El Aeropuerto de Barcelona ha cerrado el mejor noviembre de su historia con 3,8 millones de pasajeros. Este es el gran titular aeronáutico de la semana para el Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Desde o hacia las dos terminales aéreas de la ciudad han volado exactamente 3.831.469 pasajeros, y en sus tres pistas han despegado y aterrizado 25.169 aeronaves en los 30 días del mes pasado.
Estas cifras de récord para la instalación son también un cierre simbólico. El final de la etapa pandemia y postpandemia que afectó gravemente a las compañías aéreas y al aeropuerto. Ahora, por primera vez, se crece respecto a 2019, considerado hasta el momento el último año normal en la aviación comercial mundial.
Estos datos positivos, que suponen un 20% más de pasajeros respecto a 2022 en lo que llevamos de año, los ha revelado Eva Valenzuela, directora desde el pasado mes de junio del segundo aeropuerto más importante de la red Aena.
Lo ha hecho en la que ha sido su primera comparecencia pública, más allá de intervenciones puntuales y protocolarias en actos como la presentación de nuevas rutas, como fue el caso de la llegada de la china Shenzen Airlines el pasado mes de agosto.
Valenzuela, mallorquina, es ingeniera aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid. Realizó el Programa de Dirección General del IESE, un MBA por la Escola Superior Balear y el Programa de Finanzas para Directivos de la INSEAD Business School de Fontainebleau. Entró en Aena hace casi 18 años por el Aeropuerto de Palma, algo casi lógico para alguien que ha nacido en Alcudia y se ha decantado por la aeronáutica. Tras tener diferentes responsabilidades en Son Sant Joan hasta 2017, fue nombrada directora del Aeropuerto de Menorca, puesto que mantuvo hasta 2020, cuando fue fichada por el grupo ADP, empresa francesa que gestiona los tres aeropuertos y el helipuerto de París y que a través de su filial internacional gestiona 150 aeropuertos en medio centenar de países, lo que hace que sea la segunda autoridad aeroportuaria a nivel mundial en número de pasajeros.
Ser CEO adjunta de la división internacional y jefa adjunta de operaciones de todo grupo en lo peor del Covid-19 supuso un enorme reto para esta ingeniera, que fue recuperada por el gestor aeroportuario español el verano pasado. Fue cuando su antecesora en la dirección de Barcelona, Sonia Corrochano, fue ascendida a máxima responsable de Planificación Aeroportuaria y Control Regulatorio de la Dirección General de Aeropuertos de Aena.
Cifras y estrategias
En el encuentro de este martes en la sala Catalunya de la T2, la directora recordó las cifras de esta recuperación: de los 3.831.469 usuarios del aeropuerto, 3.819.831 tomaron vuelos comerciales y, de estos, 2.783.505 volaron en líneas internacionales, siendo el resto viajeros de enlaces al resto de España. Por otro lado, en lo que respecta a carga aérea, noviembre se cerró con 13.841 toneladas transportadas desde y hacia El Prat, tanto en aviones cargueros puros como en los espacios para carga (no equipaje) en las bodegas de los aviones de pasaje.
Valenzuela indicó que su empresa estaba inmersa en tres grandes líneas de actuación para mejorar el aeropuerto: innovación, descarbonización y mayor integración del aeropuerto con el territorio. En el campo de innovación y mejoras, recordó que en los últimos seis años se han invertido 400 millones de euros en trabajos de mejora. De estos, 100 han ido destinados exclusivamente a mejoras en la T2, la terminal de 1968 que vivió su primera gran expansión de cara a los Juegos del 92 y siguió creciendo a base de ampliaciones por sus dos extremos hasta el estreno de la T1 en 2009.
A partir del próximo verano ya estarán en funcionamiento los nuevos escáneres en El Prat, mucho más avanzados
Precisamente se recordó que el año que viene el gestor aeroportuario celebrará los 15 años de la inauguración del nuevo edificio, conocido como la espada, con una serie de actos, muchos de ellos enfocados en la ciudadanía en general y en los usuarios del aeropuerto, para quienes el año que viene habrá cambios claramente visibles. “Los filtros de seguridad son un punto de fricción en la experiencia de los viajeros cuando usan los aeropuertos”, dijo la directora en referencia a lo farragoso que resulta muchas veces acceder a la zona de embarque por los escáneres de seguridad. A partir del próximo verano ya estarán en funcionamiento los nuevos escáneres, mucho más avanzados, que evitarán tener que sacar líquidos, cremas o dispositivos electrónicos de los equipajes de mano de los viajeros. “Aligerará mucho el flujo de viajeros y la experiencia de los filtros será más sencilla y grata en ambas terminales”, adelantó Valenzuela, que también indicó que se avanza a grandes pasos en la mejora de procesos de gestión aeroportuaria, y también se trabaja en la biometría.
Descarbonizar e integrar
Hasta ahora se han invertido 20 millones de euros en una planta fotovoltaica para el consumo de electricidad en las terminales. También se recordó que desde 2021 las compañías aéreas tienen a disposición en El Prat el combustible sostenible de aviación, SAF, y que el aeropuerto no es un elemento ajeno a su entorno y que cada vez está más integrado.
La directora recalca que el aeropuerto tiene el máximo respeto institucional en el tan debatido tema de la ampliación de su pista más cercana al litoral
El nuevo paso en ese aspecto se dará en cuanto entre en marcha una nueva línea ferroviaria que una las terminales con el centro de la ciudad y las líneas de alta velocidad en tan solo 20 minutos. Para finalizar, la directora quiso recalcar que el aeropuerto tiene el máximo respeto institucional en el tan debatido tema de la ampliación de la pista más cercana al litoral. El crecimiento de esta conllevaría también a la construcción de nuevas instalaciones aeroportuarias. “Estamos en total disposición de aportar nuestro conocimiento y experiencia a la mesa que debate el tema y para ello tenemos a los mejores profesionales del mundo en la materia”, reconoció.
Capacidad, intercontinentales y handling
El Aeropuerto de Barcelona tiene una capacidad óptima de 55 millones de pasajeros por año, 33 en la T1 y 22 en la T2. Todo parece indicar que en este ejercicio se superarán holgadamente los 50. Estos 50 son también el número de rutas intercontinentales que se han llegado a operar este 2023, medio centenar de destinos que van desde Santiago de Chile a Seúl, desde Los Ángeles a Singapur y desde Dakar a Casablanca, pues los destinos africanos, aunque sean en la región del Magreb, también son tenidos en cuenta en esta clasificación.
En el campo del handling o empresas de asistencia en tierra, se confirmó que definitivamente en 2024 entrarán en servicio las dos nuevas a las que Aena ha adjudicado la concesión para servicios a terceros: Menzies y Aviapartner, que se unirán a una que sí ha renovado: Groundforce. Estas tres podrán dar servicio a cualquier aerolínea que opere en El Prat y competirán por esos contratos. Otras tres aerolíneas que tienen una presencia notable en Barcelona, Easyjet, Norwegian y Ryanair, tienen su propio servicio de asistencia en tierra que únicamente trabaja para ellas. Ahora está por ver si IAG, cuya filial Iberia Airport Services perdió la concesión barcelonesa (y la de todos los grandes aeropuertos españoles salvo Madrid-Barajas) opta por dar servicio de autohandling a las compañías del grupo: Iberia, British Airways, Level y sobre todo Vueling, que tiene más de un 40% del mercado en El Prat, o bien estas aerolíneas contratan a una de las tres empresas de handling a terceros para sus necesidades en tierra en la T1.
En todo caso, para la directora del aeropuerto y su equipo, el mes de noviembre de 2023 ha marcado un punto de inflexión para una instalación que vuelve a volar alto.
