barcelona Global, es necesario el desarrollo de una plataforma de datos centralizada, establecer protocolos de intercambio de datos e impulsar reformas normativas para simplificar la colaboración.
El lobby, dirigido por Mercè Conesa y presidido por Ramon Ajenjo, también apuesta por poner en marcha formación especializada para ejecutivos, así como posgrados y másteres para estudiantes, que combinen la biomedicina con la tecnología, con la mirada puesta en captar nuevo talento. Por último, aboga por impulsar una red de embajadores con profesionales del sector, ya sean médicos, investigadores o inversores, para proyectar el liderazgo barcelonés en salud por todo el mundo.
El equipo de trabajo de Barcelona Global ha estado coordinado por el consejero delegado y fundador de Asabys, Josep Lluís Sanfeliu. Algunos de los profesionales que han participado han sido la consejera delegada de Peptomyc, Laura Soucek, el consejero delegado del Institute of Science and Technology (BIST), Eduard Vallory, la profesora del IESE, Núria Mas, el consejero delegado de Reig Jofre, Ignasi Biosca-Reig, el presidente de Teladoc Health, Carles Nueno, el director del Instituto de Oncología del Hospital Vall d’Hebron, Josep Tabernero, y el profesor de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), Andreu Mas-Colell.