vendimia corpinnat
La vendimia en las fincas de Corpinnat es totalmente manual y 100% ecológica.

El precio medio de las botellas de Corpinnat sube un 10% y supera por primera vez los 20 euros

En un contexto de sequía sin precedentes, las doce bodegas del Penedès que integran la marca colectiva de vinos espumosos vendieron en 2023 un 6% menos de botellas, pero incrementaron en un 1,6% la facturación

Corpinnat, la marca colectiva de vinos espumosos surgida hace seis años en el Penedès, ha hecho balance este lunes de los resultados del ejercicio 2023 en un ambiente de fuerte preocupación por la falta de lluvias, que ha provocado ya la muerte de las primeras hectáreas de viñedo y colocado al sector “en una situación sin precedentes”. Si de aquí al verano la sequía persiste, los viticultores ya auguran que “habrá que arrancar muchos viñedos”, lo que provocará “un cambio paisajístico” en el Penedès y una fuerte reducción de los volúmenes de producción de uva. En este sentido, las doce bodegas que integran la asociación Corpinnat piden el apoyo de la Administración para poder disponer de agua para regar y salvar los viñedos, algo totalmente insólito, ya que en la comarca este tipo de cultivo siempre ha sido de secano.

“Nunca como ahora ha habido tanta preocupación por la sequía en el Penedès. Es una amenaza real, pero también creemos que puede ser una oportunidad para todo el sector”, ha afirmado el vicepresidente de Corpinnat, Xavier Nadal, quien ha reclamado “el apoyo de la Administración a todos los niveles para poder regar y evitar tener que arrancar viñedos de 30 y 100 años que generan mucho valor para el territorio”. Más allá de las medidas de urgencia para este año, Corpinnat, a medio y largo plazo, reclama soluciones estructurales para hacer frente al cambio climático y a nuevos episodios de sequía persistente como el actual. En este sentido, confían en que la nueva desaladora del Foix, que se construirá en Cubelles, sirva para garantizar el riego de apoyo en caso de que se produzca una nueva crisis hídrica. Sólo así se creará “el entorno de certeza y seguridad que necesita el viticultor para poder volver a plantar los viñedos que ahora mueran”.

Según el presidente de Corpinnat, Ton Mata, cualquier solución para hacer frente a la falta de agua debe ser “socialmente responsable, medioambientalmente sostenible y económicamente posible”. Apuntó que el viñedo no necesita grandes cantidades de agua en comparación con los cultivos de fruta o maíz, y insistió en que esta posibilidad de disponer de riego de apoyo sólo se utilizaría en casos de episodios excepcionales como el actual. Las viñas del Penedès, habitualmente, reciben de la lluvia unos 500 litros por año, pero en los últimos ejercicios este volumen se ha reducido por debajo de los 250 litros. “En Europa, la única forma de sobrevivir que tiene el mundo del vino es la apuesta por el valor y no por el volumen. El Penedès es un territorio vitivinícola que desaparecerá si no realiza esta apuesta por el valor que reclamamos desde Corpinnat“, ha reflexionado Mata.

Ton Mata: “El Penedès es un territorio vitivinícola que desaparecerá si no realiza esta apuesta por el valor que reclamamos desde Corpinnat

En este contexto de fuerte preocupación, Corpinnat ha valorado positivamente los datos económicos correspondientes a 2023, un año en el que se han vendido un 6% menos de botellas, pero se ha incrementado en un 9,8% el precio medio de venta al público que, por primera vez supera los 20 euros, en línea con los objetivos fundacionales de la asociación de incrementar el valor de los vinos espumosos del Penedès y situarlos en la misma liga en la que compite el champán. Concretamente, el precio medio de las botellas que salen de las bodegas de Corpinnat se situó en los 11,59 euros, una cifra que aumenta hasta los 20,15 euros cuando llega al consumidor. En 2022 el precio medio por botella se situaba en los 18,35 euros, en 2021 en los 17,35 euros y en 2020 en los 17 euros. Como se recordará, los bajos y muy bajos precios de venta aplicados por algunas bodegas fueron uno de los principales motivos que empujó a los socios de Corpinnat a abandonar en 2018 la DO Cava al considerar que esta marca les perjudicaba al situarlos en un segmento de mercado inferior al que corresponde a la calidad de sus productos.

En total, en 2023 las doce bodegas de Corpinnat comercializaron 2,28 millones de botellas, un 6,2% menos. Atribuyen este descenso a la “contención” que han aplicado las empresas en sus esfuerzos comerciales para “poder mantener stocks” ante la reducción de la producción que ha provocado la sequía y garantizar así que dispondrán de producto para poder servir a sus clientes los próximos años, en los que, inevitablemente, seguirán incrementándose los precios por la menor oferta.  En este sentido, pese al descenso del volumen de botellas, la facturación global de las doce bodegas creció un 1,6%, hasta sumar 26,42 millones de euros.

Vinyes de Gramona
Viñedos de Gramona, uno de los socios de Corpinnat.

Desde su nacimiento en 2018, Corpinnat ha duplicado el número de asociados. La última bodega que se ha incorporado a la asociación es Bufadors —un proyecto personal del también director de Recaredo, Ton Mata— y se prevé que este año haya nuevas altas si los candidatos que han solicitado entrar logran superar las auditorías y cumplir con todos los parámetros de la exigente normativa de producción que se ha autoimpuesto la asociación. Los precursores de la marca colectiva de la Unión Europea fueron Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca y Torelló y, posteriormente, se han sumado Huguet de Can Feixes, Júlia Bernet, Más Candí, Descregut, Pardas y Bufadors. En total, estas empresas, todas ellas familiares, comercializan 85 referencias de vinos espumosos, suman 272 trabajadores, reciben cerca de 35.000 visitas enoturísticas al año y tienen en propiedad 647 hectáreas de viñedo.

Además, firman acuerdos de compra a largo plazo con viticultores que controlan otras 521 hectáreas y con quienes pactan un precio mínimo de compra garantizado. El precio medio por cada kilo de uva comprado a estos viticultores externos se situó en 1,04 euros por kilo en la última vendimia, por encima del mínimo de 0,85 euros que se había fijado. En total, las bodegas de Corpinnat entraron 5,87 millones de kilos, el 50% de viñedo propio y el 50% de viticultores independientes. El rendimiento medio de los viñedos de Corpinnat fue en el 2023 de 4.770 kilos por hectárea, una cifra que este año podría caer a la mitad por la sequía.

El 63% de las botellas que comercializa Corpinnat tienen una crianza mínima de entre 30 y 60 meses; un 22% supera los 60 meses –es decir, los 5 años– y un 15% entre 18 y 30 meses. Aproximadamente, el 60% de las ventas se realizan en Catalunya, un 20% en el resto del Estado y un 19% en el mercado internacional. Concretamente, las bodegas de la asociación exportan a 66 países, encabezados por Alemania, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Japón, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza.