Al brazo ejecutor de las obras de envergadura de la Generalitat, Infraestructures.cat le ha caído encima mucho trabajo. Pasados 10 años de su creación, la empresa pública que depende del departamento de Economia tiene una amplia cartera de planeamientos urbanísticos y de equipamientos para licitar y adjudicar. Este año, además, se añadirán los proyectos impulsados con la financiación de los fondos europeos Next Generation, y que deben finalizar en 2024.
Todo ello alterará el presupuesto de 2023 que será expansivo “en línea con el 650 millones de euros de 2022” porque la Generalitat ha tenido más recursos, y se añadirán cerca de 500 millones de euros que provienen de Europa, reconoce el presidente de Infraestructures.cat, Miquel Buch, y destaca que los recursos actuales son un 50% más que en 2017. Por eso, “venimos de un 2022 muy intenso con más de 300 pujas —el doble que el 2021 con 150 licitaciones y un presupuesto de 450 millones— y más de 400 obras en marcha.
“Esto demuestra el crecimiento importante y sostenido de estos primeros diez años, que se iniciaron en plena crisis económica de 2012, con un presupuesto de 50 millones, hasta los 650 millones actuales, 13 veces más”, explica Buch. También habrá cambio en la plantilla, “para hacer frente al volumen de proyectos”, con la incorporación de 90 profesionales a la plantilla, que pasará de 180 a 270 personas.
Infraestructures.cat ha trabajado en proyectos para el territorio con el desdoblamiento de la C-31 o la línea L9, entre algunas de las obras más destacadas. También ha construido la estación de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) de Gràcia. Por otro lado, ha reforzado el ámbito sanitario con la ampliación del Hospital Bellvitge y la construcción del bloque quirúrgico de Vall d’Hebron.
Para los dos próximos años, por un lado, continuará con la línea L9 del metro y licitarà la nueva L8 de Ferrocarrils de la Generalitat que conectará la Plaza España con la Plaza Lesseps. Por otro lado, en el ámbito sanitario, se llevará a cabo la ampliación del hospital Juan XXIII de Tarragona y la del centro Verge de la Cinta, en Tortosa, y se construirá el edificio ambulatorio de la reforma integral que se está haciendo en el hospital Vall d’Hebron, en Barcelona. También prevén construir el centro penitenciario de Zona Franca y un edificio judicial en Martorell, entre otras obras, porque también habrá equipamientos educativos y otros que se someterán a obras de mejora y mantenimiento.
La compañía afronta su segunda década de funcionamiento con muchos retos por delante, con la sostenibilidad como telón de fondo, según Buch, sobre “los que iniciaremos un proceso de reflexión y de debate para determinar hacia dónde debe encaminarse la compañía porque por delante tenemos los compromisos medioambientales, la economía circular, el ciclo de la vida de los edificios e infraestructuras,…”.
La empresa pública iniciará un proceso de reflexión sobre cómo deben ser “las obras del futuro”
El décimo aniversario de Infraestructuras coincide con un cambio de paradigma en las licitaciones públicas, “en el que pesan más criterios que los puramente económicos y técnicos”, y arrancará con un acto el miércoles 21 de septiembre en el Palau de Pedralbes que reunirá en un coloquio a los exconsellers del ámbito Joaquim Nadal y Josep Rull. El ente también montará una exposición de fotografías en el Palau Robert de la década que deja atrás y ha planeado una serie de coloquios cada mes y medio con el Colegio de Arquitectos y el de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos para debatir cómo deben ser las obras del futuro, sobre todo teniendo en cuenta la emergencia climática.
En esta línea, pero a nivel interno, la compañía ha instalado 185 placas fotovoltaicas en toda la superficie disponible de la cubierta de sus oficinas en Barcelona, con el objetivo de optimizar el autoconsumo y la gestión energética de la sede corporativa. La instalación ha sido diseñada para maximizar la eficiencia energética y permite una integración con todos los activos para poder realizar una gestión inteligente del flujo energético, destinado al autoconsumo y a canalizar los posibles excedentes.