La electrificación de los muelles del Port de Barcelona da un nuevo paso. El Consejo de Administración del Port ha iniciado el proceso para licitar la construcción y puesta en marcha del primer sistema que permitirá conectar cruceros con la red eléctrica. Será mediante el primer punto del tipo Onshore Power Supply (OPS) que se ubicará en una terminal de cruceros del puerto barcelonés. En concreto, se instalará en la futura terminal de MSC, que actualmente se está construyendo en el Moll Adossat. La licitación, pendiente de la validación del Consejo de Ministros, prevé un presupuesto de 14,5 millones de euros.
El sistema OPS permite suministrar electricidad a los cruceros que estén amarrados, lo que permite que puedan detener sus motores y, así, reducir las emisiones que generan. Este punto será el primero que se conectará con la red de media tensión que se habilitará para electrificar los principales muelles de la infraestructura, con el proyecto Nexigen del Port.
El presupuesto de 14.524.755 de la licitación incluye la redacción del proyecto, la construcción y puesta en marcha de los sistemas, así como su mantenimiento y la operativa de los dos primeros años. Una vez adjudicado el proyecto, se prevé que el OPS esté operativo dos años después, por lo que el suministro eléctrico a los cruceros empezará previsiblemente a partir de 2026.
La electrificación de los muelles se enmarca en la estrategia del Port para reducir su impacto ambiental, que incluye también el fomento de combustibles como el gas natural licuado (GNL) y la instalación de placas fotovoltaicas, entre otras medidas.
Conexión entre muelles
También como parte del proyecto Nexigen para electrificar el puerto, el Consejo de Administración ha adjudicado la construcción de una batería de siete conducciones subterráneas que conectarán los muelles de la Energia y el Adossat. Esta infraestructura permitirá la conexión de OPS de las terminales de cruceros a la red de media tensión que les suministrará la electricidad. La conexión cruzará el canal de navegación, pasando 32 metros por debajo del nivel del mar, y tendrá una longitud de 700 metros.
Los trabajos se han adjudicado a la UTE formada por Naviera Dedalus y Catalana de Perforacions por 14,9 millones de euros. Con un plazo de ejecución de 28 meses, permitirán a la vez ampliar la red de servicios generales del Moll Adossat, que requiere mayor capacidad de suministros por su ampliación para acoger los cruceros, que se han trasladado de los muelles más cercanos a la ciudad para alejar la contaminación que generan. El último crucero en partir de los muelles ubicados cerca de la trama más urbana zarpó en octubre de la terminal Barcelona Nord, cercana al World Trade Center y que ahora se abrirá a la ciudadanía.
Otro de los espacios portuarios que también se abrirá próximamente a los barceloneses es el Moll de Pescadors. El Consejo de Administración ha convocado precisamente el concurso para la concesión por 15 años del restaurante de la nueva Llotja de Pescadors, que contará con más de 300 metros cuadrados y se inaugurará en verano. El nuevo establecimiento contribuirá a dinamizar un espacio del Port Vell hasta ahora de acceso restringido. Lo hará coincidiendo con la Copa América, en una de las múltiples transformaciones en el litoral barcelonés que se están desarrollando para recibir la competición.